Después de repudiar con contundencia a los seguidores que le pedían que "castrara" a la protagonista de la tira, la guionista de Argentina, tierra de amor y venganza volvió a compartir algunas de las críticas sexistas que recibe por el desarrollo de los personajes femeninos de la tira. A continuación, el fuerte descargo de Carolina Aguirre y el pedido al resto de los fans.

La crítica sexista que desató el "marimacho gate" en ATAV

"Qué pena, esta novela durante toda la primera parte me encantó. Pero llega al final como todas. Lucía (Delfina Chaves) una boluda, Francesca (Malena Sánchez) un marimacho al pedo, Anna (Candela Vetrano) infumable y Raquel (Eugenia Suárez), al final, lo único que hizo sola fue (sic) cagadas. Quieren hacernos ver como empoderadas y otra vez los protagonistas lejos de los hombres. Ni hablar de Pirucha (Andrea Rincón), cualquiera. Ni en personaje de época está, me hubiera encantado que termine con la primera parte, la estiraron al pedo".

La respuesta privada de la guionista de ATAV, Carolina Aguirre

Todos tus adjetivos machistas y violentos, además de darme asco prueban que vos no sos nuestro tipo de televidente. No escribimos para gente como vos. Luchamos contra gente como vos"

Tal como sucedió cuando semanas atrás le pidieron que evitara que el personaje principal disfrutara de su sexualidad, Aguirre decidió compartir el mensaje privado que recibió en Instagram e hizo un contundente y público descargo.

Chicos, por favor. Si son homofóbicos, machistas y violentos como él; que dicen cosas como "marimacho", que les dicen boludas a las víctimas de violencia y las culpan y dicen que los hombres son los únicos que hacen todo (¿qué novela verá?) no me escriban, ni miren lo que hago. Es de onda. Me hace mal, creo que estamos avanzando como sociedad y toparme con estas homofóbicas y machistas (declaraciones).

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Decir hoy términos como "marimacho" es impensable, porque sólo en ese lugar se junta todo el machismo y la homofobia del mundo. Pensar que la mujer tiene que seguir los cánones patriarcales y seguir un conjunto de reglas que conforman ese "ser femenina" que inventó el macho para hacernos a su gusto (calladitas, frágiles, chiquitas, sonrientes, sumisas, coquetas, discretas; como ellos quieren). No es nada comparado con cómo se ha usado esa palabra y esas observaciones para denostar y disciplinar a todas aquellas mujeres que no se quisieron someter al canon machista y buscaron expresar su persona y entender la belleza desde la individualidad. Principalmente lesbianas. 

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A mí me hace mal que la gente como (el usuario que le escribió) exista y me escriba estas cosas, porque siento que no avanzamos nada como sociedad. Por favor, evítenlo si son como ella.