Aunque siempre fueron muy cautos y escuetos a la hora de hablar de cómo fue el tratamiento de su hijo mayor, Noah, Michael Bublé se quebró y reveló por primera vez detalles de los duros tres meses que vivió junto a Luisana Lopilato. “Había días en los que preferíamos morir”, confesó.
La pareja se enteró en octubre del 2016 del diagnóstico de Noah.
“Es, sin lugar a dudas, la peor cosa que te puede pasar como padre y, tal vez, como ser humano”, reconoció en una entrevista televisiva a la señal australiana Today. “Fueron millones las veces en las que con mi mujer estábamos sólo sobreviviendo, haciendo lo posible para sobrevivir y para poder respirar”, sumó.
Durante los casi cinco meses que duró el tratamiento en un centro de salud especializado de la ciudad de Los Ángeles, el cantante se cuestionó en más de una oportunidad: “Muchas veces deseé que me estuviera pasando a mí. Prefería que me lo hubieran diagnosticado a mí”.
Noah Bublé tenía tres años cuando le diagnosticaron cáncer de hígado.
“Hubo días en los que deseábamos no despertarnos. Pero, cuando lo hacíamos, sentíamos el amor de tanta gente que sabíamos que estaban rezando por nosotros. Sabíamos que había bondad ahí afuera. Nos dio fe en la humanidad”.
“Pasamos por mucho. Pero una de las cosas que te deja el haber pasado por tanto como familia es que te da una gran perspectiva y te permite apreciar las cosas buenas”, remató.