Pieza fundamental en la salud sexual de cualquier persona con vulva: el Satisfyer. Lali Espósito dio una entrevista para la Revista Vogue en la que le preguntaban qué llevaba en el bolso la cantante. Lo primero que sacó fue un succionador de clítoris de esta marca, el juguete erótico para la salud íntima que se volvió la sensación de miles desde hace algunos pocos años.
En verdad, el boom fue durante la pandemia por COVID-19 cuando no había posibilidad de interactuar con otros y el modelo rompió récords en ventas porque, cómo dice su slogan, proporciona placer al actuar directamente en la zona permitiendo llegar al orgasmo rápidamente. Algo que en las personas heterosexuales con vulva, vale aclarar, es más difícil de conseguir que lo que parece.
La cantante mostró el juguete que reconoció como “su mejor amigo” y dio un dato más que resulta importante remarcar: con sus amigas le rinden tributo en el medio de sus charlas. “Sobre todo cuando viajás muchísimo. Cuando dicen: 'El perro es el mejor amigo del hombre, éste es el mejor amigo de la mujer'. Charlas enteras durante horas con mis amigas por lo que sentimos por él. Es una historia de amor que uno tiene con su intimidad”, dijo Lali mientras miraba con ternura al estimulador sexual.
De acuerdo a la revista Cosmopolitan el succionador de clítoris vendió más de 25 millones desde 2016 y cuenta con más de 100.000 opiniones en Amazon. No es casual, porque así como creció la demanda en Argentina, de unos pocos Sex Shops que habían en el país, más que nada centralizados en la Ciudad de Buenos Aires, ahora hay al menos 20. El más conocido es Buttman, que tiene una flamante nueva sede en el barrio de Belgrano.
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BigBang salió a corroborar la tendencia: allí, el Satisfyer Pro 2, el que usa y recomienda Lali, es de los más vendidos tanto por personas con vulva que se acercan para hacerse “un autoregalo” y “por los hombres que regalan este juguete” para el bienestar sexual de las mujeres que son de su agrado. Cuesta 25.961 pesos y "es muy efectivo", según comentaron desde el lugar.Una de las empleadas de la sede explicó: “Tenemos unos modelos parecidos, a menor precio que son de la marca de nuestra empresa (Sex Therapy) y que son muy buenos (no superan los 16.000 pesos) pero son más invasivos. Si bien son estimuladores sexuales, su función es más de chupar la zona”. Y agregó: “El Satisfyer hace presión por ondas de aire. Agarra el capuchón del clítoris y hace presión tipo sopapa. Por eso es un succionador”.
“¿Cómo asesoran a los clientes en la búsqueda de su bienestar sexual?”, preguntó este medio. La empleada respondió: “Nosotros preguntamos siempre: '¿Qué zona te gustaría estimular?'”. Es que en cualquiera de los sitios hay una gran cantidad y variedad de productos y, si bien, lo ideal sería probarlos todos para saber qué juguete va con cada persona en base a sus fantasías resulta importante entender de sensaciones y experiencias que se quieran vivir en la intimidad de uno, o estando acompañados.
En este tipo de locales uno se puede encontrar desde estimuladores, vibradores, dildos (de una o doble penetración), disfraces y lencería erótica, anillos para la doble estimulación tanto de pene y vulva, juguetes anales, toda una línea de productos customizados para BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo), succionadores de pene y hasta muñecos inflables o de silicona que tienen tamaño real. Hay de todo, de todos los colores y de diferentes tamaños. Por lo que, a la hora de decidir por qué comprar no está mal preguntarse en base a la necesidad de uso y momento del día, y hasta los deseos a cumplir en el momento de jugar con el placer sexual de cada uno.
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En una enumeración de los más tradicionales instrumentos sexuales a los más llamativos que uno se puede encontrar en este Sex Shop, los precios oscilan bastante. Los disfraces de marca “Mordisco” comienzan arriba de los 7.000 pesos (azafata 7.742 pesos, de conejita al precio de 8.537, de secretaria de 7.744, de policía de 9.100 y enfermera sexy por 7.742 pesos). Mientras que la ropa de lencería y camisones con transparencias van por arriba de los 10 mil pesos.Al respecto de los dildos, mal conocidos como “consoladores”, de la marca más accesible (Sex Therapy), el precio está por arriba de los 19 mil pesos. Los dilatadores para quienes sufren de vaginismo tienen un costo de 13 mil pesos. De la misma manera, para los "ano toys" están por encima de los 10 mil pesos. Todos son productos que se producen en el exterior y se importan.
Entre los más provocativos encontramos un succionador de pene para “mantener firme al amigo” que va por encima de los 17 mil pesos; doble pene para las penetraciones de dos personas en simultáneo de la marca “Fetish Fantasy” por arriba de los 32 mil pesos y hasta modelos de 45 mil en adelante. También destacamos el vibrador con forma de vulva que tiene un costo de 22.122 pesos.
Asismo, se venden “love dolls” que son muñecos inflables (mujeres desnudas y hombres vestidos de civil o de oficio tipo bombero) que pueden venir con vibración o sin ella. Sus precios van por arriba de los 22 mil pesos, pero si uno quiere ir un poco más allá puede obtener a las mujeres de silicona en tamaño real a más de 1 millón de pesos. Y, también, se encuentran productos del tipo “bangin bench”, es decir, sillas para la penetración que tienen un costo por encima de los 77 mil pesos.
Quienes más frecuentan estos locales suelen ser mujeres o mujeres con sus parejas, sin importar el género. Por lo que, de acuerdo a las palabras de la empleada, luego del Satisfyer, el segundo más vedido es el anillo de doble estimulación que se pueden colocar sobre la vulva y usarse para el momento de la penetración o alrededor del pene para que en el momento de la fricción se estimule la vulva. Estos productos comienzan en un valor de 4 mil pesos y hay más de 100 variedades y estilos.