Una receta tradicional de la abuela, esa que todos hemos probado y amado de niños sin entender bien como se hacía. Cremosa y suave, la salsa blanca acompaña todo tipo de platos, pasando por canelones, salsas para pastas, milanesa a la suiza y hasta en sopas.
Simple y deliciosa.
Su simpleza y su particular éxito reside en que se pueda preparar con ingredientes básicos que se consiguen en cualquier almacén de barrio y en solo tres simples pasos. Así logro popularizarse y llegar a todos los hogares.
Es una de las preparaciones básicas de la gastronomía francesa, también conocida como “salsa bechamel”. gracias a su versatilidad se utiliza como base y como espesante para una gran variedad de otras salsas: Salsa Mornay, Salsa Cheddar, Salsa Cuatro Quesos, Salsa Mostaza, entre muchas otras.
TIP: La salsa blanca es un excelente reemplazo de la crema, igual de rica y mucho más económica!
RECETA PARA PREPARA SALSA BLANCA
INGREDIENTES
-Manteca 50 gramos.
-Harina 50 gramos.
-Leche ½ litro.
-Sal/pimienta a gusto
PASO 1
El primer paso para preparar nuestra salsa blanca será realizar lo que en gastronomía se denomina: “Roux”, que es básicamente una mezcla de harina con manteca.
Mismas cantidades de harina y manteca, nada más.
En una olla a baño maría mezclamos mismas cantidades de harina y manteca.
Integramos bien hasta que se forme una pasta y se disuelva bien el harina.
Se hace rápido en menos de 2 o 3 minutos, una vez que esta bien integrado sacamos del fuego.
PASO 2
Luego llevamos a una olla con fuego moderado la leche y una vez que se calienta la leche (sin que llegue a hervir nunca!) vamos a mezclar con nuestro Roux.
La clave es revolver bien con batidor de mano o tenedor en su defecto.
Para hacer esto más fácil y evitar los grumos innecesarios podemos integrar en un recipiente aparte 10 cucharadas de leche caliente con el roux, asi obtenemos una consistencia más líquida y así poder mezclar ambas preparaciones más fácilmente.
PASO 3
Siempre revolviendo con un batidor y con la olla sobre fuego moderado vamos a notar que el liquido comienza a espesar. Según el tiempo que la cocinemos será el espesor de la salsa logrado.
Aquí depende del espesor que busquemos para nuestra salsa blanca. Si la vamos a utilizar para gratinar algo en el horno vamos a buscar un tono espeso, en cambio si queremos que sea una salsa para pastas nos va a ayudar que sea un poco mas liquida.
Ideal con todo tipo de pastas.
De todos modos no hay que preocuparse, ya que si nos pasamos de cocción y nos queda muy espesa lo podemos corregir agregando más leche o en su defecto agua.
Una vez lista salpimentamos y nuestra salsa blanca ya esta lista!