La gentil amenaza de Mirtha Legrand alrededor de su posible retiro sobrevuela la pantalla chica prácticamente todos los años, casi como un gesto de complicidad entre la diva y su público.
La entrevista de Mirtha anunciando su retiro en 1946.
Sin embargo, probablemente pocos televidentes estén al tanto de que Mirtha ya dejaba translucir la idea de abandonar el mundo del espectáculo hace nada más y nada menos que 70 años.
En aquellos años, Mirtha se perfilaba como una gran estrella cinematográfica.
En aquel entonces, Legrand era una actriz casi adolescente que recibía a la revista Cine Argentino en su hogar para contarle una gran noticia: estaba a punto de casarse con Julio Alvar Díaz, subteniente de reserva del Ejército a quien la publicación describe como "estudiante universitario, escritor, hombre de inquietudes".
Según relata Cine Argentino, Mirtha se había comprometido con el joven militar en Córdoba, hacia donde viajó acompañada por su madre. La boda, de acuerdo a la actriz, tendría lugar en 1946 una vez que ella cumpliera con sus compromisos teatrales de temporada y con algunos contratos cinematográficos pendientes. "Además mi novio, que en este momento está bajo bandera, tendrá que dar fin a su carrera", aclaraba.
Mirtha, su melliza Silvia y Niní Marshall en la película "Hay que educar a Niní".
Además, Legrand aseguraba que luego del casamiento se retiraría de las actividades artísticas "por completo" para convertirse en ama de casa y dedicarse a su hogar. "Soy feliz, el amor nos ha conducido por su ruta encantada", declamaba enamorada. "Tengo tanto que agradecer a la vida".
El casamiento que sí fue
Sin embargo, está claro que tal cosa jamás sucedió y que ni siquiera se concretó el matrimonio entre la actriz y Alvar Díaz, quien desapareció desdibujado por las nieblas de la historia.
Y lo cierto es que Mirtha efectivamente se casó en 1946 -más precisamente el 18 de mayo- pero el novio fue otro: Daniel Tinayre, a quien conoció poco después de brindar aquella entrevista a Cine Argentino mientras filmaba Cinco besos.
De hecho, el encargado de poner a Legrand y Tinayre frente a frente fue el director de aquella película, Luis Saslavsky, quien oficiaría luego de testigo en la boda civil.