De acuerdo a fuentes cercanas a la familia real británica, los problemas de ansiedad sufridos por el príncipe William son cada vez más profundos. El hijo mayor de Lady Di y segundo en línea de sucesión al trono atraviesa un duro presente por la mala relación que mantiene con su hermano, el príncipe Harry, y la decisión de la Reina de entregarle la Corona a su padre.
El estrés usual de su posición se profundizó durante el 2020: además de contagiarse coronavirus, tuvo que tomar más responsabilidades protocolares en reemplazo de su abuela, la reina Elizabeth II, aislada en razón de su edad avanzada.
Además, y a pesar de que el heredero natural de la monarca es su hijo mayor Charles, padre de William, el príncipe aún conserva esperanzas de que la sucesión se saltee y él sea elegido rey.
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Su gran popularidad y la de su esposa Kate Middleton, además del hecho de que Charles ya tiene 72 años, le hacen pensar que podría ser posible, pero la reina aún no da señales de haber tomado una decisión al respecto.
"Cuando William supo que su abuela todavía apoyaba a su padre Charles como futuro rey, eso lo condujo a la cornisa. Ella le había dado tantas responsabilidades a él y a Kate en los últimos meses que él creyó que su padre sería exceptuado”, contó una fuente a la revista In Touch.
El enfrentamiento con su único hermano Harry también le pesa. Alejados de los escándalos de Buckingham, el duque de Sussex espera su segundo hijo junto a Meghan Markle en Los Angeles, Estados Unidos, y su por ahora exitosa decisión de alejarse de la corona entristece a William.
De acuerdo a otra fuente consultada por la misma revista norteamericana In Touch, William se habría refugiado en el alcohol. "Amigos y gente dentro del Palacio están preocupados por él. Está conteniendo demasiada ira. Ahogar el dolor en bebidas no es la respuesta”, agregó el informante.
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El único descanso de William es el hecho de que el escándalo por su supuesta infidelidad con Rose Hanbury, amiga cercana de la familia, no parece haber impactado en su matrimonio.
Los allegados a la pareja coinciden en señalar que Kate lo apoya a pesar de aún estar dolida. Ella y sus hijos George, Charlotte y Louis siguen siendo fuente de sostén y cariño constante para el príncipe.