¡Es como estafar al hombre topo de Los Simpson! Un nuevo escándalo salpicó a la familia Stoessel, aunque esta vez la protagonista de la polémica sería la matriarca del clan: Mariana Muzlera, la mamá de Tini. Resulta que la esposa del padre de Mariana, una mujer no vidente de 79 años llamada María Cristina Chaves, la acusó de robarle ¡95 mil dólares!, algo así como 11.790.060 de pesos. De hecho, la denuncia ya se encuentra en manos de la Justicia y hasta hubo una mediación entre las partes.
Chaves se encuentra casada con Guillermo Muzlera, abuelo de Tini y padre de Mariana, desde hace 24 años. Sin embargo, eso no evitó que la mujer denunciara por “hurto y defraudación” a su hijastra. Según trascendió, la cuenta del banco -que contenía los ahorros de toda una vida de Chaves y el monto de la venta de un departamento- era compartida por el matrimonio y la entidad bancaria confirmó que Mariana no contaba con la autorización para hacer el retiro del dinero.
De acuerdo con la denuncia, Mariana Stoessel se presentó al día siguiente con un papel, en teoría firmado por el señor Muzlera, e hizo la extracción identificándose como la hija del dueño de la cuenta y señalando que el apellido que usaba era el de casada. La información fue dada por Diario Popular, que se contactó con Agustín Rodríguez, abogado de la madre de Tini, y de manera muy llamativa aseguró no estar al tanto del tema y los derivó a que hablen directamente con su clienta.
En esa línea, Mariana negó haber retirado el dinero y desconoció la denuncia. Además, dijo no ser la persona que el banco identificó como “Mariana Stoessel”. A pesar de su desmentida, no se quedó de brazos cruzados y designó un nuevo abogado penal para que la acompañe en el proceso judicial que definirá si es inocente o culpable. Esto último, a pesar que el abogado de Chaves, Hernán Kelmansky, confirmó que en octubre del 2021 se realizó una mediación con Rodríguez.
Lo cierto es que la causa número 55.924/21 se tramita en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°40, Secretaría N°139, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mientras tanto, el abuelo de Tini permanece internado en un geriátrico, ya que enfrenta un avanzado deterioro cognitivo después de un episodio en donde se lo vio deambulando en la calle.
Este no es el primer gran escándalo de la familia Stoessel: la primera bomba estalló el 10 de enero de 2019 cuando la cuenta de Twitter de Edenor escrachó a Maru Botana al denunciar que su local de Olivos se encontraba “colgado” de la luz. Pero entre lágrimas, la también empresaria salió de inmediato a explicar que se trataba de una franquicia que pertenecía al productor televisivo y padre de la cantante Tini Stoessel, Alejandro.
Con el correr de las horas se supo que, en efecto, la sucursal pertenecía a la empresa FRANMA SA. Pese a la aclaración de Botana, el titular no era Alejandro, sino su hija y uno de sus primos. En efecto, la empresa pertenecía de modo inicial a Tini y a su socio Manuel Agustín Benito Patané. Sin embargo, a mediados del año 2018 la cantante le había cedido las acciones a su hermano, Manuel Stoessel.
La franquicia había comenzado a operar en noviembre del 2017, cuatro meses después de que “Tini” se desvinculara de la empresa familiar. El local permaneció cerrado del mes de marzo a noviembre de 2019 por refacciones, lo que significó una llamativa baja en el consumo mensual de kW.
Sin embargo, la intervención de Edenor llegó en enero, cuando la empresa se dispuso a cortarle el servicio al local luego de registrar una mora de dos meses. Al llegar al lugar, detectaron una alteración en el medidor y lo denunciaron por Twitter: “Le retiramos el medidor a un local gastronómico con una conexión clandestina en Juan Segundo Fernández 141, en la localidad de San Isidro. El robo de energía es un delito penado por la ley que afecta la calidad del servicio que vos pagás”.
Después de una reunión entre los Stoessel y Edenor, la empresa se comprometió a comenzar una investigación para detectar en qué momento se intervino de manera clandestina la conexión. Al año siguiente, el padre de Martina “Tini” Stoessel estuvo en la mira de la Justicia como consecuencia de una denuncia por usurpación de un terreno en San Isidro.
La causa la inició Guillermo Martínez de Hoz, sobrino del ex ministro de Economía durante la última dictadura militar. Alejandro Stoessel -histórico productor que estuvo detrás de programas como Videomatch- y su esposa se habrían quedado con la propiedad, valuada en dos millones de dólares, de forma fraudulenta. De acuerdo a lo que alega Martínez de Hoz, los Stoessel firmaron un boleto de compraventa con la señora que se quedó cuidando de la vivienda precaria y la dieron como dueña, cuando en realidad la propiedad le pertenecía a la familia Martínez de Hoz; de hecho, el hijo legítimo presentó partida de nacimiento, documentos al día y registros de catastro.
Cuando falleció el padre de Martínez de Hoz en 2015, en la casa se quedó una casera que habría llevado adelante la operación de venta del inmueble sin la autorización de los supuestos dueños. En el terreno de la propia, situado en el barrio Las Lomas, Stoessel habría edificado la casa en donde vive. ¿Cómo se dieron cuentan los denunciantes? Martínez de Hoz pasó por la propiedad un día y se sorprendió al ver que había una obra en curso. Cuando empezó a preguntar en el barrio se enteró de que quien estaba detrás de la construcción era el padre de Tini Stoessel, por lo que recurrió a la Justicia para intentar recuperar el inmueble.
Ante la falta de respuestas en el fuero civil, los denunciantes decidieron ir directamente con una denuncia penal contra Stoessel debido a que tienen la sospecha de que alguien durmió el expediente. Es que además del desalojo, Martínez de Hoz quería un resarcimiento por el tiempo en el que el padre y la madre de la cantante y actriz hicieron usufructo de la propiedad.