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Audia Valdez, una artista inclasificable que se reconoce fanática de "Don Ramón"

BigBang dialogó con la polifacética cantante y compositora, quien busca siempre nuevas formas conceptuales y estéticas en sus creaciones musicales. 

por Alejo Paredes

12 Junio de 2020 19:42
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Eloisa López, popularmente conocida como Audia Valdez, su nombre artístico, es la artista ideal para todos aquellos que buscan escuchar vanguardia dentro y fuera del país. La cantante encarna el proyecto retrofuturista que cada vez suena más fuerte en toda América Latina.

Compositora, cantante, artista visual y nacida en la pequeña ciudad de Guaymallén (Mendoza), de casi 300 mil habitantes, Audia se rehúsa a revelar su edad, pero si se anima a contar cómo fueron sus inicios y el difícil camino que recorrió para llegar a convertirse en una artista completa, tal y como se definió durante la entrevista íntima que mantuvo con este portal. “Soy un artista que busca encontrarse y comunicar. Me considero un artista, toda mi vida cultive eso, el arte. La búsqueda, la profundidad, bucear por ahí pese a lo difícil y doloroso que fue el camino”, remarcó.

Desde temprana edad, incursionó en las artes plásticas y la música. A los 15 años debutó con su primer banda de rock experimental, formó diferentes agrupaciones como compositora, cantante y tecladista, y luego inauguró su propio proyecto de solista a la par que estudiaba Arte Dramático en la Universidad Nacional de Cuyo. La artista multifacética interpreta canciones de electrónica-experimental con pop, rock y algunas reminiscencias folclóricas. En el año 1999 editó su primer Ep (Trance disidente), con el que ganó el concurso “Mendoza Suena” en el rubro "Música Experimental".

En una nota con BigBang, Audia habló de su nuevo tema “Trozos de films”, un nuevo adelanto de lo que será inminente nuevo álbum TRANSFORME. También se refirió a sus otras pasiones, como el arte, la actuación y la creación de indumentaria. Y hasta se hizo un espacio para hablar de su presente laboral, en medio de la cuarentena obligatoria a causa de la pandemia.

- ¿Cómo fue descubrir que la música, más que nada el arte en tu caso, era tu camino?

- Mi mamá era escultora y desde chica viví el arte en mi casa. Sobre todo, lo visual: Mi hermano es pintor y fotógrafo y siempre estuve rodeada de arte. La música llegó muy pronto porque él era melómano (siente pasión y entusiasmo por la música). En esa época era muy fan de (Luis Alberto) Spinetta y nací con él. Siempre fue lo que más me movilizó, aunque también pinté.

- ¿Cómo pasaste de una madre escultora y un hermano pintor, a querer ser cantante?

- Mi sueño siempre fue tener una banda, la típica de rock. Pero Guaymallén como es una ciudad muy chica acá de Mendoza, no había músicos. Pero no me rendí y a partir de los 13 años comencé a poner avisos en un suplemento, parecido a Página 12, en los que ponía que buscaba gente para armar una banda y ahí empecé a conocer músicos.

El aislamiento me hizo bien en lo artístico, pero me afectó en lo laboral"

Fue en ese momento que hice mis primeras experiencias, pero tenía un teclado muy simple. A los 15 años, mi papá me regalo un teclado X3 que tenía un secuenciador y fue ahí cuando empezó la cosa de verdad. Ahí me di cuenta que la música era un mundo tremendo y que quería caminarlo.

En esa época también estudié arte, un poco por lo visual. Yo era muy tímida y empecé a estudiar arte dramático porque sentía que podía hacer algo más copado en lo visual y musical. Cuando me mudé a Buenos Aires sola, fueron años muy duros, pero me abrieron la cabeza.

- ¿A qué te referís con “Pop Disidente” cuando hablás de “Trozos de films” y tu álbum TRANSFORME?

- El Pop Disidente canción electrónica de autora sin las habituales temáticas de conflictos interpersonales o amorosos. Nació cuando me preguntaban que género hacía: me gustó porque tiene una estética y sonido más pop, pero la parte lírica no es de amor. Mis temas plantean otras temáticas y “Trozos de films” reflexiona cómo influye el cine en nuestras formas de vivir.

Aparte la palabra disidente siempre me acompañó. “Transfer Disidente” se llamó mi primer tema en 1999. Transforme es un álbum que sigue la línea de lo que va a ser el nuevo disco. Creo que estamos en un momento en la que una parte de la población se empezó a dar cuenta por qué actuamos, por qué percibimos el mundo o por qué tenemos este molde.

A mí me ha pasado y me sigue pasando que vivo las mismas situaciones que ya atravesé en el pasado. Esta canción es parte de ese todo, que tiene un video re lindo que filmamos.

- ¿Cómo te afectó la pandemia y el posterior decreto del aislamiento social y obligatorio?

- Se me cancelaron todos los shows del año, la presentación del disco y una gira. Me re afectó también a nivel laboral con mi otro proyecto, el de la parte indumentaria. Todo se paró. Por suerte no me resulta terrible estar en mi casa, porque tengo un mini estudio acá.

Este álbum, Transforme, lo estoy terminando en la cuarentena. El aislamiento me hizo bien en lo artístico. Es una situación inédita en el mundo y no se sabe cuándo se va a repetir. A veces no tenemos tiempo y esto, entre lo malo que trae, te da ese espacio para pensar.

El nombre Audia viene de audio y de mi fanatismo por Don Ramón, del Chavo del 8"

Hice un par de vivos, pero el problema de los shows por streaming es el audio: suena raro y feo. Estuve haciendo algunos lives, aunque no tantos. Creo que con esta cuarentena hay que reinventarse, siento que es interesante para conectarse con la gente. Es extraño hacer shows por las redes, pero hay que encontrarle la vuelta para que suene mejor.

- ¿Cómo surgió el nombre de Audia Valdez?

- Audia Valdez viene de hace mucho, de mi primer disco largo en 2001. El nombre Audia viene de audio, volví el término femenino porque estaba cansada de que me pregunten con qué productor trabajaba y quién era el que me hacía las bases de los temas. ¡Yo las hice! y me cansé. Me gustó como sonaba Audia y Valdez es un poco porque, cuando era chiquita, veía mucho El Chavo del 8.

Era fanática de Don Ramón (interpretado por el actor, Ramón Valdés). Me daba mucha gracia, era muy tímida y necesitaba el alter ego. Siempre lo usé como un alter ego, pero los discos los firmo con ambos nombres, aunque me siento rara firmando con mi verdadero nombre. Por eso 2014 lo unifiqué todo y ahora ya soy Audia. Es parte de mí.

Yo me defino y siento que soy una artista que busca encontrarse y comunicar. Me considero un artista y que toda mi vida cultive eso, el arte. La búsqueda, la profundidad, bucear por ahí pese a lo difícil y doloroso que fue el camino.

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