Corría junio del 2015. Jimena Barón acababa de regresar al país junto a su hijo, Morrison, y su por entonces pareja, el ahora exfutbolista Daniel Osvaldo. El delantero se sumaba a las huestes de Boca después de años de jugar en la liga italiana y la familia planeaba establecerse en el país. Pero el “operativo retorno” les jugó una mala pasada y, de un día para el otro, la actriz blanqueó su separación y habló de violencia doméstica.
La actriz siente que las mujeres no le perdonan que lo haya perdonado a Osvaldo.
Nueve meses después, Barón volvió a apostar por la familia que había comenzado con el futbolista y escribió un comunicado en el que intentó dar marcha atrás con las fuertes acusaciones que había realizado contra el padre de su hijo. Duraron pocas semanas. “Le di una segunda oportunidad al padre de mi hijo, pero no funcionó”, fueron las escuetas palabras con las que blanqueó la separación definitiva.
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Las idas y vueltas en sus fuertes denuncias hicieron que muchas mujeres cuestionaran el accionar de Barón. Y ella no se los perdona. “Me hicieron sentir vergüenza de ir a la marcha 'Ni una menos' porque le di una segunda oportunidad al padre de mi hijo y me volví a humillar como mujer. Hay un cambio social, es cierto. Cuando nos unimos el 'power' es impresionante, pero también entre nosotras nos juzgamos”, denunció.
Las duras acusaciones de Barón contra Osvaldo
“Estaba desesperada por ir a la marcha. Me insultan las mujeres y están todas criticando, cuando es lo contrario lo que hay que hacer. Entre nosotras tendríamos que unirnos. Igual, creo que estamos en un gran momento de cambio las mujeres”, sumó en diálogo con La once diez.
La actriz y su sensual destape tras separarse del padre de su hijo.
Su decisión de regresar con Osvaldo no es lo único por lo que Barón se sintió atacada. Sus sensuales postales en las redes sociales y reciente intento de encare en Instagram a Maluma la dejaron en el centro de la polémica. Hubo quienes la acusaron de “regalada” y usuarios que le pidieron que “cuidara a su hijo”.
Con la soltería volvió a desplegar su sensualidad.
“Es muy difícil para las mujeres por culpa de esto poder disfrutar de nuestra sexualidad y de nuestro trabajo. Lo viví: me lo impidieron y lo puedo decir yo más que nadie. Me dijeron 'desesperada' porque soy mujer. Un tipo que hace eso es un 'winner' o un tipo que 'deja un mensaje cariñoso' y yo una 'actriz en oferta'”.
¿Qué es estar regalada? Se preguntó. “¿Es querer estar con un hombre? ¿Y al hombre cómo le dicen cuando quiere estar con una mina? Matan chicas y después el comentario de mucha gente es: 'Mirá cómo estaba vestida'. Hay que erradicar este tipo de discurso”.