03 Junio de 2020 17:31
El año pasado, cuando la historia de amor entre ambos iba sobre ruedas, Cinthia Fernández y su ex pareja Martín Baclini habían llevado a Francesca, la menor de las tres hijas que tuvo la modelo con Matías Defederico, a atenderse en Rosario con el endocrinólogo Diego Schwarzstein, el mismo que atendió a Lionel Messi a sus nueve años cuando le detectaron problemas de crecimiento.
Según contó la ex panelista, la nena es “bajita” y en el colegio le hacen bullying. “Mi hija es bajita y en el colegio la viven gastando. Tiene un problema de crecimiento y se lo tengo que hacer tratar. Es un proceso bastante doloroso. Le tengo que hacer análisis que no estoy preparada psicológicamente”, había contado en septiembre del año.
En aquella oportunidad, Schwarzstein confirmó que la nena estaba por debajo de la media y que tenía que hacerse una serie de estudios bastante invasivos para que él pudiera emitir un diagnóstico certero.
Pero Cinthia, por entones, no se animó: "La tienen que pinchar cada media hora. Y yo quiero tener tiempo porque quiero estar antes, explicarle, durante y después”.
A casi un año de aquel momento, la bailarina volvió a manifestarse sobre el tema: “Sé que hay que hacerle estudios, pero yo soy un poco especial, hay que pincharla un montón. Messi lo que tenía eran problemas de crecimiento con las hormonas”.
Y sobre los análisis que le deben realizar, agregó: “Ella estaba abajo del percentil, hace poco la volví a controlar y me dijeron que espere, pero lo quiero hacer. Yo no me animo, cuando me lo dijeron no me animaba porque hay que pincharla muy seguido”.
En ese sentido, Cinthia explicó que la pequeña Francesca es “muy sana, hermosa, bella. No lo tomé como algo dramático porque no es que tiene una enfermedad terminal” y sumó: “Que nadie te diga lo que podés o no hacer y menos juzgarte por una condición física”.
En ese contexto, también reconoció que quien se dio cuenta de que la nena tenía un posible problema de crecimiento había sido Baclini: "Fue cuando la conoció. Le dio un beso a cada una, y bajamos a tomar un café. Entonces, me preguntó cuántos años tenía Francesca. En ese momento tenía cuatro, y me dijo: 'Perdón que te lo diga, pero es un poquito bajita...'”.
En aquella oportunidad, consciente de su estatura y la de su ex pareja, Matías Defederico mide 1,68, Cinthia le sugirió a Baclini que no podía esperar que sus hijas “sean Manus Ginobillis”.
Aun así, el empresario rosarino le insistió y la convenció de viajar juntos a Santa Fe con la nena para que la viera el médico que hace más de veinte años atendió a Messi.