Entre la noche del martes y prácticamente todo el miércoles, Twitter dirigió sus antenas a un rincón sumamente puntual de su esfera: la cuenta de Cielo Latini, quien tuit a tuit despedazaba públicamente a su ex marido y padre de sus dos hijas, Rolando Graña.
Cielo admite tenerle miedo a su ex marido.
Entre otras cosas, la escritora lo denunciaba por no pagar la cuota alimentaria correspondiente a las pequeñas Adolfina, de 7 años, y Cordelia, de 5; y dejaba translucir que el periodista aún seguía teniendo una relación con ella a espaldas de su pareja actual.
Ahora, entrevistada por Paparazzi, Latini amplió sus alegatos contra Graña. "Vivo dedicada a mis hijas, mientras él hace vida de soltero en Palermo, saliendo cuando él quiere", relató la joven agregando que hace tres años el periodista decidió no pagarles más el alquiler y se vio obligada a volver a la casa de sus padres junto a las nenas.
La boda entre Latini y Graña fue en 2010.
"Cuando nos separamos, me dijo: 'Me voy porque si no te tengo que c... a trompadas'. Me quedé callada para llevarnos bien, porque le tengo miedo, pero ya es el colmo", contó Cielo. "Le pido que nos alquile un departamento sencillo y que me actualice la cuota de las nenas, porque ya no me alcanza para comprarles comida, remedios y ropa".
Latini confiesa que su ira estalló aún más cuando comprobó que su ex marido vive en un edificio con pileta, sauna y cancha de tenis. "A mí me dice que no tiene plata y vive con esos lujos. Yo vivo de prestado desde hace dos años, llena de limitaciones, me echó como a una rata y dejó a las hijas sin casa", se lamenta.
"A las nenas las ve cada muerte de obispo, porque prefiere irse de viaje con la novia, con quien me cagó desde que nació Cordelia", suma la escritora afilando aun más sus dichos. "Cuando viene a mi casa me dice que soy el amor de su vida pero que ahora no podemos estar juntos, que no entiende qué nos pasó, así me mantuvo tres años en vilo".
Nadie. Y a mis hijas menos. pic.twitter.com/Xx5bx5aePf
- Cielo Latini (@cielolatini)
Además, Cielo cuenta que, a mediados de julio, Cordelia estuvo internada en el Hospital Británico a causa de una miositis viral aguda que le impedía mover las piernas y que Graña estaba con la niña sólo breves momentos, o se pasaba las horas de visita hablando por teléfono. “Estuvimos muy solas”, define ella.