05 Septiembre de 2023 14:50
La carrera de Aníbal Lotocki está manchada de sangre de mujeres y hombres que tras perseguir el sueño del “cuerpo perfecto” se dejaron inyectar metacrilato sin saber que les arruinaría la vida con dolores musculares, insuficiencias renales y un sinfín de problemas que aparecen después de inyectada la sustancia prohibida por la ANMAT.
Lotocki siguió operando hasta este 2023 cuando Silvina Luna entró al hospital Italiano y salió de allí ya sin vida. Fue tanto el impacto que causó el acontecimiento que las redes sociales se llenaron de fotos de despedida, mensajes amorosos y reflexiones filosóficas en torno a las operaciones estéticas y las presiones sociales que se ejercen en las mujeres del espectáculo.
A medida que crece la tristeza disminuye el miedo de denunciar a Lotocki que se regodeaba de tener herramientas legales para salir del paso. De hecho, lo hizo una y otra vez: se escapó de la Justicia, criticó a sus demandantes, las trató de “locas” y hasta tuvo un cerco mediático que lo protegió para que no se lo investigue.
Ahora, cada vez más testimonios surgen y las famosas se animan a hablar, sin pelos en la lengua. Y de víctimas, se convierten en denunciantes, esto le pasó a la bailarina profesional, vedette, Andrea Ghidone. Ella es uruguaya pero desarrolló su carrera artística en Argentina.
Burlando denunció a Aníbal Lotocki por el fallecimiento de Silvina Luna
Con valentía en la voz y sus palabras muy certeras se refirió a la muerte de Silvina: “Es durísimo, pero fue la única forma de pararlo”, expresó triste. Y siguió reflexionando: “Creo que si no hubiéramos llegado a esta instancia, lamentablemente, el señor seguiría operando”.Mariano Caprarola también fue víctima de Lotocki pero todavía no está probado, Luna corrió la misma suerte y el médico podría quedar implicado (después de la autopsia) por homicidio simple y no por lesiones graves. Ante esto, Ghidone dijo: “Tuvimos que perder la vida de personas que queremos muchísimo, que sabemos que eran sanas y que empezaron a tener un montón de problemas después de que se les mintió”.
Es que Lotocki juraba y perjuraba que si les inyectaba la sustancia, iban a quedar “perfectos”. Sin embargo, fue todo lo contrario y la bailarina no se calló ni una palabra: “Fuimos usados y engañados para el negocio de alguien que estaba jugando con la salud de las personas”.
Contó cómo llegó al consultorio de “cirujano de las famosas”: “Yo llegué a Lotocki para una operación en los ojos, en las bolsas. No me imaginé que en esa casa no había un quirófano, sino una habitación donde vos improvisadamente operás”, dijo y dejó a todos sorprendidos.
Las condiciones en las que operaba Lotocki eran impresionantes. Ghidone confesó: “Llegué a esa habitación estando dopada. Me trasladan y digo '¿qué es esto?, esto no está bien'”. Y agrega: “Esa fue la primera denuncia que yo hago, la primera situación irregular que yo siento. El quirófano no es un quirófano. Acá no se puede operar”, se repetía a ella misma, pero ya era muy tarde.
No fue gratis, contó que tuvo “una infección” producida por las paupérrimas condiciones en las que fue intervenida porque el “quirófano no existe”: “Que se te infecte es lo más barato que te puede salir”. Dijo y agregó: “Todos son unos cachivaches, unos impresentables. ¡Impresentables! Me da indignación”, terminó dolida la uruguaya.
El último posteo de Silvina Luna
Silvina venía reflexionando profundamente sobre los cánones de belleza, sobre las condiciones de presión social en la que vienen las mujeres del espectáculo. Es que tras publicar un video en su cuenta de Instagram, luciendo un rostro muy diferente al que tenía en el 2000, las críticas le llovieron.
Más adelante se supo que era por las consecuencias de haber asistido al consultorio de Lotocki donde le inyectaron el metacrilato: “Hola, amigos, miren dónde estoy: estoy en la sala de diálisis”. Dijo con un barbijo y cofia en su rostro y siguió: “Supongo que mañana ya me voy a casa. Me vine a internar porque salieron los resultados de la biopsia de la micobacteria y, por fin, se pudo detectar cuáles son los remedios específicos que tengo que tomar”.
Además contó esperanzada que ya sabía qué tipo de bacteria era: “Son dos, así que los estoy probando ahora, internada, para ver si los tolero y si está todo bien” y agregó que “por ahora viene todo perfecto, así que estoy contenta con eso”.
Es que Silvina tenía muchas ganas de vivir: “Ya empecé otro camino que me tiene entusiasmada, que es el camino para combatir esta bacteria y el camino al trasplante”, expresó. Y como se debía a su público mandó un mensaje: “Quería contárselos a todos los que están ahí pendientes, a los que me preguntan y a los que me envían oraciones y palabras de cariño. Así que gracias, y seguimos ahí, con fuerza. A no bajar los brazos a toda persona que esté en una situación similar”.