Julieta Prandi tuvo que recurrir a los medios de comunicación y, gracias a su influencia mediática, su proceso judicial avanzó a pasos lentos, pero avanzó. Una situación similar le sucedió a la actriz Celeste Cid que denunció a través de sus redes sociales personales que una persona la acosa hace más de 20 años.
Ella era sólo una adolescentes cuando por primera vez le llegó una misteriosa caja que en su interior contenía lo peor: fotos de ella y preservativos usados. Los años pasaron y la situación se agravó a tal punto que tuvo que pedir un botón antipánico; ahora, teme salir sin custodia a la calle.
Cid es una de las actrices más importantes e icónicas de la historia de la televisión y del cine argentino y puso sobre la mesa la importancia de una justicia con perspectiva de género que actúe con celeridad frente a casos como el que ella atraviesa.
Además, comparó cómo su caso puede mediatizar rápidamente mientras que el de mujeres menos reconocidas o disidencias y ciudadanas de a pie pueden sufrir consecuencias que llevan hasta la muerte como es el caso de Paola Tacacho en Tucumán donde una acosador le arrebató la vida incluso después de haber interpuesto decenas de denuncias en contra de quien la violentaba.
El relato de Celeste es desgarrador: "Cuando tenía 15 años empecé a recibir regalos de una persona en mi lugar de trabajo: cajas con fotos mías recortadas de revistas junto a decenas de preservativos usados, y cartas, muchas cartas", empezó y siguió: "El tiempo pasó y las redes sociales volvieron a traer a esta persona, quien no sólo no paraba de escribirme a mí por cuanta vía encontrara, sino que además lo hacía con mi familia, mis amigxs, conocidxs y compañerxs de trabajo".
La situación no paró de escalar: "Ante los bloqueos a los que tuvimos que recurrir -a las reiteradas cuentas que esta persona seguía abriendo- empezó a cambiar el volumen y cada vez fueron más fuertes el hostigamiento y las amenazas".
Celeste Cid contó que acaba de recibir el "segundo botón antipánico" porque el acoso llegó hasta el país vecino de Uruguay: " Esta persona se presentó en la Feria del Libro de Uruguay (donde estuve hace casi 2 meses), y al estar fuera de Argentina (en donde tiene una perimetral y no puede acercarse) tuvo la lucidez de si hacerlo allí, donde la perimetral no tiene alcance".
Según la actriz, la situación pudo controlarse pues la policía "pudo reconocerlo y frenarlo antes de que llegue a la sala donde me encontraba presentando mi libro". Fuera de que el nivel de acoso escale año tras año y todavía no pueda librarse de esta persona, Celeste denunció lo peor: "Estamos a la espera de que un juez vea la gravedad del comportamiento sistémico que esta persona mantiene por más de 20 años".
Ante esta situación, Cid confesó: "Hoy, ya me genera miedo. No puedo desoír sus amenazas", relató y siguió: "Tuve que hacer reiteradas veces esta denuncia y si bien mi caso es menor comparado a la realidad que viven tantas mujeres, les puedo asegurar que contar una y otra vez la misma historia a través del tiempo: es muy angustiante y te hace sentir mucha impotencia te dan ganas de dejar todo así y no seguir reviviendo la historia".
La actriz de Para Vestir Santos reflexionó sobre cómo vive sus días: "Ayer pensaba: por qué termino yo con la sensación de ser la que está 'encerrada', con un botón antipánico y un policía en la puerta de mi casa cuidándome de las amenazas? ¿No debería ser al revés? Yo caminando tranquila por la calle, yendo y viniendo, y él recibiendo el tratamiento adecuado?", cuestionó retóricamente.
Celeste Cid terminó su relato no sin dejar un sabor amargo y angustiante a toda la comunidad que la sigue: "Me queda esta sensación, la de un sistema que con sus leyes y tiempos sigue poniendo a las mujeres en una zona de encierro, y a las personas que necesitan sostén en salud mental: en una zona de abandono", dijo y contundente expresó: "Gracias a la fiscalía que me acompañó desde el momento 0, brindándome su atención y a la Dra @Gmelisagarcia.abogada por estar acompañándome".