Casi todos están entre el asombro y el espanto. "Es muy agresivo", dice una niña. "No creo que esto califique como 'música', dice un japonesito engreído.
Metallica: "No creo que esto califique como música", dice un chico al escucharlos por primera vez.
Otro chico se echa hacia atrás, como si los músicos lo fueran a golpear o como si un tornado estuviera a punto de hacerlo volar por el aire. Un chico de 8 años pone cara de miedo. Les están haciendo ver y escuchar a Metallica por primera vez en sus vidas y la experiencia es un poco fuerte para ellos.
Tyler tiene 11 años y su primera reacción es hacer como que toca el bajo, acompañar con su cuerpo la música. "Es algo así como Dah Dah Dah", grita. Anita sacude la cabeza: pese a su aspecto de niña de cuento de hadas, está encantada. El resto dice "Yo no entiendo del todo esta música", "Esto me confunde", "Es muy agresivo", "¡Por Dios, qué paren!" ... Es evidente: Metallica representa para ellos un nuevo paradigma. No sólo no lo habían escuchado jamás: tampoco habían escuchado nada remotamente parecido.
Cuando conocen el nombre de la banda, y escuchan un "picadito" de sus temas, les sucede lo mismo que les sucedió a millones de personas en el mundo: "entran" en su música a partir de Enter Sandman, uno de los grandes hits de Metallica de todos los tiempos, una canción más melódica, que arranca despacio hasta que explota. "¡Esta sí me gusta!", dice incluso el más crítico de los niños.
Sucedió en el programa estadounidense Kids React!, una especie de encuesta semanal editada donde un grupo de chicos responden semanalmente con absoluta crudeza las preguntas que se les formulan. Lo más interesante sucede cuando se enteran que los músicos de Metallica tienen hoy alrededor de 60 años y llevan más de tres décadas tocando juntos. Entonces, definitivamente, una corriente de simpatía se extiende entre los chicos, encantados porque señores de su edad sigan haciendo la música que los gusta.