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Alma de fútbol y radio

Alejandro Apo en BBN: de sus 50 años de radio a su nuevo show que une la literatura, el fútbol y el barrio

El comentarista deportivo recorrió su nuevo espectáculo y analizó la radio y la cultura en tiempos de Milei.

31 Agosto de 2024 15:00
Alejandro Apo cumplió 50 años de radio en agosto. X

El comentarista de fútbol Alejandro Apo cumplió 50 años de radio en agosto. Es decir, que viene de una época en la que los periodistas deportivos no decían de qué cuadro eran. De una época en la que el académico mundo de la letras miraba con recelo a la cultura popular y su principal pasión: el fútbol. La suerte, buena y mala, lo tocó en el sentido de que ahora los relatores confiesan el equipo que mueve sus pasiones, pero también en que el juego que en los barrios conocen como "la pelota" se ganó un lugar entre lo más destacado de la literatura local.

En ese cambio, Apo evidentemente cumplió un rol en todos esos sábados en los que en su Todo con afecto leyó los cuentos de Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa, y tantas otras eminencias. Inclusive allí popularizó lo que hacía Eduardo Sacheri, a quien, en algún sentido y con la humildad de no reconocerlo, lanzó al estrellato. 

Con esa materia prima, y con la de haber hecho entre 1999 y 2017 Y el fútbol contó un cuento en más 800 ciudades del país, es que ahora hace en el espacio Abra Cultural de Hipólito Yrigoyen 840: La poesía del barrio y el fútbol en el alma, su nuevo espectáculo en el que homenajea a Diego Armando Maradona y a todos esos autores que lograron la gesta de hacer pasar vergüenza a las eminencias de la cultura que no querían dejar que "la pelota" se siente junto a Jorge Luis Borges y Julio Cortazar.

Alejandro Apo y la radio.

¿Cómo es tu nuevo espectáculo? 

- Es en un lugar muy lindo. Yo estaré tres funciones más en septiembre en Abra Cultural. Es un recorrido emotivo, un saludo a (Diego Armando) Maradona, a los grandes futbolistas, y a los atorrantes del barrio que jugaban en la esquina de la casa de la vieja de al lado, que se quedaba con la pelota de la siesta. O sea, por eso se llama "La poesía en el barrio y el fútbol en el alma", que es un poco lo que nos fue formando. Porque estamos, como dice (Rodolfo) Braceli en su gran libro De fútbol somos, estamos hechos de fútbol.

Y el entorno familiar también. Primero porque hay muchas mujeres ya muy futboleras, con un apasionante campeonato femenino de fútbol, y después porque interpretaban mucho mejor la pasión por el fútbol de sus parejas, de sus padres, de sus abuelos, de sus hijos y entonces se integra ahí todo un tuco, que que yo transmito hace muchos años. En 1999 ideó este espectáculo, que se llamaba Y el fútbol contó un cuento, Darío Grandinetti. Ese gran amigo y gran actor, que me dijo un día: 'Vos tenés que juntar lo que la gente más te pide por radio y hacerlo en un espectáculo', que en principio fue allá en Mar del Plata. En La subasta, un teatro bar donde con Marcelo Sanjurjo, que ya no está en la vida, pero que me acompañó en todo un periplo de 800 ciudades de todo el país. Hasta 2017.

La literatura académica siempre vio con desdén al fútbol. Y vos tuviste la suerte de haber sido contemporáneo con Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa, que son quienes más aportaron a la literatura futbolística.

- Y... ellos se nombran primero. Soriano, Fontanarosa, Braceli, Mempo Giardinelli, Alejandro Dolina. Yo tengo textos de todos. Eduardo Sacheri, que se incorporó con ese fútbol tan del barrio y tan de nosotros. Porque eso es lo que interpretamos siempre, que era que íbamos por las ciudades y los pueblos de todo el país y pasaba lo mismo que en el barrio: jugaban con los de la otra cuadra, eran los grandes desafíos. Por eso tienen tanto éxito Esperándolo a Tito de Sacheri, porque era el tipo que dejaba el Milan para jugar el partido entre los rivales del barrio. Es la sublimación de la amistad.

Y esos cuentos, esas historias, son nuestras. Las que nos han formado. Ahí están los amigos, los primeros amores, ahí están las primeras competencias. Ahí está el viejo que nos llevaba a la cancha ahí, ahí está un poco todo lo que después se desarrolla. Somos futboleros, más allá de que yo les falló a todos los futboleros porque no revelo de qué cuadro soy. Eso es porque la gente es muy desconfiada de los comentaristas. Entonces si yo elogio al equipo que digo que soy hincha, me va a decir: "Pero usted porque es hincha". Nunca va a pensar que lo hago porque porque veo eso.

Ahora es muy común que los periodistas deportivos digan de qué cuadro es

- No me gusta nada.

Inclusive hay una realidad que muchas veces pasa, que después de tantos años de carrera, ese club que era el club de tus amores de chico ya ocupa otro rol, ¿no?

- Yo lo manejo con mucho equilibrio, con mucha tranquilidad, pero al principio me costó. Por ejemplo, en los comienzos de los 70, yo empecé en el 74, tenía 19, pasaron 50 años. Y cuando empecé a comentar partidos era más crítico con mi equipo, era más duro para que no se me filtrara ninguna simpatía arbitraria. Pero después soy hincha de técnicos, de jugadores, me gusta que ganen. Yo el placer, y esto la gente lo va a entender bien, el placer más grande que tengo por el fútbol hoy, es que me digas mañana: "Vení con tus amigos y vamos a ver un partido de la Selección". Y yo no tengo la obligación del equilibrio, del tino, de la buena opinión, sino que puedo decir: "Mirá este animal lo que hizo". Porque yo soy un futbolero natural, de barrio, apasionado por el fútbol y tengo que estar siempre cuidando las formas de decir una cosa equilibrada, porque es mi laburo: acompañar a Víctor Hugo (Morales) por ejemplo, en el relato. Entonces si me invitan mañana a la cancha y voy con mis amigos de toda la vida, los que veo todas las semanas, amigos que perduran en el tiempo, del alma, y me encanta, porque puedo opinar sin tener la presión de que estoy en un medio radial, televisivo o escrito.

Alejandro Apo.

Para quienes no saben, este año cumpliste 50 de radio y en La 750 tuviste un programa especial de tres horas donde en vez de querer que el foco del homenaje esté sobre tu persona, quisiste que esté sobre la radio.

- La radio de los 70', porque es otra radio. Si yo hablo con un muchacho joven, con los chicos que hacen radio que ya no son tan jóvenes: Sebastián Wainraich, Matías Martin, Andy Kusnetzoff. Ellos no recuerdan la década del 70, si nacieron ahí. Entonces yo lo que propuse, y me acompañaron, pero la gente desde el afecto, los amigos, las y los colegas, hablaban de mi participación. Y yo lo que quería era hablar de la radio de ese momento. En estos días voy a hablar de la radio porque se cumplen 104 años del comienzo de las transmisiones radiales, que se celebra el 27 de agosto porque apareció aquí en la Argentina. Y yo siempre siento que cuando uno refiere el homenaje, lo refiere con el contexto que se vivía en ese momento.

Eso me hubiera gustado que se diera más, que enfocar sobre mi conducta o trabajo: cómo eran las transmisiones deportivas de los 70, cómo era el dominio de (José María) Muñoz en la audiencia y la llegada de Víctor Hugo, cómo fue la llegada de Muñoz y la salida de Fioravanti, que era el capo de más atrás. Yo lo escuché mucho tiempo, y a muchos relatores. Y ahora hablaré con Eduardo Aliverti, Liliana López Foresi, que estuvieron conmigo en esos momentos. Entonces ellos van a hablar de cómo escuchaban la radio. Porque yo primero fui oyente. Yo soy un oyente apasionado. Si vos me decís, ¿qué te gusta más? Oír. Me gusta más ser espectador, no actor de los medios. Lo disfruto mucho en mi profesión, mi vocación desarrollada. Pero yo disfruto la radio que escuché y trato de hacer esa radio de autor, artesanal, que a mí me genera mucho placer intentar hacer la que yo escuché.

Tampoco hay que pensar que esa radio ya no está, porque está Aliverti con Marca de radio, Liliana López Foresi con Reloj de arena. Todo lo que hicieron después del éxito de Rivadavia, (Héctor) Larrea, (Antonio) Carrizo, (Cacho) Fontana. Todo eso está vivo. Los chicos estos, que no son tan chicos, pero hacen una radio diferente, la FM. Por ejemplo, no mucha gente sabe que históricamente el comentarista no se metía en el partido en el momento del relato. Eso fue una cosa que impuso uno de los más grandes comentaristas de todas las épocas, que fue Enzo Ardigó. Quien, con ese tono artificial y muy radial, se metió en el relato de Fioravanti y de Muñoz, porque antes los comentaristas hacíamos el comentario previo, relataba el relator durante todo el primer tiempo. Nosotros no aparecíamos hasta el comentario final.

Alejandro Apo.

Ardigó lo hizo con su talento era un muy instruido, muy de la cultura, jurado de cine en el Festival de cine de Mar del Plata. A partir de ahí, Mario Trucco, mi maestro y segundo papá, que ya no está en la vida. Me enseñó todo. Me dijo: "Cuando vos te despertás tenés que saludar a tu familia e inmediatamente decir 'Gracias Ardigó', porque vos tenés el peso que tenés de comentarista porque él se animó a modificar la posición del comentarista, que ahora participa junto al relator en todo el desarrollo del partido'.

Mirá vos, porque si no hubiéramos tenido ese cambio que estableció, vos jamás hubiera podido pronosticar que (Claudio Paul) Caniggia iba a tener una en Italia 90 contra Brasil. ¿Te persigue esa jugada, te la recuerdan mucho?

- No me persigue, me acompaña. Porque la gente me agradece siempre eso, porque era un tiempo de gran audiencia sobre Víctor Hugo, que había cambiado la forma de las transmisiones. Estábamos en el 90 en Italia. Sí, es una jugada que siempre recuerdan. Bueno, yo tengo una relación particular y un cariño especial por Claudio. Lo tenía por Diego, lo mantengo. Ese gol me dio una especie de prestigio en el futbolero, y en realidad fue una ficha tirada al paño verde. Yo lo veía mejor al equipo. Eso sí. Del baile de los primeros 20 minutos que Brasil nos rompía el travesaño y que Goicochea no sabía cómo tapar, yo empecé a ver un cambio en el equipo. Y ahí se me ocurrió. Lo veía muy cómodo a Claudio, que Caniggia siempre está cómodo en los grandes partidos -y eso la gente lo lleva en el alma, se da cuenta- y arma esa jugada Diego increíble, como dice Víctor Hugo en su incomparable relato: "Diego hizo casi la jugada de México, pero le faltaban 20 metros y le dijo a Caniggia hacé vos estos 20 metros y Caniggia le hizo caso". Esas cosas que dice Víctor Hugo que son incomparables.

Yo siempre digo que Víctor Hugo es como Diego. Está fuera de la comparación, es el más completo de todos, como Diego. Diego no compite con nadie, es único. (Lionel) Messi es extraordinario, y el regalo que nos hicieron con el campeonato mundial logrado en el 22, es una cosa que vamos a agradecer hasta el último día. Yo se lo voy a agradecer porque mis nietos, algunos de mis hijos o hijos de mis hijos, pudieron ver a Argentina campeón. Porque yo lo vi en el 78 y en el 86. Vi las tres. 

Víctor Hugo es como Diego. Está fuera de la comparación, es el más completo de todos, como Diego"

Pensaba en esta cuestión de la comparación de Diego y Lionel. Hoy se sabe quién es Messi, porque está cerca de su retiro. Pero el futbolista cuando empieza siempre es comparable. Si hoy sale un chico dicen: 'tiene cosas de tal y de tal'.

- Calculá todos los tipos que le pusieron a Maradona por encima, hablando de estadísticas, de goles. Un día me lo dijo Caniggia. Me dijo: "Estoy harto de que apenas sale un jugador que hace 20 goles lo ponen arriba de Diego. No hay nadie arriba de Diego. Yo jugué con él. Yo sé lo que hacía, yo sé lo que resolvía en la cancha". Y Messi, a mí me hacía falta la declaración que hizo con Zinedine Zidane, y le dijo: "Todos queríamos jugar como Maradona. Y llegó él nada más. Nosotros fuimos, nos acercamos, pero no nos alcanzó". Él lo reconoció y a mí me hacía falta esa declaración de7 Messi, porque si no está la confusión.

Lo que Diego logró es que ningún jugador puede sostener en una sola gestión la habilidad, la inteligencia, el don de mando, el liderazgo. Todo eso se juntó en él. Entonces, por el camino más bello de la técnica más depurada, de la inventiva más increíble, él hizo el camino más bello y fue el más contundente de todos. Porque además trascendió los gustos, jugó con todos los entrenadores, con (César Luis) Menotti, jugó con (Carlos Salvador) Bilardo, con tipos que miraban el fútbol desde veredas muy opuestas. Porque fue un jugador que además agregó ese vínculo con el heroísmo. Esa emoción que a la gente de poder decir. Hizo 300 goles más este, el otro, el otro, pero la gente lo tiene en el corazón, porque lo representó. Diego es único en ese sentido. Entonces a mí me daba bronca y por eso hice esa declaración, diciendo: "Che, no nos falten el respeto a los futboleros. Nosotros nos damos cuenta, no me vengas a vender un jugador porque hizo 30 goles en un día". Maradona es el más extraordinario futbolista que dio el mundo. Y no hay maneras. Pelé es un jugador extraordinario, y Messi va en camino. Mirá, una pequeña anécdota: antes del Mundial de Qatar me preguntaron por los cinco futbolistas y yo no lo puse a Messi. Entonces todos los periodistas que lo pusieron en un libro me saltaron ese día y me dijeron: "¿Y Messi por qué no?". Y les digo: "Porque Messi todavía no terminó la carrera". Entonces dije en ese momento: "Y si Messi gana el mundial que viene y el otro, ¿dónde lo ponés?"

Vos hablás del heroísmo de Maradona. ¿En qué lugar entra el Maradona político que se pronunció alrededor de las cuestiones populares?

- Que nunca se olvidó del costado de la conciencia social. Entonces la gente acumula la admiración como futbolista y la personalidad para decir lo que piensa en cualquier circunstancia. Además nunca se olvidó de la situación de los padres, de los hermanos, de las hermanas, de los amigos. Nunca porque él nunca perdió el concepto, aún en los brillos de todo lo que logró y ganó. Siempre la conciencia social.

Alejandro Apo junto al relator Víctor Hugo Morales.

¿Qué tenés para decirle al vocero presidencial Manuel Adorni que lo omitió a Maradona intencionalmente para ser viralizado? ¿Qué reflexión te merece ese hombre?

- Y él va a ser olvidado. Es un hombre que debe estar desesperado por trascender, pero yo ni lo cuento eso. A la gente le resbala. Se enojó mucha gente, y yo también me indigné. Son personas que no tienen conciencia de su de su chiquitura, de su pequeñez. ¿Para que se metió a hacer una broma? Podría haberlo nombrado naturalmente sin destacarlo, nadie le hubiera dicho nada, pero no lo quiso nombrar por la posición de Diego. Pero Diego siempre enfrentó al poder. Nunca tuvo rivales fáciles, débiles. Siempre elegía arriba: el Papa, la dictadura, los tipos de se reían de todas las conquistas.

Nosotros tenemos un presidente que, al revés de elegir rivales fuertes, se enfrenta con la Lali Espósito, que es una artista, una cantante, y la cuestiona. ¿Qué te genera?

- La cabeza de de (Javier) Milei y de toda la gente que gobierna, es una cabeza... Macri y su grupo también entran en eso. Es que ellos parten del negocio, no del servicio. Entonces ellos dicen: "Hay un negocio, vamos. No hay un negocio, no vamos". Entonces, en ese trayecto, la cultura queda de lado, y entonces vienen las agresiones contra los artistas populares. Pero te digo la verdad, no hay que darle tanta importancia a lo efímero de opiniones como las de Milei o de Adorni. Hay que darle la importancia que tiene que pongan a la cultura en tercer plano, eso sí. Yo cuando veo los premios que se dan en la Academia del Cine y todo, veo que los tipos suben y dicen "acá hay que meterle al cine, al teatro". Eso es lo que hay que hacer, poner en alto a la cultura popular de un país que se destacó siempre por eso. Los actores, las actrices. Nosotros tenemos un panorama... y acá, todo para abajo, con un gobierno que es de una insensibilidad y de una crueldad que la verdad que nunca pensé que nos iba a pasar, que íbamos a atravesar esta situación.

Invitamos a que estén atentos a la programación de Abra Cultural, porque vas a estar con tu espectáculo La poesía en el barrio y el fútbol en el alma. Están todos invitados a seguir escuchando esta sabiduría que tiene 50 años de radio.

- Una anécdota, un poema, un cuento, una historia que vincula a los amigos, los afectos, los primeros amores. Y después situaciones que se dan, que son relatos, son pequeños relatos, que van acompañando una historia con un saludo grande a Maradona, mirando también todo lo que ha hecho y sigue haciendo Messi. Y en esas historias está nuestra vida, está nuestra manera de enfrentar. Por ejemplo, un personaje del barrio que es uno de los primeros contactos que tengo es Apuntes acerca de una mala mujer de Sergio Ranieri, que se refiere a la vieja de al lado, que se quedaba con la pelota nuestra de la siesta cuando caía en su casa. La pelota no la ves nunca más y nosotros terminamos nuestro partido. Toda esa rivalidad con la señora es también una historia que nos ha formado, y que todo el mundo conoce. Porque, ¿quién no tuvo esa vieja de al lado? Y esas son las historias que decimos en ese Abra Cultural. Nosotros subimos 19:30, 19:40, estamos hasta las 21, 20:50, y la gente después, en ese lugar que es ahí en Hipólito Yrigoyen 840, sube y tiene la opción de irse a su casa o de comer ahí, que es una delicia. Yo me quedo muchas veces con amigos charlando y con gente que vio el espectáculo y que se queda comentando las cuestiones del barrio, del fútbol, de Maradona, de Messi y de Caniggia, y terminamos hablando apasionadamente como hablamos con mis amigos.