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Chicos de Brahma, me quedé con sed: por qué su aviso refuerza todo lo que está mal y siguen sin entenderlo

Qué es lo que se le cuestiona a la publicidad de la cervecería.

13 Enero de 2020 14:39
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Playa, jóvenes y una voz en off que da comienzo al nuevo aviso televisivo con el que Brahma buscaba lanzar su nuevo sabor “lima”. El comercial debió ser retirado del aire a las pocas horas de su primera transmisión, después del repudio masivo de consumidores que denunciaron que la idea que gestaron desde la agencia Santo Buenos Aires expresaba “violencia simbólica contra la mujer”. La lavada explicación de la empresa que parece no haber entendido el problema y por qué la publicidad debería dejar de mirar con regocijo y nostalgia las viejas épocas en las que no hicieron otra cosa que cosificar, minimizar y adoctrinarnos.

El disparador “creativo” del comercial parte de la idea de que a todos les gusta la cerveza y pone el eje en una joven a la que ridiculizan por “no formar parte”. Una vez más, las mujeres presentadas como “nenas bobas” a las que hay que enseñarles qué es lo que es bueno en esta vida. Un mansplaining atroz, que se potencia a lo largo de todo el aviso.

“A vos te parece amarga y te sentís afuera”, suma el relato en off, mientras muestran a la joven lejos de la multitud tomando lo que denominan “traguitos de colores”. Otra chica le saca sin preguntarle la copa y la protagonista pasa a ser tomada por otros tres jóvenes. “No desesperes”, se escucha. Todo indicaría que, tal vez, la desesperación de esa chica podría radicar en el hecho de que la estaban arrastrando contra su voluntad.

Pero no. Mientras es llevada a la fuerza hacia el mar por una horda de “cerveceros”, los "creativos" redoblan la apuesta y presentan así su nuevo sabor. “Este verano te trae Brahma Lime”, se escucha, mientras se puede ver a la protagonista siendo empujada hacia el agua. Dos hombres la llaman con sus manos para que dar inicio a un forzado rito de iniciación en el que se verá forzada a probar algo que, ya se dijo, no le gusta.

“Vamos, mi reina. Ya es hora de que tengas tu bautismo birrero”, prosigue el guión; ya con la chica en el agua, en brazos de una desopilante reversión del Mano Santa, que le lleva sin consultarle la lata a la boca y luego la sumerge con violencia en el agua. ¿Cómo la rematan? La chica, forzada a probar algo que no quería, ahora sí es aceptada, feliz y puede bailar con el resto del grupo.

El lavado comunicado de Brahma tras los cuestionamientos

“Hola. En Brahma respetamos y celebramos las individualidades”.No se nota, teniendo en cuenta que el disparador “creativo” del comercial radica en forzar a alguien a consumir algo que no le gusta para poder “pertenecer”.

“Y como sabemos que no a todos nos gusta lo mismo, decidimos lanzar una cerveza con un toque de lima; para todas las personas que prefieren un sabor menos amargo”.Entonces, si saben que a no todos nos gusta lo mismo, cómo explican que el comienzo del guión haya sido: “Cerveza, nos gusta a todos”.

“Pedimos disculpas a quienes sintieron lo contrario”.No, no sentimos lo contrario. Estamos denunciando que el aviso reproduce estereotipos patriarcales que además ponen en duda la inteligencia y capacidad de decisión de las mujeres, entre otras cosas.

“No logramos expresarnos de una manera clara”.Quedó clarísimo.

“Nuestra intención es seguir construyendo una sociedad más justa e inclusiva”.Entonces, les sugiero que para el próximo casting, entre otras cosas, no se limiten a contratar modelos que reproducen el estereotipo de la heteronorma y cuerpos que distan de ser reales.

“Una sociedad en la que podamos disfrutar de un momento con amigos, dela forma en que elijamos”.Proponen que van a hacer todo lo contrario al comercial que acaban de lanzar, cuya premisa radica en explicarle a alguien que para pertenecer tiene que aggiornarse a las costumbres imperantes y no respeta la individualidad.

No fueron pocos quienes consideraron que las críticas al comercial fueron “desmedidas”. El problema es no entender la gravedad que remite la reproducción de este tipo de lógicas de pensamiento y prácticas, en las que se vuelve al viejo “un no, en realidad, es un no”; en las que se violenta con total impunidad a una mujer para que entienda “lo que es bueno”. Porque nosotras, claro, no lo sabemos y necesitamos que vengan a explicárnoslo.