Cantantes locales y de todas partes del mundo le ponen mucha actitud y sacrificio para brindar grandes shows, pero en muchas ocasiones deben parar el espectáculo porque observan ciertas actitudes de sus espectadores que “no les gusta”. Golpes a las mujeres y maltrato a los menores, un cóctel que hace explotar a todos los artistas.
Tres casos que dieron la vuelta al mundo
Alejandro Sanz
El sábado por la noche el español de 47 años estaba dando un concierto en la sala Baja Center de Rosario, en México, cuando vio una actitud de un espectador que lo hizo “sacar de quicio”.
El español sacó del establecimiento a un hombre violento.
Estaba interpretando el tema “La música no se toca” cuando vio entre el público a un hombre que le estaba pegando a una mujer. Sin pensarlo, paró el show, bajó del escenario, retó al espectador y lo hizo sacar del establecimiento por los guardaespaldas.
“Eso no se hace, eso no se hace”, le gritaba al hombre que estaba entre el público. Luego, cuando los guardasespaldas sacaron al violento, el madrileño le contó a los espectadores: “
Les pido disculpas por el episodio de antes, porque yo no concibo que nadie toque a nadie, me da igual, y menos a una mujer”.
Daniel Agostini
El cantante de cumbia de 42 años también protagonizó un episodio similar y se terminó convirtiendo en héroe. El 28 de septiembre de 2015 tuvo que parar un recital al ver que una mujer golpeaba a su hija.
El cantante de cumbia paró el show para retar a una mujer que le estaba pegando a su hija.
Al notar esto, el creador del hit “La Ventanita” le indicó a su banda que corte la música y retó a la señora que le pegó a la menor.
Luego del episodio, utilizó las redes sociales para contarle al público la decisión de parar el show: “Ayer en pleno recital le reclamé respeto a una mala madre que agredió a su hija con un golpe casi mortal. Paré la canción, ¡y agarrate Catalina! Qué Dios proteja a todos los niños del mundo de padres de mierda que abusan de sus angelitos. Y pensar que hay gente que desea tener uno y no puede”.
Ricardo Mollo
El 10 de febrero de 2014, el vocalista de Divididos fue protagonista de un insólito episodio. La banda estaba tocando en la ciudad de Lincoln, cuando se enteraron que uno de los espectadores había dejado encerrada a su hija en el auto para poder presenciar el show.
Enojado con lo sucedido, la pareja de Natalia Oreiro se cargó al menor en brazos, paró el show y le pidió a los padres que se acerquen al escenario.
“Vení loco, vení a buscar a tu hijo, animal”, le pidió al espectador mientras se agarraba la cabeza.