La ministra de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos, reconoció que desde su cartera vienen planificando paritarias anuales del 60 por ciento para el próximo año, y con cláusulas gatillo, en sintonía con la inflación que se espera desde el Ministerio de Economía, mientras que negó la posibilidad de avanzar con una reforma laboral.
Olmos destacó las conversaciones "con los distintos actores sobre la necesidad de ir convergiendo hacia una desaceleración de la nominalidad y de la inflación como método de recuperación de la capacidad adquisitiva, alineado con la política que el Gobierno está llevando adelante en el nivel económico".
"No es un acuerdo. Es una política que propiciamos", confirmó ante AM750. Allí le dio lugar a las cláusulas gatillo "del mismo modo que hacia mitad del año pasado el Gobierno frente al despliegue y explosión inflacionaria que se dio, impulsó la reapertura y revisión de las negociaciones paritarias, para evitar que hubiera una pérdida significativa de capacidad adquisitiva por parte de los salarios".
"El objetivo sería converger hacia el nivel pautado de inflación más algún punto de recuperación. Sumando a eso que la reducción de la inflación también implica mejora de la capacidad adquisitiva de los sueldos", precisó la funcionaria.
"En general la CGT apoya esto", adelantó la ministra. "Hay una consciencia más de los sectores gremiales que de los empresarios, que por su capacidad de concentración, muchas veces acceden a aumentar la nominalidad y después se dan vuelta y lo vuelcan a precios. Los trabajadores, en cambio, saben que la inflación va contra ellos, y que aun cuando uno alcanza un nivel muy alto en la paritaria, si la inflación no quiebra la alta nominalidad, es todo una ilusión", explicó.
La representante del Poder Ejecutivo aseguró que la idea de su gestión es "mantener el nivel de actividad, que sea sostenido el nivel de crecimiento, porque eso es lo que va generando una mayor demanda de empleo y mejores condiciones de negociación por parte del sector trabajador".
Por otro lado, durante la entrevista se metió en un debate polémico, cuando aseguró que "el monotributo muchas veces es trabajo en negro encubierto" y en otras representa "un cambio cultural".
"Yo no voy a negar que hay problemas en el mercado de trabajo y que la informalidad también es una expresión del nivel de empobrecimiento y vaciamiento que hemos tenido en la economía en la etapa del macrismo, pero también hay una modificación en la pauta cultural de las nuevas generaciones", reflexionó Olmos.
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"Yo me inicié a los 15 años en el mercado laboral, como ayudante de contadora, pero sin ser registrada. Pero uno tenía siempre una expectativa de alcanzar un trabajo estable casi para toda la vida y que le diera las condiciones de movilidad social. Hoy la gente joven no tiene la misma expectativa, tiene una expectativa de gran movilidad entre un empleo y otro, apuesta al monotributo o a la declaración de autónomo para tener más libertad de acción", confesó.
Reforma laboral
Respecto a la posibilidad de impulsar una nueva Ley de Reforma Laboral, la ministra negó rotundamente la posibilidad, luego de que el nuevo jefe de Asesores del presidente Alberto Fernández, Antonio Aracre, hablara de la posibilidad. "Reconoció que la reforma laboral era una idea personal de él y que el Presidente de la Nación y su gobierno, donde yo me incluyo, claramente no tienen esa iniciativa en carpeta para nada", deslizó Olmos.
"Lo que tampoco negamos, porque de hecho sucede y para mí también con algunas pautas que son virtuosas, es una permanente incorporación a convenios colectivos de novedades que tienen que ver con la evolución, con las nuevas condiciones tecnológicas o incluso, en el caso de la paritaria estatal, acabamos de modificar el convenio colectivo para incorporar el protocolo 190 contra toda forma de violencia en el ámbito laboral", planteó la ministra. "Siempre que haya acuerdo entre los trabajadores y los empresarios, es posible incluir una revisión. Nunca hemos pensado desde este Gobierno en una ley de carácter general", agregó.
Una inflación anual del 95 por ciento
Si bien durante la jornada del próximo viernes es cuando se va a conocer la inflación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las consultoras privadas vienen estimando que el número interanual de 2022 estará alrededor del 95 por ciento, y también el ministro de Economía, Sergio Massa, aseguró días atrás que la cifra de diciembre "tendrá el 4 adelante".
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Y si bien las consultoras no ven ese número para el mes, y lo orientan con un cinco delante, la diferencia dejaría la cifra final entre un 95 y un 97 interanual.Las discrepancias entre el espacio público y el privado podrán representar dos puntos respecto al concluído 2022, pero en relación al año actual, la diferencia de que tienen en las estimaciones es de 40, ya que mientras Massa espera cerrar con un 60 por ciento de inflación, nadie tiene una mirada tan optimista como para poner ese número lejos del 100.