Lo mejor de que empiece el 2024 es la temporada de teatros en Mar del Plata. Quien estuvo en "La Feliz" sabe la calidad de espectáculos, la fiesta noche a noche y los placeres que conlleva estar en la playa compartiendo con amigos y familia.
BigBang estuvo presente en la apertura de teatros de la temporada que está a punto de iniciarse. 2024 será un poco más complicado por la coyuntura política y económica pero el mundo de los artistas parece siempre más amable, más cálido. Es ese mundo el que nos salvará: el arte.
Una de las mejores obras de teatro que se presentará el año que viene será "Perdida Mente". Una comedia fantástica protagonizada por Leonor Benedetto, Ana María Picchio, Iliana Calabró, Emilia Mazer, Mirta Wons, un grupo de actrices consagradas que no dejarán de hacer reír y reflexionar sobre salud mental y sobre el poder judicial.
La historia, dirigida por el gran José María Muscari, narra la historia de una jueza que de a poco va perdiendo su capacidad de recordar. Ante esta terrible tragedia decide tejer redes y llamar una a una a las mujeres más importantes de su vida. Acuden a su ayuda su hija, su hermana, su abogada y su empleada doméstica de toda la vida. ¡El humor y la buena onda están asegurados!
BigBang dialogó con Ana María Picchio de la obra y también de Argentina, que reflexionó sobre la salud mental, la pandemia y sobre la realidad Argentina que le sacó lágrimas de emoción.
¿Cómo te ves para la nueva temporada de Mar del Plata y con esta obra que habla sobre el Poder Judicial, pero también sobre la salud mental?
- Las dos cosas son importantes. Yo me veo muy bien porque tenemos otro elenco y porque ya estamos re probadas, porque hicimos Buenos Aires e hicimos una gira por todo el conurbano y nos fue bárbaro.
¿Cómo viste al conurbano?
- Raro. Pero bueno, lo que yo opino mucho no sirve porque a mí me ponen un poco triste las calles vacías y vi eso. Acostumbrada a Buenos Aires, a la calle Corrientes, lo vi como muy aplacadito todo, pero la gente respondió.
¿Te da miedo que te pase de perder la memoria como a la protagonista de la protohistoria?
- Te juro que sí, pero es que estamos ya tan acostumbradas al tema que nos da la sensación de que a cualquiera le pasa: nadie se acuerda de nada, yo hablo con mi hija que tiene 40 años, hablo con mi ahijada que tiene 45 y tampoco se acuerdan nada. Las cosas suceden cuando tienen que suceder y dejémonos de embromar, a mí me parece que es así la vida.
La salud mental también es un tema que está en boga. Después de la pandemia nos ha puesto a reflexionar...
- Yo creo que eso pasó por falta de conexión. Nos quedamos tan solos, tan solos que al final no hablábamos con nadie; todo era por teléfono por Zoom y esas cosas; uno desconectó mucho.
Lo que tiene el teatro es eso, el teatro te vuelve... como el cine. Yo ahora estoy yendo a la muestra de Cannes y es como que la cabeza, te dice 'acá estoy', 'comprendo, no comprendo'. El director decía lo importante que era el cine en el cine. No sentarse en la casa a ver películas... sos una especie de zombie, termina la película, y ¿con quién hablas?
En el cine tenés la posibilidad de ver que el otro se ríe, que no se ríe, que se mueve, que respira, que se duerme, que no se duerme, el contacto con el otro, eso es lo que nosotros no tenemos que perder.
¿Te cambió la vida la pandemia?
- Yo estaba contenta porque prendía el televisor, y miraba y no tenía envidia de nadie. Yo llegué de Europa en el verano con la idea de irme a Mar del Plata y no pude ir a ningún lado. Yo la pasé bien, leí mucho y no salía.
¿Y ahora cómo ves el país?
- Y... Hay que trabajar, hay que ayudar, hay que apostar. Hay que jugársela. El hombre es bueno como decía Ana Frank. Cuando terminó todo, el padre vuelve a la casa de Ana a donde ellos vivieron escondidos durante tanto tiempo y encuentra el diario y al final Ana dice: "A pesar de todo, el hombre es bueno". Me dan ganas de llorar pero es así.