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Bienvenidos a la jungla, forajidos: el romance de Guns N' Roses con Argentina

Luego de 23 años, la banda regresa al país con sus dos genios simbióticos: Axl Rose y Slash. La historia de por qué los Guns y Argentina formaron relación intrínseca y única que ni las peleas y las separaciones pudieron aniquilarla.

31 Octubre de 2016 05:30
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Vuelve Guns N' Roses. Ahora sí, es un hecho. El martes 1° de noviembre, en el estadio de Rosario Central, el viernes 4 y el sábado 5 en el estadio de River.

Vuelve Guns N' Roses a la Argentina después de 23 años. Alguien podrá decir que no hace tanto que no vienen, que estuvieron en este siglo. Bueno, no. En 2010 y en 2011 pasó por la Argentina una banda llamada Guns N' Roses, pero no eran los Guns N' Roses.

¿Por qué? Bueno, muy sencillo, porque no estaba Slash, el superguitarrista ruliento de la galera. Y sin Slash, los Guns N' Roses no son los Guns N' Roses.

Axl y Slash 2016: algo que muchos fanáticos pensaron volver a ver alguna vez; por lo menos "no en esta vida"

¿Por qué? Bueno, porque los Guns N' Roses son, por sobre todas las cosas, el resultado de la química que se produce entre Axl Rose y Slash. Sin esa simbiosis perfectísima entre cantante y guitarrista -que evoca a otras yuntas mágicas: Ian Gillan/Ritchie Blackmore en Deep Purple, Robert Plant/Jimmy Page en Led Zeppelin, Roger Daltrey/Pete Townshend en The Who, Steven Tyler/Joe Perry en Aerosmith- sin esa simbiosis perfectísima, pues, no hay Guns N' Roses.

El nombre de la gira que los trae de regreso a la Argentina después de 23 años es "Not In This Lifetime (Nunca en esta vida)". El título es una autoparodia: alguna vez, o más de una vez, un periodista le preguntó a Axl Rose si volvería a tocar junto a Slash y el cantante pelirrojo respondió, irónico y categórico, "No en esta vida". Nunca digas nunca.  

El día que Menem metió la cola y los bautizó "forajidos"

Antes del primer show de la banda en la Argentina, en 1992, el diario Crónica se hizo eco de una versión según la cual Axl Rose había pisoteado una bandera argentina durante un concierto en París. El hecho es una leyenda urbana. Nunca nadie mostró un video ni una foto de ese supuesto episodio. Nunca ninguna persona con nombre y apellido dijo haberla visto.

Como si esto fuera poco, se dijo que Axl había dicho que apenas dejara la Argentina procedería a limpiarse las botas, supuestamente para sacarse nuestra mugre nacional. Por supuesto, esta otra leyenda urbana tampoco pudo ser verificada por nadie que haya visto o escuchado al cantante decir tal cosa.

Sin embargo, el grupo se convirtió en el eje de una verdadera polémica nacional en la cual intervino el propio presidente de la Nación. Sí sí, Carlos Menem opinó y los describió así: "Son unos forajidos. Lo lógico hubiera sido prohibirlos, pero esto en el mundo hubiera servido para que nos criticaran y nos tildaran de autoritarios", dijo . Como estábamos y estamos en democracia, Menem no prohibió nada.

"Algo terrible puede pasar en el estadio de River. Para aquellos que no hagan caso, después puede ser demasiado tarde. Han ofendido a nuestra patria y dicen que no temen a nuestros indios ni a nuestras flechas. Por eso les haremos tragar sus palabras. Han ofendido a nuestra patria", decía la llamada Asociación Patriótica Argentina, que amenazó con un atentado durante el show. La polémica crecía día tras otro. Pero sucedió algo aún peor.

Cynthia Tallarico, la chica que se suicidó porque no la dejaron ver a los Guns.

Crónica de una tragedia jamás anunciada

Cyntia Tallarico, una chica de 16 años, se suicidó porque sus padres no la dejaron ir al concierto. Ella salió al aire por televisión diciendo que el grupo era su vida. Su padre se enojó al verla en televisión: se suponía que a esa hora ella tenía que estar en el colegio. Discutieron.

El padre decidió no dejarla ir. Ella tomó el revólver de la casa y se quitó la vida. Desesperado por lo que acababa de ocurrir, el padre hizo lo mismo. Dos muertos. 

El romance entre Argentina y los Guns: desde el escenario y a puro rock

El 5 de diciembre de 1992, apenas se apagaron las luces, lo primero que se vio en las pantallas fue una especie de collage con todos los titulares de diarios sensacionalistas que acusaban a la banda de pisar banderas. La multitud enloqueció por completo. Y fue entonces cuando Axl preguntó, y contestó: "You know where you are?  You are in the jungle!" y sus palabras parecieron adquirir un nuevo significado. 

En ese momento, Guns 'N Roses era la banda de rock más importante del mundo. En River demostró con creces por qué lo era. Venía en el marco del Use Your Illusion Tour, presentando los dos discos del mismo nombre. Tan grande fue el escándalo producido por los rumores destinados a "embarrar la cancha", que apenas llegaron ofrecieron una conferencia de prensa, en la cual Axl desmintió todo lo desmentible, una conferencia de prensa de la cual todo el país estuvo pendiente. Semejante expectación por la presencia de una banda en la Argentina sólo volvió a repetirse, tal vez, en 1995, durante la primera visita de los Rolling Stones.  

Cuando ya se sabía que la banda iba a venir a la Argentina, escribí un libro por encargo que se llamó Guns N' Roses: las manzanas podridas. Era uno de esos libros que cuentan la historia de la banda y la acompañan con las letras traducidas. Si me tengo que atener a lo que dijo la editora entonces: el libro vendió cuatro ediciones de 3 mil ejemplares, es decir 12 mil ejemplares. Lo insólito es que mi libro competía en las librerías con otro de características parecidas que, según me enteré, vendió más o menos lo mismo.

El show fue transmitido por Telefé. Axl dejó de tocar dos veces, fastidiado porque le tiraban cosas (remeras, botellas vacías de agua mineral, etc). Para pedir que no lo molestaran, insólitamente apeló a una traductora y amenazó con dejar el escenario si no lo dejaban cantar tranquilo. La chica estaba tan nerviosa que no pegaba una.

El show fue una gloria, y lo mismo ocurrió al día siguiente. La lista de temas varió ligeramente entre el primer concierto y el segundo.  El segundo show no empezó con Welcome To the Jungle sino con It's So Easy. Todo un símbolo. Una vez dado el primer paso, lo demás era mucho más sencillo.

Las "gunsadas" dichas por Quarracino

La visita de los Guns dejó muy apesadumbrado al cardenal primado Monseñor Antonio Quarracino. "Los integrantes de Guns 'n' Roses necesitan un tratamiento psicológico muy serio y profundo. Me dejó una sensación muy amarga el espectáculo del día anterior a la presentación del grupo, ocurrido en el hotel donde se alojaban sus integrantes. Esa no es la juventud argentina, sino que es una parte, pero es lamentable que esa parte haya dado ese espectáculo”, dijo Quarracino, con una dureza que no tuvo para condenar a la dictadura cívico militar de Videla y amigos, el 13 de diciembre de 1992. 

La vuelta a la Argentina y la última de Axl y Slash juntos

En 1993, la banda volvió a la Argentina. Esta vez no hubo tanta polémica: sólo rock. Ya estaba claro que no se comían a los chicos crudos ni pisaban banderas ni se limpiaban la suela de las botas luego de pisar nuestra tierra.

El 16 y el 17 de julio, apenas siete meses después de su visita anterior, la banda volvió a River. Aunque la lista de temas no difirió mayormente de los interpretados en 1992, los shows fueron notablemente más tranquilos que los del 92, con más guitarras acústicas, un formato más de canción que de hard rock.

Inesperadamente, el del 17 de julio de 1993 fue el último que los Guns ofrecieron con Axl y Slash juntos. Se despidieron en excelente forma. Por lo menos arriba del escenario. Se dieron un abrazo que quedó en la historia. "Yo estaba física y mentalmente exhausto", contó Slash a la revista Guitar World. Y el bajista Duff Mc Kagan no estaba mucho mejor: poco después iniciaría un severo tratamiento de rehabilitación.