Los últimos días de Andrea Rincón fueron un subibaja de emociones. Pasó de una polémica extrema peleándose con diversos periodistas, entre ellos Pampito y Ángel de Brito acusándolos de “mafiosos” a recibir una propuesta de casamiento por parte de su novio, Mauricio Corrado. Y sin dudas que lo que dejó como moraleja, es que después de la tormenta, sale el sol. Y así con todo e incluso con su relación a la cual debió ajustarle algunos tornillos para que pueda funcionar.
En las últimas horas, se dio a conocer que su novio, Corrado, con quien mantiene una relación perfil bajo sin dar muchos detalles, le propuso casamiento mientras celebraban el cumpleaños de él, en un contexto en el cual se encontraba toda su familia. Luego de soplar las velas en una torta de chocolate, él sacó de su bolsillo una caja de color rojo que tenía un anillo guardado, se arrodilló y le preguntó si aceptaba dar un paso más en la relación. Por su parte, rompió en llanto y luego de un fuerte abrazo, dijo que sí, que aceptaba.
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Si bien por el momento la actriz de Argentina Tierra de Amor y Venganza no publicó nada al respecto, fue un amigo en común de los dos que a través de su cuenta de TikTok posteó el momento en el cuál él le propuso matrimonio y así se divulgó la historia de amor que crece a pasos agigantados. Se conocieron, rápidamente se titularon como novios, se hicieron un tatuaje en común y ahora, a tres meses de su aniversario, pasarán por el registro civil.Pero para que todo eso suceda, tuvieron que pasar por diversas circunstancias y entre ellas, lo que tiene que ver con lo sexual. Así lo comentó la modelo en diálogo con un programa de streaming, “Las pibas dicen”, en donde advirtió que pasó de un extremo a otro para poder mejorar la relación. Antes, lo que más le importaba en un vínculo amoroso era el sexo y ahora, para fortalecer el noviazgo, optó por ponerle una pausa y pasar de más a menos para así poder encontrarse de otra manera.
¿Cómo hizo? De un día al otro, tomó la decisión de evitar tener relaciones sexuales con quien ahora será su marido, para poder fortalecer la relación. “Tener una pareja para mí era 80% sexo y 20% afecto, aunque eso me trajo muchos problemas. Por eso tuve que tomar la decisión de empezar hacer ayuno del sexo”, indicó.
En esa misma línea comentó que fue una seguidilla de vicios los que tuvo que dejar de lado, pero que sin dudas la más difícil fue el sexo. En primer lugar, optó por dejar el alcohol y le resultó bien. Luego el cigarrillo, con el que también encontró un resultado positivo y por último, las relaciones sexuales que no le fueron para nada fáciles. “Primero pusimos una cosa -comentó mientras con sus manos simulaba ser un estilo de barrera- de almohadas para dividir. 'Vos acá y yo acá', decíamos cuando nos acostábamos”, detalló.
Asimismo, la barrera de almohadas para no atraerse sexualmente no funcionaba como querían y siempre, por algún que otro motivo, terminaban en la misma situación: afuera los almohadones. “Empezamos a dormir vestidos...”, recordó. Pero esa opción tampoco les funcionó. “Bueno, te vas a dormir abajo”, reprodujo Andrea sobre el diálogo que mantuvo con su pareja cuando no venían resultados. “Tenemos que resistir, atémonos”, fue uno de los tantos comentarios que le había hecho ella.
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Pero después de tanto probar, los resultados empezaron a estar a la vista y aguantarse las ganas fuer la mejor opción que barajaron. “En un momento empezó a pasar algo que nunca me pasó en la vida. Se empezó a fortalecer la relación y era algo que yo desconocía en una relación” dijo y agregó: “Comenzó a ser como una balanza donde los porcentajes se dieron vuelta totalmente”, haciendo referencia al 80% y 20% que había descripto anteriormente.
En esa sintonía, Rincón aseguró que después de tanto esfuerzo, finalmente se dio lo que buscaban: no vivir pendientes del sexo. Y todo lo que creía incapaz, se multiplicó en cuanto al amor y la relación a tal punto de que por resignar algo que les gustaba, llegó la propuesta que los unirá como pareja el día que se lleve a cabo el casamiento, del cual ambos aceptaron.