Oscar Alfredo Ruggeri es uno de los jugadores más ganadores del fútbol argentino. Multicampeón, es recordado como un recio marcador central. Impasable y temperamental. Como padre, parece ostentar las mismas virtudes que supo mostrar como jugador. Es que Candela, su bella hija de 22 años, fue convocada a Bailando por un sueño. Anoche, en la gala de cumbia, fue la primera vez que fue acompañada de su padre, quien se reveló (como no podía ser de otra manera), como un celoso. Tinelli aprovechó para chicanearlo y se midieron el diámetro de cráneo: ganó Ruggeri 60 a 57.
Cuando el conductor le propuso al ex conductor una competencia para ver quién de los dos hacía más jueguitos, Ruggeri sacó un as de la manga. Lo puso a Emiliano Insúa, jugador profesional del Rayo Vallecano. Es que el bailarín que acompaña a Candela es Facundo Insúa, hermano de dos jugadores surgidos de Boca: Emiliano y Emanuel, que juega en el Granada.
Al margen de la cumbia y la previa con Oscar Ruggeri, Marcelo Tinelli le pidió que pensara un chiste. Es sabido, y está demostrado, que el ex central es un eximio contador de cuentos y anécdotas. Como muestra, aquellas recordadas performances de “El Equipo de Primera”, donde el país se paraba para verlo contar chistes.A pantalla partida, el programa futbolero hacía el pase con Showmatch. Y todos reían con chistes de tono más que subido.
La chica tuvo una devolución aceptable. Gran jornada de baile y una buena previa con Oscar Ruggeri.