21 Enero de 2016 14:40
En medio de los rumores de una posible renuncia a Stravaganza y la impaciencia ante sus reclamos, Nacha Guevara sigue escalando el nivel de exigencias para con los productores de la obra en Carlos Paz. Tal es así que cuando la actriz tiene ganas de comer canelones, manda a un productor a comprarlos a una fábrica de pastas que se encuentra a 40 km de Carlos Paz.
"A Nacha le gusta un tipo de canelón que vende en la ciudad de Córdoba y manda a sus productores a comprarlo allá, pero no manda a comprar 20 para que los pongas en el freezer. Pide que le traigan uno recién hecho, y al otro día otro", relató Adrián Pallares en el programa Intrusos.
La anécdota se suma así, a los disparatados pedidos que se iniciaron al comenzar con los ensayos de Stravaganza, sin Reglas para el Amor. Desde el primer momento solicitó ensayar a solas, sin técnicos, ni compañeros de elenco. Luego vinieron las exigencias en su camarín, donde pidió que se cambiara el color de los sillones de su camarín y después siguió con el teatro donde mandó a cambiar todo el alfombrado de la entrada del Luxor aduciendo que el tapizado anterior estaba “cochino”.
En el teatro o en su casa, las exigencias parecen no acabar.
Alejada de Carlos Paz, Guevara se recluyó en una casa en un country en las afueras de la ciudad. Allí le pidió a los guardias del lugar que después de las 2 de la mañana se corte todo tipo de fiesta o reunión porque le molestan los ruidos.
Un tema aparte es el del público que la espera a la entrada y salida del teatro. La actriz parece tener cierta fobia al contacto con la gente, por lo que exigió que haya un operativo especial que rodee su llegada al teatro. Días atrás hizo su primera salida a saludar al público que deseoso esperaba verla. La cara de pánico de Guevara, no pudo ser disimulada ante las cámaras a pesar de que les agradeció su presencia.
Con esta suma de fuertes reclamos, las dudas acerca su continuidad en el espectáculo de Flavio Mendoza, se siguen incrementando. Debido a esto la relación con la producción no es del todo buena, ya que sus reclamos no son bienvenidos. Por su parte, sus compañeros Fernando Dente y Eleonora Casano niegan las versiones sobre el posible abandono de Nacha.