21 Diciembre de 2022 12:45
El balance que se hizo de la Final del Mundo que se jugó el último domingo en Qatar 2022, hasta los primeros 80 minutos de juego, fue bastante unánime: hubo un dominio absoluto en lo futbolístico por parte de la Selección Argentina sobre su par francesa, con un Lionel Messi en un nivel espléndido y definiendo el partido.
Es que la Scaloneta tuvo más la pelota y supo lastimar mejor con ella, generando un espectáculo deportivo pocas veces visto antes en una final de un mundial, que es cuando los nervios de los jugadores más enervados están.
Aunque ese dominio que se vio no pudo mantenerse hasta el final en el resultado, que terminó en un 3 - 3 en el alargue, y que luego fue a los penales que terminaron dándole la victoria a los albicelestes. Y eso fue porque el francés Kylian Mbappé tuvo una noche brillante, con tres goles que enmudecieron al público argentino y demostraron su innegable jerarquía como delantero de élite mundial.
Quizás es por eso que su voz fue la más importante de las que se escuchó durante la arenga que dio en el vestuario francés, durante el entretiempo. Allí el campeón del mundo en Rusia 2018 y goleador de la actual edición fue lapidario con sus compañeros y apeló a su orgullo con las palabras que dijo.
"Es una final de la Copa del Mundo, ¿eh? Es el partido de una vida. No se puede hacer peor que lo que hicimos", comenzó Kyllian, durísimo con sus compañeros, quienes habían tenido 45 minutos para el olvido, a tal punto que su entrenador, Didier Deschamps, en el minuto 41 metió dos cambios en los que sacó a titulares de la jerarquía como Ousmane Dembelé y Olivier Giroud."Ahora vamos todos al campo, nos dejamos de tonterías, ponemos intensidad y hacemos las cosas diferentes", arengó. "Lo hecho, hecho está. Nos llevan dos goles de ventaja, podemos remontar. Esto sólo pasa cada cuatro años", concluyó el crack europeo.
En ese momento, Mbappé era el único jugador de los franceses que estaba de pie mientras daba su discurso, y ese nivel de compromiso se vio luego en su desempeño en la cancha. Pero quien continuó el discurso fue el arquero suplente Steve Mandanda, quien trató de mantener el espíritu de la estrella juvenil.
"Perdemos 2 a 0. Ya está. A partir de ahora dependemos de nosotros. O damos vuelta el partido... todos lo hemos conseguido alguna vez, es posible... pero hay que entrar al campo con otra actitud, chicos. No es imposible. ¡Es la Final, joder! Lo hemos dado todo por esto", disparó Mandanda.
El último en verse arengando en el video que se filtró ayer fue Deschamps. "Chicos, les digo sin enfadarme. ¿Saben cuál es la diferencia? Es que ellos están jugando una put... final del Mundial. Y nosotros, no jugamos. ¡Eso!", reclamó con fuerza mientras golpeaba el mobiliario del vestuario francés.
Lo que es un hecho es que hasta el minuto 80, en el cual Francia hizo el descuento, no se vio que las palabras hayan sido efectivas. Es que también es innegable que la Argentina hizo un partido espectacular, en el cual dominó, salvo por excepciones, el encuentro en su totalidad.
La fuerza del equipo que conduce Lionel Scaloni -con Messi como capitán-, impidió que Mbappe festeje su segundo mundial consecutivo. Aunque eso no quiere decir que dentro del parisino, no esté germinando un líder y una estrella de una jerarquía enorme, como demostró en los tres goles que hizo y la arenga que le brindó a sus derrotados compañeros.