Un día la Copa del Mundo regresó a la Argentina de la mano del mejor de todos: Lionel Andrés Messi. La Selección derrotó por penales a Francia, después de 120 minutos para el infarto, y se coronó como campeón del Mundial de Qatar 2022. El equipo de Lionel Scaloni jugó unos extraordinarios 80 minutos y disminuyó al conjunto liderado por Kylian Mbappé a su mínima expresión.
Pero al delantero del PSG le bastó un minuto solamente para demostrar su clase, igualar el trámite y llevar el partido a la prórroga, donde una vez más intentó amargar a un estadio repleto de argentinos cuando puso las cosas 3 a 3. Afortunadamente, en los doce paso el Dibu Martínez se hizo gigante, los futbolistas argentinos no fallaron y desataron la locura, no solo en Buenos Aires y en el interior del país, sino en distintas partes del mundo.
Dentro del vestuario, las cosas se descontrolaron, como no podía ser de otra manera. Como suele ocurrir, el vestuario fue una fiesta total y los jugadores tuvieron su gran desahogo luego de romper una racha de 36 años sin un campeonato mundial. Nicolás Otamendi y el Kun Agüero fueron los encargados de compartir las celebraciones en Instagram y fueron vistos miles de fanáticos de todo el mundo. los cuales se sumaron a este momento único.
Champagne, cánticos contra Mbappé, descargos, exabruptos, bailes, alocados festejos, una virgen con los colores de la albiceleste, un muñeco gigante de Chucky y la dorada fueron los protagonistas de la locura dentro del vestuario. "Ae, ae, ae, ae, Un minuto de silencio, Para Mbappé que esta muerto, Ae, ae, ae, ae...", cantaban los futbolistas haciendo el típico trencito liderado por el arquero del Aston Villa.
Pero hubo más. A un costado, Otamendi y De Paul celebraban esta locura. El ex Racing no lo dudó y le dedicó un contundente mensaje a todos sus detractores, aquellos que no dudaron en aniquilarlo luego de su flojo encuentro ante arabia Saudita que resultó ser el envión que necesitaba este equipo de gladiadores: "A todos los que dudaron, que me chupen bien la p...Me tiraron de todos lados y no me voltearon, chupenme todos la p..., putos....".
En el vestuario se pudo ver a un Messi enloquecido y feliz con la Copa del Mundo, arriba de la mesa y, obviamente, con ese trofeo. "¡Dale campeón, dale campeón!", gritaba el capitán argentino, feliz. Su gran amigo, el Kun Agüero, se lo vio descontrolado entre el alcohol y habanos. En pleno vivo que estaba realizando Otamendi, se vio sobre la mesa a un muñeco Chucky con una botella de champagne entre las piernas y otras más de cerveza a su lado.
El presidente de AFA, Chiqui Tapia, había contado en una entrevista al respecto: "Un día entré a la utilería, vi el muñequito de Chucky y le faltaba un brazo y una pierna. Dije: '¿Quién trajo a ese muñeco acá? Tiene mala suerte'. En ese momento me dice Juan Cruz, el utilero: 'Jefe, ese muñeco trae suerte. A mi hijo le dicen Chucky, y como entramos a la burbuja, me lo dio para que me acuerde de él y lo tenga siempre en todos lados'. Éramos como seis o siete los que estábamos en ese momento. Y le dije: 'Bueno, si ese muñeco da suerte y salimos campeones de la Copa América (2021), todos nos tatuamos a Chucky. Y los siete nos hicimos a Chucky".
Los jugadores se retiraron del vestuario para subirse al chárter que los llevó al aeropuerto para regresar a la Argentina y en los pasillos del Lusail entre canciones y felicidad hicieron el trencito. Se espera que todo el elenco albiceleste llegue a Ezeiza este martes por la madrugada, al rededor de las 2, donde seguramente serán recibidos por millones de argentinos que no descansarán para ver a sus campeones del mundo desfilar con el trofeo más lindo de todos.