11 Octubre de 2017 05:50
¿Era necesario? Eugenia “la China” Suárez realizó su primera producción de fotos embarazada de su segundo hijo y aprovechó la entrevista con la revista Gente para volver a cargar contra Carolina “Pampita” Ardohain.
La China fue tapa de la revista Gente.
Consultada sobre el motivo por el cual decidió pasar por el altar con Benjamín Vicuña, teniendo en cuenta sus públicas manifestaciones contra el matrimonio, la rubia dio una explicación romántica y aprovechó para pegarle por elevación a la madre de los hijos de su actual pareja.
“Antes me parecía un quilombo: los papeles, las divisiones cuando te separás. Pero cuando lo encontré a Benja, los dos decíamos: 'Con vos sí podría casarme'. Me encanta la familia tradicional, aunque en la vida uno no hace siempre lo que quiere, sino lo que puede. Mientras mi hija esté feliz, yo también lo soy. Un día me di cuenta de que me gustaría pasar toda la vida con él”, explicó.
Dentro de toda su explicación se resalta una frase que bien podría volver a encender la mecha de “Pampita”, quien estuvo diez años al lado del chileno, pero nunca llegó al altar. “Con vos sí podría casarme”, aseguró la “China” que le dijo Vicuña, dando a entender que no había tenido ninguna intención de hacerlo con su ex.
Las declaraciones más fuertes de la “China” Suárez
"Una vez, una amiga me dijo: 'Tenés que encontrar un hombre que ame con locura a su mamá, porque eso se va a reflejar en cómo te trate a vos el día de mañana'. Es el caso de Benjamín, que le da a su madre un lugar increíble, la admira, la quiere, la cuida. Y así es conmigo. Él es todo lo que necesito: estoy convencida de que podemos pasar juntos el resto de nuestras vidas”.
“Creo que nuestra historia es demasiado romántica, por todo lo que nos tocó atravesar. Aunque parezca raro, eso nos hizo más fuertes. Hoy ya no es tema. Pero imaginate el amor que nos tenemos... Hubiera sido más fácil para los dos tomar otro camino”.
“Yo sabía que Benjamín se encontraba separado y él también estaba seguro de eso. Después, a la prensa se le vendió otra versión. Pero la verdad es esa. Siempre tuvimos todo claro”.
“Me importa que el día de mañana mi hija me diga que fui una buena madre. Después, el resto... si piensan que soy buena o mala actriz, no me preocupa. Sería mucho más elegante si dijera 'mi vida es el cine', pero tengo el foco puesto en ser la mejor madre que pueda”.
Pampita y Vicuña se separaron meses después de celebrar su décimo aniversario.
“Rufi prácticamente me lo pedía (convivir con el chileno), porque pegaron onda de entrada. Y Benja es más comprador que nadie. Pero ella tiene clarísimo quién es su mamá y quién su papá, y quiénes sus respectivos novios. Pensá que pasó mucho tiempo desde que me separé y no tiene la imagen de la familia típica: siempre vivió sola conmigo o con el padre. Hay que quitarle dramatismo a todo”.
“Uno hace un contrato, donde a mi hija la educo yo y Benja a los suyos. Los chicos están felices. Es uno el que le pone prejuicio o carga a la hora de contar las cosas. Siempre trato de desdramatizar, y Rufi lo capta de esa manera”.
“Benjamín me dio algo que nunca había tenido en mi vida, que es estabilidad. No soy una loquita, pero sí una mina que vuela bastante. Siempre pensé que podía ser feliz con o sin alguien, y eso me ayudó a no deprimirme nunca. Pero él me puso los pies en la tierra. Tiene una cosa de familia y de apego que me da mucha tranquilidad”.
“Papá era severo; mamá, más permisiva. Papá (Guillermo, quien falleció meses antes del nacimiento de su primera hija) era un hippie espectacular: cambiaba todo el tiempo de laburo. No tenía ningún título universitario, pero siempre trabajaba. Por eso, nunca le importó que yo estudiara. Mamá sí quería... Mi viejo se había dado cuenta de que a mí me gustaba bailar y cantar todo el día. Siempre confió mucho en mí. En cambio, ella decía: 'Hija, hay miles de chicas que estudian y tienen más talento que vos'".
“Papá me veía y se reía, elogiaba mi personalidad. Me contaba que a los tres años, cuando alguien se me acercaba, yo le apretaba la mano para que no me tocaran: 'No le gusta que la toquen'. Decía que le gustaba mi forma de actuar. Igual, él era quien me inculcaba la disciplina, que fuera puntual, que no jugara con el tiempo de la gente”.
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“Es muy fácil ser la mamá de Rufi; siempre se lo digo. Pero le pongo límites. Lo hago todo el tiempo, no tengo mucha paciencia. Tampoco que opine. Le digo: 'No, la mamá soy yo. Lo que a vos te parezca con cuatro años, no cuenta'. Es mi forma, pero siempre con amor. Ella es cero manipuladora, pero tiene una personalidad muy marcada: cuando no quiere algo, se planta. Pero se viste como yo digo y no toma decisiones. Para mí, tanta libertad no hace bien”.
“Me encanta (que Rufina siga una carrera como actriz). No tengo mambos con eso. Yo fui muy feliz trabajando desde los diez años. No tuve ninguna mala experiencia. Cuando tus padres están cerca y te acompañan, es lindo. Me acompaña a las producciones y me dice: 'Mamá, yo quiero ser como vos'. Agarra los tacos y me tira: '¡Qué linda que estás!' o 'eso no te combina'. El otro día me pongo una pollera y me dice: 'Mamá, ¿vas a ir así? Eso parece una bolsa de basura'. No tiene esa cosa de pendex malcriada, es lo más.
Por último, la actriz reveló cómo fue el momento en el que Vicuña la tomó por sorpresa y le propuso casamiento: “Me re cagó. Soy tan controladora. Siempre creí que me iba a dar cuenta cuando llegara ese día. Y me agarró en el momento que menos me lo esperaba. Fue en el campo de su familia, en Chile, allí me lo planteó. Yo estaba con un suéter, así nomás, y él de rodillas. Lo más lindo fue que estaba la familia: todos brindaban, tomaban pisco. Fue súper romántico”.