Los ánimos cabrones del conductor Samuel "Chiche" Gelblung son conocidos por toda la industria televisiva y radial, a partir de las experiencias públicas que protagonizó el periodista durante los más de 50 años de carrera que tiene. Aunque en los hechos, sus formas quedan cada vez más atrasadas en un oficio que día a día crece en cuanto a respeto entre colegas. En ese sentido es que el maltrato que aplicó a su panelista Matilde Badini el último viernes, quien renunció en vivo por los maltratos, sumó una nueva mancha al tigre que estuvo dos veces en Vietnam.
"No puedo volver después del destrato de esta tarde. Me siento despedida. Los quiero muchísimo y pase muy lindas tardes con todos ustedes, gracias por escucharme", soltó con la voz quebrada Badini, en los últimos minutos del Hola, Chiche del pasado viernes en Radio del Plata. "Para todos los oyentes, les agradezco el tiempo que estuve aquí. Yo soy una agregada sin experiencia, no soy periodista, que trate de agregar cosas chiquitas, pero desde el corazón", había dicho antes.
La revelación de la panelista llegó luego del destrato que el conductor había tenido con ella minutos antes, cuando tuvieron un cruce por distintas perspectivas en relación a los tratamientos psicológicos. Es que mientras que el conductor reivindicaba un tratamiento psicoanalítico de dos años, la mujer aseguraba que con ese tiempo "de tratamiento con un psicoanalista no hacés nada".
"Bueno, está bien, vos sos psicoanalista", la cruzó Gelblung. "No soy psicoanalista, soy paciente", fue la respuesta de ella. "¿Será posible que todo quieras saber, vos? ¡No podés saber de todo!", insistió el conductor. "¿Sabés cuál es mi locura? No me gusta escuchar pelotudeces", sintetizó la panelista.
"Bueno, entonces retírate, si no te gusta escuchar pelotudeces", pidió un enojado Chiche. "No se lo tome a pecho, no le estoy hablando a usted", respondió Badini. Aunque eso no calmó para nada al conductor. "Te podés retirar. Retirate si no querés escuchar pelotudeces. Vos tenés cosas más geniales, decilas. No ofendas al pedo, insolente. Respeto, por lo menos, a la jerarquía. Sos una insolente, no me gusta la gente insolente", cerró.
No es la primera vez que los maltratos se hacen costumbre en el entorno de Gelblung. Aunque en los hechos tampoco se recordaba una escena así como la que vivió y, además, presenciaron sus colegas Diego Colombres y Analía Graffigna. Habrá que ver si hubo lugar para la reconciliación y la paz con su compañera a las 16:30 del lunes, cuando vuelva a emitirse su programa radial.