Candelaria Tinelli no para de sorprender. Después de que sus dos padres cuestionaran su obsesión por los tatuajes, la menor del clan Tinelli-Aquino viajó a Paris para completar, de una vez por todas, su cuerpo con inscripciones. La morocha dejó el trabajo en manos de Guy le Tatooer, uno de los más reconocidos tatuadores del Viejo Continente.
La morocha dejó el trabajo en manos de uno de los mejores tatuadores europeos.
El nuevo diseño, que va desde sus pies hasta la espalda, tardó tres sesiones completas y dejó a la hija del conductor “hecha bolsa”, tal como ella misma señaló desde su cuenta de Instagram. Pero, conforme con el trabajo del tatuador, la diseñadora de moda aclaró: “Pero feliz. Goy le Tatooer, genio absoluto”.
La hija de Marcelo se animó, además, a posar desnuda. Crédito: FashionTV.
Candelaria también recordó a su tatuador argentino, Nazareno Tubaro. Aunque ella se cansó de desmentir la relación, la dedicatoria que le envió desde la capital francesa sembró más dudas sobre el verdadero vínculo entre ambos. “¡Cómo te extraño, querido Nazareno!”.
Candelaria luce su impecable silueta y su nuevo tatuaje.
La reacción de los padres
Soledad Aquino, primera mujer de Marcelo y también mamá de Micaela, fue la primera en pronunciarse en contra de los tatuajes de su hija. “No me gustan para nada y ella lo sabe. Le digo que la hacen parecer sucia. Pero tiene una especie de rebelión, siento como que está tapando algo con todo esto”, advirtió hace un año en un móvil al ciclo Infama.
Tinelli, Micaela, Candelaria y Soledad Aquino. Padre y madre se oponen al exceso.
“Siempre discutimos por eso. Tiene una piel divina. Junto con Mica son dos diosas, buenas, humildes. Pero bueno, son cosas de la moda. Igual, siempre le digo: 'Cuando tengas un bebé tuyo en brazos va a ser un asco'”, sumó la madre de la morocha.
La morocha ya perdió la cuenta de la cantidad de tatuajes que adornan su piel.
El conductor de Showmatch también estaría en contra de la obsesión de su hija, pese a que él mismo ostenta una cuantiosa colección de tatuajes. Y, aunque siempre se toma el tema con humor, fue su propia hija quien reconoció que en realidad está en contra: “Mi papá no quiere que me tatúe más, pero bueno. Ya soy grande. Entiendo su opinión, dice que soy joven y tiene razón. Pero vivo el hoy, no sé qué me va a pasar mañana”.