La victoria de la Selección Argentina en Qatar 2022 fue esencialmente de Lionel Messi y sus compañeros, y de Lionel Scaloni y su cuerpo técnico lleno de figuras de otras épocas de la albiceleste como Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala.
Pero eso no quiere decir que cada argentino y argentina no crea que puso su granito de arena para lograr que la tercera estrella se estampe en la camiseta celeste y blanca. Y es que las cábalas fueron un elemento importante para mantener la confianza, como así también anular la mufa de cualquiera que quisiera poner el mote de candidato a la Scaloneta.
Y si hubo alguien que siguió su cábala hasta el último partido, fue Carlos Bejar, el abuelo de la capital entreriana de Paraná que vio las definiciones argentinas del Mundial desde afuera de una vidriera de un local de electrodomésticos. Y como ya se había popularizado su presencia en el local de Pellegrini y Perú, fueron medios de comunicación y vecinos para acercarse a él, saludarlo, felicitarlo y hasta sacarse fotos.
"Anoche casi no pude dormir esperando el día de hoy. Tengo mucho optimismo y mucha alegría, una alegría que necesitamos los argentinos sí o sí. Creo que Scaloni y todo el grupo de jugadores nos va a dar esa satisfacción", comentó el abuelo a Ahora Entre Ríos.
Es que a Bejar le ofrecieron ver el partido en una tele nueva, según registró Frávega en sus redes sociales, cuando luego del partido frente a Países Bajos lo vio desde allí. Pero el abuelo no aceptó y se la jugó para mantener su cábala ganadora. No sólo no aceptó la televisión, sino que hasta les pidió permiso para poder estar allí nuevamente. "Si ellos no me dejaban era imposible. Y gracias a Dios me han traído agua fresca y una sombrilla para que esté cómodo", reconoció Carlos.
"Abuelo, lo lo lo lo lo": miró a la Scaloneta solo frente a una vidriera y conmovió a todo el país
Lo que no le dieron desde el local fue la silla reposera desde donde vio la Final. "Es el sillón de mi mamá, y me trajo suerte", remarcó. Además, horas antes del partido, demostró la confianza en el equipo y en su cábala. "Vamos a salir campeones. No hay dos sin tres. Con fe, para que luego salgamos todos los argentinos a festejar", afirmó.
La decisión de verlo desde allí la tomó por primera vez porque desde otros lugares no podía "analizar el partido", como a él le gusta. "Lo fui a ver a la confitería, pero era un despiole: los chicos, las madres, el mozo que se me paraba adelante", recordó. "Lo que menos pensé es que iba a tener tanta repercusión", señaló.
En la previa al encuentro, y consciente de que para los argentinos y las argentinas las cábalas son más fuertes e importantes que muchas otras cosas, dejó en claro que iba a respetar su nueva tradición. "Lo miro ahí el domingo, ¡si me trajo suerte y a todos los argentinos! Solo espero que me acompañen aunque sea con la mente", pidió.