Desde que comenzó a regir en el país el "aislamiento social, preventivo y obligatorio" decretado por el presidente Alberto Fernández, Ivana Nadal se abocó de lleno a sus redes sociales: sobre todo, le dio mucha importancia a su cuenta de Instagram, donde tiene más de 2.6 millones de seguidores a los que suele entretener con rutinas de entrenamiento, consejos alimenticios y postales hot.
Sí, la modelo y conductora - que estuvo enero y febrero formando parte del programa que habitualmente conduce Beto Casella por la pantalla de El Nueve- no pasa un día sin publicar jugadas fotos o algunos ejercicios para moldear la figura desde su departamento para combatir el aburrimiento en medio de esta cuarentena.
Pero como las críticas nunca cesaron, la conductora expresó su hartazgo y decidió irse del país cuando acabe el aislamiento.
La gota que colmó el vaso se originó luego de otra publicación que realizó Ivana en el día de ayer. "Si andás sin un mango y tenés ganas de renovar un poco tus energías, ponete música y hacete estos ejercicios. Lo único que necesitás es tu cuerpo y ganas de estar mejor. De adentro hacia afuera, no te olvides. No importa tener abdominales, importa sentirte bien", escribió la panelista, muy optimista, junto con un video.
Sin embargo, durante la mañana de hoy y tras haber grabado una serie de historias en topless donde habló de la importancia del amor y de “conectarse con lo que a uno le pasa”, la morocha expuso a un seguidor que le señaló cómo pude reaccionar supuestamente la gente que la escucha, por lo que compartió la bronca que siente y los audios con los que le respondió.
A través de sus historias de Instagram, Ivana adjuntó la captura de su conversación con su seguidor y sostuvo que "no está bueno que salgan a criticarla": "Sigue sorprendiéndome cuánto nos cuesta entender que somos mucho más de lo que dice el resto. Que somos todo lo que sentimos y vivimos. Tenemos que respetar nuestros ideales y vivir desde el amor. Si es así, jamás vas a estar mal. Que nada ni nadie te haga creer que vivir la vida de un lugar amable con el amor como bandera es un error, vos sos tu propio templo y vos sabés realmente lo que te hace bien”.
Y concluyó: “No puedo controlar cómo va a reaccionar la gente. La verdad es que no entiendo a este medio ni a esta sociedad. Lo que veo es que están muy dolidos y que la única forma que tienen de reaccionar ante lo desconocido es con odio, con desconfianza, maltrato y violencia. Gracias a Dios ya me voy de este país a fin de año, deseándoles igualmente que sanen, que en algún momento puedan ser mejores personas. Si vos supieras la cantidad de personas que hay del otro día que están agradecidos del mensaje que les doy, de la cantidad de gente que ayudo”.