30 Diciembre de 2016 09:12
Principalmente debemos aclarar que es prácticamente imposible señalar el origen exacto de tal o cual plato, la gastronomía a nivel mundial suele repetirse, copiarse y mejorarse continuamente, por lo tanto la originalidad por sí sola no existe, ésta es el resultado de un proceso relacional, un remix en donde varias ideas antiguas se mezclan para generar algo nuevo. Como afirmaba el legendario filósofo francés Georges-Louis Leclerc:
“La mente humana no puede crear algo. No produce nada hasta que ha sido fecundada por la experiencia y la meditación; sus adquisiciones son las joyas de su producción”
Lo cierto es que la gastronomía Argentina se ha visto influenciada por diversas tradiciones, como la española, la italiana y la aborigen, todas juntas convergen y se fusionan dando nacimiento a la cultura gastronómica nacional, una suerte de identidad culinaria establecida sobre los pilares de las carnes, los embutidos, las pastas y pizzas y la repostería en menor medida.
Hoy en Entusiastas de Cocina nos propusimos profundizar e investigar el origen de cuatro emblemas culinarios nacionales como los son el asado, las empanadas, las milanesas y el pastel de papas. Los resultados sorprenden y demuestran que la originalidad definitivamente no existe.
Asado:
El origen de la carne asada se remonta evolutivamente miles de años atrás a partir de que los primeros hombres lograron dominar el fuego y con ello las técnicas de cocción de los alimentos. A partir del descubrimiento del fuego se comprende que se podía ablandar la carne de otros animales mediante su cocción, así el asado formó parte de la dieta del ser humano, para el principal perjuicio de otros animales.
Siglos más tarde luego de años de desarrollo se empieza a forjar una cultura asadora hacia el interior de la Provincia de Buenos Aires, beneficiada por la calidad de la carne, condiciones climáticas, llanuras con excelentes pasturas y destrezas de los habitantes de estas zonas, los gauchos, en las técnicas de cocción y en el desposte de los animales.
Empanadas:
Uno de sus principales origenes se puede trazar en España, con la tradicional empanada gallega, donde se ahuecaba un pedazo de pan y se lo rellenaba con diferentes tipos de carne, marisco, pollo.
Con el tiempo se empezó a hornear la masa de pan con el relleno ya adentro. Al introducirse en América del Sur, se desparramó por todo el continente, al punto que hoy en día cada país tiene su propio estilo de empanadas, inclusive existen variedades dentro de cada país. En Argentina tenemos la empanada salteña, la tucumana, la cuyana, la sanjuanina, etcétera.
Milanesa:
No existe un origen específico, si bien su nombre hace referencia a Milán, Italia donde la milanesa se conoce con el nombre de “cotoletta”. También tiene su versión japonesa “tonkatsu” y alemana “schnitzel”.
La "Milanesa Napolitana", con tomate, queso y jamón, nada tiene de Napolitana, en Nápoles ni saben que las llamamos así, en cambio se dice que la popularizó un tal Jose Napoli en su Pizzeria Napoli por la década del 30.
El pastel de papas:
Una de las versiones mas conocidas fuera de Argentina es de origen británico, conocido como “shepherds pie” cuya traducción literal sería “pastel de los pastores”. Originalmente hecho con carne de cordero. Los ingredientes y el procedimiento es el mismo.
El detalle de agregarle aceitunas y huevo duro si se podría considerar cómo argentino.
Luego de este análisis podemos señalar que es muy difícil trazar una línea entre los limites geográficos y los platos originarios de cada pueblo. Pasa lo mismo con platos tan identificados con una cultura, como el sushi japones o la pizza italiana, pero si investigamos sus raíces descubrimos que ambos tienen fuertes raíces en China.
Así como en el mundo de las ideas y la tecnología, los alimentos van evolucionando y perfeccionándose, volviéndose más simples y efectivos, como un modo de adaptación al medio.