Como campeones del mundo, los jugadores de la Selección Argentina se merecen un verdadero festejo a lo campeón del mundo. Lo importante es disfrutar de este momento emocionante que es único porque nunca se vivió una fiesta tan grande como ésta. La Copa del Mundo está en Argentina, viajando por la Autopista Ricchieri desde el predio de la Asociación de Fútbol Argentina (AFA) en Ezeiza para el goce de todos, al menos en Buenos Aires pero en la televisión y redes sociales de todo el mundo.
La ruta se va diseñando minuto a minuto, porque desde muy temprano en la madrugada del martes las personas se fueron acercando para tratar de decodificar los espacios por el que la caravana de la Scaloneta pueda pasar. Sin embargo, nada está del todo confirmado. Pero, lo que si está, son ellos que, como unos verdaderos magos arriba del ómnibus van hipnotizando a quienes se acercan y les regalan una alegría inmensa dentro de su merecido festejo.
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La fiesta adentro de la Scaloneta
La idea de peregrinar junto a la Selección Argentina comenzó en el momento en que pisaron suelo nacional. Una multitud los esperaba en las inmediaciones del Aeropuerto de Ezeiza y otra enfrente al predio de la AFA. De la misma manera, por especulaciones que se fueron difundiendo después de que se diera asueto, nadie se quedó en su casa y todos empezaron a movilizarse a puntos neurálgicos de la ciudad como la Avenida 9 de Julio y la Casa Rosada para esperar al equipo. Sin embargo, al mediodía del martes, estaría confirmado que el ómnibus con los campeones no pasaría por ahí.Por su parte, los jugadores de la albiceleste estuvieron mostrando la otra cara del festejo: ¡el suyo! Desde el techo del colectivo y a pura emoción, los jugadores se tomaron unos mates, se pusieron protector solar, se calzaron unos gorritos, agarraron unas sombrillas y arrancaron no más con la caravana. El único que se animó a compartir algo de la previa arriba del colectivo fue el carismático y gran amigo en esta aventura de Lionel Messi, el número "7": Rodrigo De Paul. En sus historias de Instagram se mostraba todo el kit de festejo de la Scaloneta en el mediodía para el festejo como campeones del mundo.
Lo que se mostraba, en primera instancia, es el outfit con el que salieron: luego de la polémica de que no había más remeras de Argentina a la venta en la página de Adidas, los jugadores salieron a festejar con la remera "Argentina campeón 2022" que sale 18.000 pesos. Es blanca, con las tres estrellas y tiene el escudo de la marca con los colores nacionales.
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También visten todos un short color azul, medias blancas y zapatillas deportivas blancas con detalles en celeste. Por supuesto, no podía faltar la medalla de oro colgadas del cuello de todos los jugadores. Además, algunos, a pesar del calor de diciembre, se animaron a ponerse una camisa de manga corta de color violeta y gorritos violetas. Otros, se taparon la cabeza con una gorra blanca (De Paul), o negra (Nicolás Otamendi y otros más), algunos de arlequín en blanco y celeste y otro con gorrito de Instituto de Córdoba (Paulo Dybala).
Como es un privilegio y un evento histórico, no faltaron las tradiciones nacionales que acompañan en este viaje a la selección: espuma, bombos, redoblantes y tambores con la marca Schneider y la cara de Messi besando la copa, espuma a lo carnaval de febrero, banderas celeste y blanca, y la Copa que es una más dentro de todo este lío festivo.
Por las altas temperaturas del mediodía, preocupaba la salud ya que no se sabe si hay comida y baños en el micro. Pero, más que nada la sed de los jugadores durante lo que se espera que pueda ser una caravana de más de ocho horas. Las stories de De Paul confirmaron que no hay problema con eso: los jugadores están tomando en porrones o botellas cortadas con hielo las mezclas de Fantino (Fanta con vino), champaigne con Speed, Fernet con Coca Cola. Al ritmo de "dale, dale, dale, selección" hasta se lo ve a Otamendi enrolándose un fasito. Una verdadera fiesta sin igual, para un equipo mágico que aún no tiene porqué saber cuando va a terminar su festejo.