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A 16 años de su muerte, la madre de Rodrigo jura que El Potro fue asesinado

Beatriz Olave habló con BigBang. Asegura que al cuartetero "lo mataron" y revela lo que sufrió tras su muerte. Además, qué hará para homenajearlo y su amor por Gran Hermano.

24 Junio de 2016 15:27
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Cómo olvidarlo, igual que lo repite en uno de sus tantos hits. Y menos en un día como hoy. Fue hace 16 años, en 2000. En la madrugada del sábado 24 de junio se confirmaba la muerte de Rodrigo Bueno. La causa de su deceso, según difundían los medios, se debió a un trágico accidente automovilístico. Pero para Beatriz Olave, su madre, lo mataron a sangre fría.

“Lo mataron, estoy segura. Él me dijo, quince días antes, que sabía que iba a ser boleta”, cuenta en diálogo con BigBang.

La imagen de la tragedia.

El destino quiso que “El Potro” cordobés sea eterno por sus cuartetos pero para Olave ya nada será igual. “Agradezco que lo tengan presente casi tanto como yo, porque de otra manera no podría seguir adelante. Pensé en pegarme un tiro y no lo hice porque tenía otros dos hijos para criar”, explica y asegura que está mejor recién ahora, pero que le llevó años recuperarse de la depresión.

Rodrigo Bueno, el cuartero recordado en el aniversario de su muerte.

"Pensé en pegarme un tiro y no lo hice porque tenía otros dos hijos para criar

“A donde voy tengo foto de él, o algo de él para que esté conmigo. Lo siento conmigo. Lo pienso y lo recuerdo, mucho más como niño que como cantante. Pienso cuando lo tuve, cuando era chico, cuando era mío. Porque luego creció y ya es de todos, como quería él”, dice sin encontrar consuelo en su dolor.

La imagen de Rodrigo inundó los medios para los fines de los 90.

Lo que más extraña de él son sus gestos, sus maneras de “hacerse sentir”. “Extraño sus abrazos, sus besos en la mejilla. Era muy cariñoso. No quiere decir que mis otros hijos no lo sean, pero tienen otra personalidad y sinceramente no lo puedo superar. Me invento cosas, que está por venir o que está conmigo, como si fuera Dios pero hablo con él”, suma y sigue confesando su vínculo con Rodrigo tras su muerte.

“Me cumple todo, le pido que me saque los dolores de las piernas y me hace sentir mejor. Había dejado de caminar, de tanto estar en cama llorando por él. En un momento no te das cuenta pero todo pasa de largo, te negás a la realidad pero cuando la realidad llega perdiste. Y para mí, lo peor fue perder a mi hijo”.

Beatriz tomó fuerzas por ella, por sus otros hijos y por lo “mejor que le dejó” Rodrigo, Ramiro. “Mi nieto es lo más lindo que tengo, agradezco que Rodrigo me lo haya dejado porque lo veo y más se parece al padre. Tiene gestos y formas de moverse que son iguales y eso que no lo conoció prácticamente, porque Ramiro tenía 3 años cuando murió su papá”, afirma.

"Mi nieto es lo más lindo que tengo, agradezco que Rodrigo me lo haya dejado

Con la tristeza instalada en su voz borra la imagen de esa mujer que se reía cuando su hijo ante los medios la exponía diciendo que “le chiflaba el moño”, dejando instalada esa frase. Lejos de esos momentos de gloria del cuartero, Beatriz repasa los últimos momentos que compartió con él.

“Tenía 27 años, era chiquito, tenía mucha inocencia aún. Yo sé que a mi hijo me lo mataron. Y uno de los que asesinos debe estar arrepentido. Podría ahora estar cantando con su hermano y no muero. No pudo haber hecho Rodrigo un daño tan grande para matarlo”, cuenta y sigue.

“Él presentía su muerte. Me dijo quince días antes que iba a morir

“Él presentía su muerte. Me dijo quince días antes que iba a morir, luego de volver de Cuba. Él iba a verlo a Maradona y se encontró con un hombre de lentes, vestido de negro y le dijo que se volviera porque iba a ser boleta. Y luego de eso viajó a Las Leñas, donde trabajó y al volver de ahí pasó lo que pasó”, dice enojada.

La hipótesis que sostiene es que “Rodrigo debió haber visto algo que no tenía que ver”. “Lo mataron por miedo a que hable. Yo no puedo decir nada más porque soy la madre. Acá hay buenos abogados para los que hacen mal pero no para los que sufren”, se lamenta.

"Extraño sus besos en la mejilla", dice Beatriz.

Ahora Beatriz formó una familia junto a Patricia, ex pareja de Rodrigo y madre de su Ramiro, quien tuvo dos hijas más y son los que la acompañan. Además de la única hermana que tiene y sus sobrinas. “Sigo agradeciendo a todos los que hicieron algo por mí, en mi momento de locura e impotencia, hicieron algo por mí. Siempre fui muy pasiva y sólo me rebelé a la muerte. Pasé a ser una loca. Se murió mi hijo y debí aprender cómo se vive con los recuerdos, como es comer en familia o lo que se siente porque ya no es así”.

"Se murió mi hijo y debí aprender cómo se vive con los recuerdos

Entre otras de las cosas que extraña es ver el sacrificio de su hijo. “Extraño ver el sacrificio de mi hijo, porque él se sacrificó mucho. Lo llevo como una bandera y se que Rodrigo es uno de tantos jóvenes que mueren. Pero no quise sumarme a las madres del dolor, por más que me lo ofrecieron. No soy de andar con pancartas. Por mi dolor no voy a pedir un bolsón de comida a cambio o lo que sea, yo lo lloro en mi casa, a solas o donde sea”, describió y disparó con firmeza que “Estamos en un país que no sirve para nada”.

"Por mi dolor no voy a pedir un bolsón de comida a cambio o lo que sea

Beatríz junto al homenaje a su hijo. 

“Estamos mal. A Rodrigo hasta le rezo para que me ayude a pasar el frío porque acá está todo muy caro. Pasamos frío porque mi casa es grande y es caro mantenerla”, detalla. Sobre política no habla, está desesperanzada, descreída y confiesa que incluso no votó en las elecciones presidenciales.  “No puedo votar por ninguno porque ninguno hace bien las cosas”, resume.

SU ENOJO CON EDUCANDO A NINA

“Me enoje pero no la había visto, y me la contaron mal. Si hay gente que la mira y le hace bien y le gusta, que la sigan haciendo. ¿Quién soy yo para prohibirla?, se preguntó y siguió. “No puedo ser egoísta. Pero es difícil imitar al cordobés, sobre todo por los términos. Yo no me identifico con los cordobeses, tienen formas un poco torpes. Acá dicen “está buenazo” o “ricazo”, yo no lo diría así. Pero por ejemplo Mirtha Legrand, usa el término “mesaza” y es algo que diría un cordobés. Pero a ella le queda bien porque tiene un tono fino pero en los cordobeses es distinto como queda”, explica.

"Yo no me identifico con los cordobeses, tienen formas un poco torpes

Pese a haber asegurado que no le molesta la novela "Educando a Nina", que emite Telefé y es protagonizada por Griselda Siciliani, reconoce que tiene parecidos con su propia historia. En la historia hay un personaje basado en su hijo Rodrigo y otro, interpretado por Verónica Llinas, que la representaría. 

La ficción y la realidad. 

“Usan modismos que ellos creen que yo usaría. O muestran a una madre preocupada por su hijo cantante, que grita y es de tomar y no fui así. Yo a mis hijos los crié con amor y nunca les pegué. Los besaba y les hablaba. Si me quieren tratar como loca, que me traten de loca. Ante semejante desgracia que me paso puedo hacer lo que sea, hasta pegarme un tiro pero no lo hice porque tengo dos hijos. Pero no por una novela. Si quieren hacer plata usando eso, que lo hagan”, finalizó al respecto.

FAN DE GRAN HERMANO

La rutina de Beatriz es cumplir con las tareas del hogar y aprovecha a mirar televisión como compañía. Entre los programas que mira no duda en señalar al reality Gran Hermano como su favorito. “Soy fanática. Me dio pena que se haya ido Dante, porque me gustaba. Pero se prestó a la locura de Marian, y quedó afuera. Si los dejaban en la casa sería injusto”, opina sin titubear y sigue. “No le tuvieron respeto a la casa, es entretenido”, dice.

Entre sus preferidos menciona primero a Mauricio. “Me conmueve su historia de vida. Va al frente, no anda con mentiras. Tiene principios y de las chicas me gusta Ivana Icardi. Es combativa. Pero no me gusta Belén porque no tiene buenos gestos. Tiene cara de sobradora, de pensativa para ver que puede hacer contra los otros”, continúa.  Luego dice que considera a Matías S. como posible ganador, por ser frontal pero extraña la casa con Lucas Tisera. “La casa estaba más unida”, acota como una experta de la materia.

Para finalizar la charla, Beatriz se despide con otro ánimo. “Hablar de Rodrigo siempre me pone bien. Hoy pasaremos el día como se pueda. Voy a tomar un porrón de cerveza por él pese a que no tomo alcohol. Él amaba la cerveza y lo haré en su honor. Pasaron tantos años y lo recuerdan y eso no pasa con todos los cantantes y lo agradezco”, dijo y terminó la conversación pero los cuartetos sonaban de fondo.