por Alejo Paredes
17 Octubre de 2020 07:00"La verdad que la convivencia se dio muy natural. Ni siquiera imaginamos en marzo que la cuarentena iba a durar más de 15 días. Fuimos al principio con una pequeña muda de ropa y nos terminamos instalando siete meses", le contó, entre risas, Barbie Vélez a BigBang, que se mudó junto a su novio, Lucas Rodríguez, a la casa que su mamá Nazarena Vélez, comparte con su pareja, Santiago Camaño, y con el menor de sus hijos, Thiago.
Simpática y alegre como acostumbra, Barbie contó que sigue yendo al departamento que compartía con su pareja antes de mudarse con su mamá, pero solo para hacer refacciones. "Estamos haciendo base en lo de mi mamá desde marzo, pero vamos y venimos cada tanto a mi casa por refracciones. Nos vamos llevando cada vez mejor. Es todo un desafío estar las 24 horas y los 7 días de la semana", explicó.
Además contó que el estar junto a su hermano Thiago influyó en la decisión de mudarse junto a Nazarena para pasar el aislamiento todos juntos. "Yo soy muy unida a Thiago, me hubiera hecho muy mal si hubiera pasado todo este tiempo sin poder verlo a él. Por suerte eso no pasó y hasta lo ayudo a hacer las tareas para el colegio, que algunas son bastante complicadas", afirmó, divertida, mientras hablaba de su hermano.
Sobre su relación con Lucas Rodríguez, la actriz señaló que es "el hombre de su vida" y que hay planes de casamiento y, tal vez, hijos, pero a futuro y no ahora: "Me encantaría ser madre, pero me siento inmadura todavía. Tengo 26 años y no me veo siendo madre".
Dentro de poco, precisamente el 23 de este mes, Barbie estrenará la obra "Hermanos", escrita por los autores Micaela Libson y Agustín Piotto, dirigida por Valeria Ambrosio y Fabián Vena, y producida por la propia Nazarena Vélez.
Se trata de una comedia dramática que cuenta una misma historia desde dos puntos de vista distintos: uno a partir de dos hermanos (Rodrigo Noya y Santiago Caamaño) y otro desde la visión de dos hermanas (Barbie Vélez y Paula Morales).
Con respecto a la obra, la ex Bailando por un sueño no pudo evitar la emoción por volver a trabajar después de todos estos meses de estricto aislamiento y remarcó: "Lo que tiene de copado e interesante es que son dos obras muy diferentes, a pesar de que cuentan con un mismo guion. No solo difiere la visión o la forma de trabajar de los directores de cada elenco, sino también hay o existe un tema de género".
La entrevista completa a Barbie Vélez
¿Cómo estás llevando esta pandemia y, sobre todo, la cuarentena obligatoria?- Si lo pienso teniendo en cuenta que los artistas fuimos los primeros en salir de escena y somos los últimos en volver, es un poco deprimente. Pero la realidad es que yo voy día a día. No me puedo quejar, pero siento mucha empatía por los compañeros o compañeras que la están pasando realmente muy mal. En ese sentido me llega y me trato de poner en su lugar.
Me la rebusque en estos siete meses de cuarentena y voy día a día, esa es la verdad. Nadie se imaginó que la cuarentena iba a durar tanto tiempo. A mí, por ejemplo, se me fueron cayendo muchos proyectos. Tenía una película afuera que se cayó, por ejemplo, pero me lo tomé tranquila porque uno tiende a quejarse, pero cuando ve que el vecino o el de al lado está mucho peor tiene que aprender a ser positivo. Aprender a ponerse en el lugar del otro.
Me da un miedo cada vez que dicen lo de la “nueva normalidad".... ahora no estoy proyectando nada porque se me cayeron varios trabajos por esto de la pandemia. Es muy día a día, estamos viendo de retomar algunos trabajos, pero con el miedo de que se vuelvan a caer.
Hay muchas personas que no se animan a realizar shows por streaming, sobre todo los artistas más veteranos, porque dicen que son fríos. ¿Vos como te sentís teniendo en cuenta que sos una de los tantos influencers que tiene el país?
-Entiendo cuando dicen que los streaming pueden llegar a ser fríos. Pero en mi experiencia, lo de "Hermanos" lo grabamos en un teatro y fue pensado como un combo: lo hicimos como una obra teatro para que pueda ser vista en televisión.
Es como que no lo vivimos como una obra de teatro, porque habían cámaras y lógicamente no hay público. Hace ya dos meses que empezamos a ensayar y esta oportunidad me llegó en un momento ideal, en medio de la cuarentena.
Estábamos guardados sin trabajo y a todas las personas que formamos parte del elenco, como a la parte técnica, esta oportunidad nos llegó en un momento muy bueno para despejarse en este contexto de pandemia cuando uno está con mucha incertidumbre por saber cuando se va a terminar todo esto y vamos a poder retomar una vez más los proyectos y funciones.
¿Cómo surgió esta idea de contar la misma historia desde dos puntos de vista muy diferentes?
- Es exactamente el mismo guión, pero representado por dos elencos distintos: uno masculino integrado por Rodrigo Noya y Santiago Caamaño y uno femenino compuesto por Paula Morales y yo. Lo que tiene de copado e interesante es que son dos obras muy diferentes, a pesar de que cuentan con un mismo guion.
No solo difiere la visión o la forma de trabajar los directores de cada elenco, sino también hay o existe un tema de género porque las mujeres y los hombres no actúan de la misma manera para una misma situación.
De hecho, hay una escena que es una pelea entre hermanos y es muy loco como una discusión entre dos mujeres es más tranquila que la de los dos hombres. Ellos con apenas elevar la voz generan un clima de peligrosidad, de que en cualquier momento puede salirse todo de control e irse a las manos. Además a nosotros no nos dejaron ver los ensayos de la otra parte para que no copiáramos ideas y que fuera lo más natural posible.
¿Cómo es trabajar con Nazarena Vélez?
-Esta obra la produce mi mamá y fue idea de ella. Ella no es muy de meterse en los ensayos y de decirle al director qué es lo que tiene que hacer. Vio la obra una vez terminada y me parece que eso está bueno, porque no estuvimos el día a día juntas.
El laburo más grande es con los directores, pero ella es un 10 como productora y está atenta a todo. Uno puede llegar a perder objetividad cuando trabaja con un hijo, pero al terminar de grabar los chicos de la parte técnica del show me mandaban mensajes, con besos para ella porque estuvo atenta a todo.
Por ejemplo, mi mamá les preguntaba si tenían frío, hambre o si estaban cansados y que ellos valoren ese esfuerzo es un mimo al alma y un orgullo para mi. Yo confío mucho en la visión de ella y sé que la tiene clara en un montón de aspectos. Recurro mucho a su consejo cuando le muestro parte del ensayo o cuando le pregunto sobre qué piensa en determinada escena porque me interesa mucho su visión.
Además están viviendo todos juntos como una gran familia, ¿no es cierto?
-Estamos haciendo base en lo de mi mamá desde marzo, pero vamos y venimos cada tanto a mi casa por refacciones. La verdad que la convivencia se dio muy natural. Ni siquiera imaginamos en marzo que iban a ser más de 15 días de cuarentena. Fuimos al principio con una pequeña muda de ropa y nos terminamos instalando durante siete meses (risas).
Nos vamos llevando cada vez mejor y soy muy unida a Thiago, me hubiera hecho muy mal tener que haber pasado todo este tiempo sin poder verlo a él. Por suerte eso no pasó y hasta lo ayudo a hacer las tareas para el colegio.
Hablando de Lucas (Rodríguez), tuvieron que tolerar críticas desmedidas de parte de muchas personas al comienzo de la relación, pero hoy la llevan con tranquilidad. ¿Cómo fueron esos días de constante exposición y cómo lograron alejarse del plano mediático?
-El hecho de preservar mi intimidad fue algo que decidí después de vivir relaciones que me dejaron muy expuesta. Tomé la decisión de preservar mi vida y dio la casualidad que en el medio me volví a poner en pareja.
El amor con Lucas llegó cuando estaba súper bien soltera. Y tampoco me tomé las críticas muy personales porque sé que todos van a seguir cuestionando todo, haga lo que haga. Él es el hombre de mi vida. Me encantaría ser madre pero me siento inmadura todavía. Tengo 26 años y no me veo siendo madre ahora.
Sabía que Lucas era un condimento mucho más especial, pero ninguno de los dos es masoquista. No buscamos lo que dicen de nosotros, no somos así. Esa es mi filosofía: ojos que no ven, corazón que no siente. Lo tomamos muy natural y ninguno de los dos es de ver en las redes o portales qué dicen de nosotros.
Los famosos por lo general son criticados por todo, sobre todo en las redes sociales y calculo que vos no sos la excepción. ¿Cuál fue la frase que te dijeron que más te causó gracia en lo que va de la pandemia?
-Hay una frase increíble. Al principio de la cuarentena estaba muy adicta al TikTok y un pibe usó como meme: puso "ojalá el coronavirus no sea tan duro" y usó un video de mi bailando para poner de ejemplo al "coronavirus". Te juro que cada vez que lo miro o lo veo me rio.
Sé que me joden mucho con mi voz de pito y con que soy un tronco bailando, pero aprendí a no tomármelo personal. Sé que no soy buena para bailar. Pero me di cuenta que los usuarios que me critican son los mismos que, comentarios más arriba, me ponen que me aman. Seguramente son personas que están pasando un mal momento y vienen a descargarse en las redes sociales.
-Me contaron que sos una experta cocinera cuando se trata de hacer empanadas de morcilla. ¿Esto es así? Y si lo es, ¿cómo surgió esta idea?
(más risas) Es así. Sé que es bizarro el plato, pero no sabés lo rico que queda. Lo hice para "Divina comida" (programa que se emitió por Telefe) y quedó a bárbaro. Desde entonces, lo hago cada tanto. La idea se la robé a mi novio y me encantó como quedó.