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Luis Miguel no se presentó el sábado a un show en el Coliseo de Yucatán, en México. El artista tuvo que suspender a último momento el recital y el organizador del evento lo acusó de haberse drogado y emborrachado en su hotel.
Un portavoz del Coliseo anunció a las más de 10 mil personas sobre la cancelación del espectáculo y acusó al cantante de haber tomado alcohol y drogas. "El artista Luis Miguel simple y sencillamente se metió a su cuarto (del exclusivo hotel Hacienda Temozón Sur), pidió botellas de alcohol y se está emborrachando en su cuarto; esa es la verdad, yo no voy a decir mentiras; está en su habitación emborrachándose y drogándose", comunicó al público -que había abonado un promedio de 500 pesos y que esperó durante dos horas al intérprete- apenas se supo la noticia y concluyó: "Vamos a levantar una denuncia, les suplico que vayan desalojando con tranquilidad".
La noche no sólo culminó con disturbios en el Estadio Coliseo sino que le valió al cantante la detención de tres de sus asistentes, incluido su manager, Oscar Montes. El diario 20 Minutos publicó que el apoderado legal del Coliseo Yucatán, José Gabriel Castillo Peralta, realizó una denuncia civil por incumplimiento de contrato. Los detenidos se reservaron el derecho a declarar sobre la ausencia de Luis Miguel, quien el domingo escapó y abandonó Yucatán al alquilar un Jet privado y regresar velozmente a su departamento (valuado en dos millones de dólares) de Bal Harbour en Miami.
El entorno del cantante mexicano (nacido en Puerto Rico), le atribuyó la suspensión del show a un error de transporte. Según su versión de los hechos, el artista se negó a viajar en auto luego que se demorara el helicóptero que debía transportarlo por contrato al estadio. Y, esta madrugada, la cuenta oficial de Twitter de Luismi comunicó que por "cuestiones técnicas" de su aeronave "no pudo ser trasladado a tiempo" al Estadio Coliseo.