El fanatismo de los argentinos y las argentinas es famoso en todo el mundo y es una marca registrada que comentan muchos artistas que quedan impresionados luego de dar shows frente al público en este país.
Esos condimentos que hacen único al nacido en estas tierras a la hora de las celebraciones, también tiene su connotación negativa, ya que muchas veces, en situaciones de éxtasis, es capaz de cometer cualquier tipo de locuras.
Algo así se vio durante los festejos por la obtención de la Copa del Mundo de Qatar 2022, tanto en el Obelisco porteño, donde quedaron grabadas las postales más conocidas, como en todos los puntos de encuentro del país, donde la hinchada argentina se conglomeró a agradecer a Lionel Messi y compañía por la tercera.
Desde el domingo a hoy se pudieron ver las peores locuras de este público enardecido por la conquista en Qatar, que es capaz de arriesgarse a las peores caídas y los accidentes más desagradables con tal de poder celebrar en el punto más alto que haya cerca.
Un ejemplo de esto es la mujer que hoy estaba paseándose completamente desnuda -salvo por sus lentes- en el medio de la 9 de Julio, a la altura del Obelisco. No sólo se mostró completamente desinhibida como para desfilar como Dios la trajo al mundo, sino que también lo hizo con la gracia de una vedette que camina con los dos brazos extendidos a la altura de los hombros.
Las caídas también fueron un denominador común en los ruidos de las sirenas de las ambulancias que se oían cerca de los lugares de celebración. Es que si bien los gatos también buscan el punto más alto, estos siempre caen de pie. Algo que -naturalmente- no le pasa a los hinchas argentinos, de los cuales más de uno se fue al piso desde un semáforo o al colapsar paradas de colectivo donde se subieron a festejar.
Una de estas caídas la protagonizó un joven que intentó hacer acrobacias desde un semáforo, colgado de cabeza mientras se agarraba solamente con las piernas. Lógicamente, la cosa salió mal y el pibe se fue de espaldas al piso, con una multitud que se acercó a ver si todavía seguía en este plano o se había ido a alentar a Lionel con el Diego, Don Diego y La Tota.
Aunque también el descontrol muchas veces llama a la violencia, como se pudo ver en el resumen de momentos difíciles durante los festejos, donde se da una trifulca en la cual un vendedor de banderas saca un machete y comienza a lanzar cuchillazos a los presentes, hasta que luego otro lo golpea con una botella en la cabeza y lo tira al piso. Por suerte no hubo que lamentar heridos graves, ya que el personal policial que estaba presente intervino en el lugar y evitó que lo linchen al comerciante.
Quizás la postal que mejor refleja hasta donde llega la locura de las y los hinchas argentinos es la que se pudo ver cuando un joven se sacó una selfie desde -literal- la punta del obelisco. Saliendo entero por una de esas ventanas que se ven tan pequeñas desde abajo, el muchacho se las arregló mientras alguien lo tomaba de las piernas, para sacarse una foto con su celular, en la jugada más arriesgada de todos los tiempos.
Y si hubo alguien que no estuvo bien informado acerca de cómo son los festejos en la Argentina fue el notero de la señal regional alemana SWR Fernsehen, a quien enviaron a registrar los festejos del público local y se llevó una sorpresa enorme cuando, en medio un móvil, la gente le colapsó la transmisión al grito de "dale campeón", mientras le tomaban el micrófono y le lanzaban espuma por todos lados.
Tampoco fue para tanto, ni fue la venganza por las finales perdidas en Italia 1990 y Brasil 2014, pero lo que es seguro por la cara del periodista, es que se asustó mucho, cuando comprendió que la locura de los argentinos y las argentinas, cuando festejan un campeonato del mundo, es capaz de cualquier cosa.