Tarda en llegar y al final hay recompensa. Rodrigo De Paul irrumpió en el fútbol argentino cuando apenas era un adolescente. Rodeados de promesas, se hizo un lugar en el primer equipo de Racing en 2011, cuando La Academia naufragaba entre miedo a la promoción y tristezas. Faltaba poco para que el más grande de Avellaneda volviera a la gloria, pero para entonces, De Paul ya estaba en Europa.
Durante esos años, el joven se amoldó al fútbol italiano y a su nueva vida en el viejo continente. Parecía condenado al olvido nacional y tras una breve y mala vuelta a Racing en 2016, partió de vuelta a Italia, para seguir creciendo. Y lo cumplió. Apenas unos años después, tras el fracaso argentino en Rusia 2018, Lionel Scaloni lo citó y lo convirtió en figura.
Y Rodrigo no desaprovechó la oportunidad. Se hizo socio dentro y fuera de la cancha de Lionel Messi, se hizo un emblema de la Selección y se hizo hito al ser parte de la consagración del equipo en la Copa América organizada en Brasil y obtenida en el estadio Maracaná, frente al equipo local.
Ahora, separación escandalosa de Camila Homs y noviazgo con Tini Stoessel de por medio, Rodrigo se convirtió en chico de tapa de la revista Rolling Stone. Un paso más en su carrera. Y por supuesto habló de todo. Desde su fe en el Mundial de Qatar 2022 hasta su amor por Tini, su amistad con Messi y su sueño con Racing.
El sueño del Mundial de Qatar
“La gente quiere que Argentina salga campeona del mundo, pero sobre todo tiene muchas ganas de que Leo gane esta Copa. Y no solo en Argentina pasa eso, también en otros lugares del mundo. Leo ya ha dejado un legado muy relevante en la selección, eso es lo más importante. Todo lo que ha generado para el fútbol argentino va a quedar para la historia, no necesita nada más para reafirmarlo. Pero nosotros tenemos que ayudar para que gane este Mundial simplemente porque sería algo muy merecido. Es lo que deseamos todos a los que nos gusta el fútbol, ¿no?”.
Los candidatos de la Copa
“Brasil me parece un equipazo. No sé dónde leí el otro día que de los últimos cincuenta partidos que jugó perdió uno solo, con nosotros, en la final de la Copa América. Francia también tiene jugadores que están en un nivel extraordinario. Son los últimos campeones y ahora suman a Benzema en un gran nivel. España me parece una selección que juega muy bien al fútbol. Tiene uno de los mejores técnicos del mundo, de hecho. Alemania es siempre para respetar. Y está Inglaterra, que jugó la última final de la Eurocopa... La verdad es que será una competencia muy dura. No sé si alguna vez hubo un mundial con tantos candidatos firmes. Todos con distinto fútbol, pero siempre con un nivel muy alto. Yo creo que esta Copa del Mundo se va a definir por detalles: por acumular dos amonestaciones y quedarte afuera, por que un jugador se lastime... Son las cosas que pueden terminar pesando cuando el nivel es tan parejo. Van a ser siete finales, un mes muy duro. Hay que estar en óptimas condiciones físicas y mentales. Nosotros llegamos bien. Estamos en ese pelotón del que estoy hablando”.
Su rol en la Selección
“Siempre me gustó tener un rol importante, nunca fui de pasar inadvertido. Pero en la selección tenemos un líder que es muy grande, una figura muy importante, alguien que, además de jugar como juega, con la palabra ya simplifica todo. Obviamente, cuando habla Leo se lo escucha con mucha atención. Entonces el rol que intento cumplir en la selección es del lado del ejemplo: entrenar a full, que el equipo sepa que siempre puede contar conmigo dentro y fuera del campo, entender cada momento que pasamos, aportar alegría, diversión al grupo. Eso te lleva a ser un referente. Pero no es solo un tema de actitud. Cuando las cosas te salen bien dentro de la cancha, tus compañeros empiezan a confiar más en vos, a respetarte más también fuera del campo. Creo que todo eso me condujo a ser no sé si un líder, pero sí un jugador importante dentro de la selección argentina. El líder es Messi”.
Su devoción por Messi
“A Leo lo quiero mucho, y sé que él me quiere mucho a mí. Fuera de la cancha estamos cerca porque nos divertimos, somos amigos. Y yo con mis amigos la paso bien. Es verdad que a mis otros amigos no les sacan las fotos que le sacan a él. Fuimos generando fuera del campo algo que adentro también se da, por suerte. Justo tenemos la posibilidad de jugar muy cerquita, de estar mucho en contacto. Muchas veces, el análisis que voy haciendo mientras juego me lleva a intentar que él corra menos, que haga menos desgaste y tenga más resto para desnivelar. Son cosas que me pasan por la cabeza durante el partido. Entonces el diálogo con él es constante, nos entendemos con una mirada. Leo también me habla con el cuerpo, yo me doy cuenta si está esperando que pase para llevarme una marca, por ejemplo. Muchas cosas nos salen de memoria, y eso no pasó porque nos lo propusimos deliberadamente, se dio de una manera muy natural. Jugar con él es como jugar al truco teniendo el ancho de espadas en todas las manos. Si vos sabés de antemano que vas a tener siempre esa carta, jugás más cómodo, más tranquilo. A mí me parece que esto sucede porque hay una amistad, una buena energía entre nosotros. Eso ayuda a que las cosas salgan mucho más fácil”.
Su amor con Tini
“Con Tini tenemos una relación muy sana. Cada uno tiene su trabajo y sus responsabilidades. Ninguno de los dos depende del otro. Pero nos hemos elegido para transitar la vida acompañándonos. Yo siento mucha admiración, mucho orgullo por lo que ella hace. Por la dedicación que le pone a su trabajo, por el valor que le da a cada acción destinada a la gente que la sigue. Es una relación que me ha cambiado la vida. Me hace bien, la quiero mucho. Nuestras profesiones no nos permiten estar todo el tiempo juntos, pero cada vez que tenemos tiempo lo disfrutamos, nos disfrutamos. Nos aislamos de muchas cosas que son densas. Mientras nos hagamos bien como nos estamos haciendo, está bueno. Ojalá que dure mucho tiempo”.
Su amor por Racing
“Yo entendí, y también me hicieron entender muy rápido, que tenía facilidad con la pelota. Era algo que me salía con una gran naturalidad, entonces me divertía mucho. Cuando de chico jugás bien, te volvés más popular en el barrio. Y a mí todo ese personaje me gustaba. Creo que por eso tengo hoy esta personalidad. Me hice notar y me vinieron a buscar. Primero, de Independiente, cuando yo jugaba en el club del barrio, y les dije que no. Le dije a mi mamá, literalmente: 'A Independiente no voy'. Estaba escrito que yo tenía que jugar en Racing. Soy hincha de Racing, le debo mucho a ese club. Llegué cuando tenía ocho años y estuve diez años ahí adentro todos los días. Es imposible que no haya algo entre Racing y yo. Racing fue mi infancia, me permitió darle a mi familia un pasar mucho más lindo que el que había tenido siempre, me educó... Racing es una parte muy importante de mi vida”.
El sueño con Racing y el retiro
“Antes de retirarme me gustaría ganar una Copa Libertadores con Racing. Pero, bueno, la vida va pasando, y desde que yo me fui de Argentina, el país ha desmejorado en muchos aspectos. Ya llevo casi 10 años viviendo en Europa, no sé qué puede pasar. No tengo planes de seguir vinculado con el fútbol, no me veo mucho como técnico. Hay que estar muy preparado para llevar la vida tan particular que lleva un jugador. Hace unos días estuve en Bélgica, por ejemplo, pero no puedo decir que conozco algo de ese país: vas del avión al micro, del micro al hotel y así... Es una vida rara. No podés disfrutar de cada lugar al que vas, y a mí me gustaría empezar a disfrutar. Ser entrenador es aún más demandante que ser jugador. Entonces hoy no lo veo. Capaz que más adelante cambio de opinión, pero no creo”.