11 Octubre de 2017 18:16
Candelaria Tinelli sabe cómo llamar la atención. Por lo menos así lo hace en las redes, donde no solo la siguen casi 3 millones de personas en su cuenta de Instagram, sino que además sube constantes postales de su escultural y muy tatuado cuerpo despertando la pasión de multitudes. Esto, sin embargo, le ha traído también varios dolores de cabeza a la diseñadora.
Y es que producto de su forma de pensar, su exagerada devoción hacia los dibujos en tinta sobre la piel o sus desplantes cotidianos en las redes, Lelé (tal su nick en Twitter) llegó hasta denunciar -allá por agosto de este mismo año- que era víctima de violencia de género en las redes.
Esta vez, consciente de la gran repercusión que generan sus publicaciones, ya sea por un nuevo tatuaje, un cambio radical en el color de su pelo o por los diversos looks que suele exhibir, la it girl subió un extenso descargo donde habló de todo: su personalidad, dinero y su cuerpo.
La novia con Franco Masini abrió su corazón y escribió: “Me siento feliz por haber respetado mis deseos internos de ser quién quiero ser desde muy chica. Podré haberme equivocado, pero nunca deje de escucharme a mí misma. Soy una agradecida de la vida, y no me refiero al dinero, como todos piensan. Me refiero a poder tener una sensibilidad extrema”.
Al mismo tiempo, en referencia a su sensibilidad, la hija de Marcelo Tinelli aclaró que tiene un valor “mucho mayor” al que pueda tener el dinero en su vida. “La plata no compra la felicidad, ni la salud, ni los seres queridos, ni el amor, ni un buen corazón. Me critican, me halagan..hay de todo, y está bien. No pretendo conformar a nadie más que a mí”, explicó.
amo estas fotos de @sofihansen (me estaba muriendo de frio y pinchandome con la roca ??)
Por último, Cande aseguró que hará siempre lo que su “intuición” le dicte, ya que se trata de “su cuerpo, su vida, sus decisiones”. “Hay que ser fiel a uno mismo. No es egoísmo, es amor propio”, finalizó. Seguramente, este descargo tenga que ver con el gran número de críticas que recibe la diseñadora sin importar qué publique en las redes sociales.