Sin ninguna dudas, el día más feliz de Anita Martínez fue aquel 31 de octubre del 2008. Aquella jornada, con 2,500 kilos, llegó al mundo Lorenzo Parodi, fruto de su relación con Jorge Parodi, en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Desde entonces -le aclara la multifacética actriz, bailarina y humorista a este sitio- su vida cambió completamente. "La llegada de un hijo te cambia absolutamente todo y en mi caso, gracias a Dios resultó ser un cambio hermoso en la vida. Es una aventura maravillosa ser mamá y ¿sabés que tiene de lindo? que es individual y que no hay un manual para esto. Me gusta decirle a la gente que cada uno puede transitar el camino como mejor le salga", manifestó.
A pesar de que reconoce que sobre la mujer existe una "presión extra" en relación a la maternidad, aclara que con el correr de los años el concepto de mujer ligado a la concepción de un hijo está cambiando. "A veces hay una presión muy grande alrededor de la mujer, siempre está la lupa puesta en si vas o no a ser madre o cuando tuviste un hijo, está aquella persona que te dulce ´si tenés uno, tenés que tener dos´. Hace unos años era complicada la maternidad, como mujer tenías que elegirlo si o si y, gracias a Dios, eso está cambiando. Igualmente, yo tengo una cosa que amo ser mamá", sostuvo la actriz en una conversación distendida con BigBang.
A comienzos de abril y luego de una exitosa temporada en Mar del Plata, donde obtuvo el premio a la Mejor Comedia Musical en los Estrellas de Mar, volvió a las tablas "Madres" a la calle Corrientes en el Paseo La Plaza, sala Pablo Neruda. Allí, Anita interpreta a una madre de mellizas que prefiere "estar todo el día trabajando y no se enrosca con nada". En la obra, ella será la encargada, junto a los personajes de Flor Otero y Viviana Puerta, de abrirle los ojos a Sabrina Garciarena sobre el lado menos amable o menos conocido de la maternidad. "Eso es lo que me da risa. Acá hay estilos de madres para todo el mundo y eso está bueno, porque se van a sentir identificadas con lo que van a ver", dijo.
Y agregó: Yo tengo una cosa que amo ser mamá. A mi me genera un amor tremendo, me encanta, me gusta y jamás la padecí. Siempre fue maternal: fui madre de perros, canarios y con el tiempo eso se va a transformando. Te convertís en padres de tus propios padres con el tiempo. Agradezco a la vida por ser mamá, nunca me peso y siempre agradezco el poder acompañar a mi hijo a todos lados. Voy a los actos y estoy presente en todo. Soy multi orquestal, puedo hacer mucho al mismo tiempo y no perder con ello la intención ni la intensidad. Yo noto, con respecto a la crianza, que tenemos la posibilidad de hacer algo nuevo todos los días, de generar niños libres y con más diálogo que antes".
Sobre el hecho de tener que cantar, dado que se trata de una obra musical, Anita sostuvo que cantó "siempre" y reveló: "Mi primera comedia musical fue Cats y yo soy una actriz que canta. La dramaturgia del teatro pasa por las canciones. La realidad es que yo me defino como bailarina. La danza me sirvió hasta el día de hoy. Para mi es un lenguaje alquímico y muy difícil de explicar. Nunca se deja de ser un bailarín, vibra con el drama del otro, los pedagogos musicales hablan mucho de la rítmica y el ritmo es uno, la persona es rítmica y la danza me dio muchas herramientas para mi trabajo. La parte actoral vino mucho después que la bailarina".
En octubre de 2016, Anita fue al duelo durante el cierre del ritmo rock & roll en la pista de Showmatch y en el medio del baile se cayó en un truco, se golpeó la rodilla y sufrió una grave lesión. “Fue rotura de ligamento cruzado anterior, típica lesión que tienen los futbolistas”, recuerda y aclara que aquel accidente la alejó de la danza para siempre. "Prácticamente me dejaron inválida, pero gracias a eso comencé a pensar que por algo pasan las cosas, pude terminar el instructivo de yoga y aplicar todo lo que aprendí sobre el cuerpo al dar clases de teatro. La realidad es que la pasé muy mal, no pude volver a bailar, pero digo que me sirvió para hacer cosas nuevas", cuenta.
Según le contó a este sitio, la operaron del ligamento cruzado anterior. Se trató de una cirugía importante, ya que "es un tejido que sostiene la rodilla". Durante tres años se sometió a una extensa rehabilitación y hasta el día de hoy sigue fortaleciendo cuádriceps e isquiotibiales, que son los músculos que sostienen al cruzado operado. "Lo que pasa es que mi pierna derecha quedó mal, tengo un apoyo complicado. Sin duda hay un antes y un después de la lesión. Me molesta porque, además, la rodilla es un dolor de huevo, no vuelve a hacer la misma y la danza no es lo mismo que el fútbol. Dentro de las cosas que hay, a mi no me pasó lo más grave. Ya me quejé bastante y ese tren ya pasó", sostiene.
Sobre la experiencia de ser un grupo integrado por solo mujeres en la obra Madres y consultada sobre el tema, Anita habló del feminismo, del trabajo de “Actrices argentinas y de las causas por las que luchan a diario. "Te voy a decir una cosa sola, que es algo que pienso desde mi humilde lugar. Obvio que apoyo todo lo relacionado con las mujeres, todo lo vinculado a abrir nuestra cabeza ,corazón y criar mujeres en libertad. Yo pienso qué tópico puedo pensar porque hacerlo es muy grande y complejo y creo que lo importante es que una mujer sea libre e independiente económicamente hablando en primer lugar", opinó.
Y sumó: "Porque una mujer que puede agarrar la bolsita e irse de su casa a un lugar más seguro o a un trabajo, que no dependa de su familia, marido o del Estado, es muy importante. Hay que enseñar a hacer independientes económicamente primero. Nuestra primera libertad debe ser económica, poder agarrar la billetera si tenés algún problema. Es una construcción que se debe hacer con toda la sociedad, no solo con las mujeres. Yo soy mamá de un varón que amo, quiero que crezca sin miedo, con amor, que pueda cuidar a una mujer, que sea respetuoso y sea respetado. Estas transformaciones sociales llevan tiempo, dolor y son necesarias".
En ese sentido, remarcó que todos los días trata de hablar sobre estos temas con su hijo "Lolo". "Todo el tiempo hablo con él de esto. A los chicos les cuesta relacionarse, sobre todo en esta época donde hay muchos miedos y tienen en la cabeza muchas cosas tras la pandemia. A mi lo que más me costó en la pandemia es que me saquen el laburo. A mi me hace el laburo. Soy muy apasionada y que me digan que no podía ir trabajar fue muy difícil y doloroso. Además, la idea de que te vas a morir te queda resonando y te hace mierda en la cabeza. Personalmente, fuimos trabajando con la familia, entre todos, esa angustia y todavía lo vamos a seguir trabajando", explicó.
Para la humorista, el arte "fue atravesado por la pandemia" y actualmente estamos viendo "un arte post pandémico". "¿Algo bueno que hayas sacado de esta pandemia? Yo soy una estudiosa, leo y estudio muchísimo. Hice cursos de títeres de dramaturgia, de filosofía, me recibí de instructora de yoga, sigo estudiando, estudio y nunca dejé de estudiar. Ahora doy clases y pude dar muchas más en esta época que antes. Pero lo más lindo que me pasó es darme cuenta que me encanta vivir, que la vida es maravillosa y que me levanto todos los días con ganas de hacer un camino nuevo. Realmente estoy enamorada de la vida", concluyó.