El mundo del espectáculo aún llora a Gerardo Rozín. El productor y conductor de radio y televisión supo ganarse el cariño de colegas y compañeros, y también del público. Por eso, fueron varios los artistas que se tomaron algunos minutos para despedirlo. Desde Jesica Cirio y Zaira Nara, hasta Reynaldo Sietecase, Abel Pintos y Fito Páez, entre muchísimos otros, encontraron un espacio en sus apretadas agendas para recordarlo con cariño y gratitud.
El último en pronunciarse tras la muerte de Rozín fue Claudio Belocopitt, quien forjó una fuerte amistad con el conductor al retrucar sus dichos sobre los empresarios de la salud durante su programa que se emitía por la pantalla de C5N. Luego de que el rosarino le diera su derecho a réplica, entablaron una gran devoción que duró hasta el final. “Nos conocimos por una nota en la que hablaba mal de los empresarios de la salud, sabia su teléfono así que lo llamé y le dije que estaba diciendo boludeces, me dijo que si quería discutir que me invitaba al programa, fui a C5N y discutimos", comenzó Belocopitt. Su testimonio se volvería cada vez más emotivo.
En diálogo con LAM, Belocopitt resaltó que lo que le llamó la atención de Rozín fue que escuchó su descargo. "La mayoría de la gente tiene prejuicios. Pero yo soy un apasionado de los sistemas de salud y había que escuchar a la otra campana y Gerardo la escuchó. Fui a varios programas y nació una relación de trabajo que se transformó, hicimos una amistad muy fuerte, mas allá de lo laboral, éramos muy amigos. Él era un poco hipocondríaco, y una de las cosas que siempre le decía era 'qué desgracia que me hice amigo tuyo porque me rompés las bolas todos los días con algo diferente', creo que era así por las enfermedades de su madre y abuelos, que los marcaron", añadió.
En el último año, luego de que le diagnosticarán un tumor cerebral, la hipocondría de Gerardo se borró. En ese sentido, el empresario señaló que Rozín siempre tuvo “claro lo que venía” y aclaró que hubo un cambio "impactante en él, una fuerza, él cambió tremendamente” cuando le detectaron su enfermedad. “Nos fuimos a comer a un restaurante donde íbamos siempre que teníamos que hablar temas importante y desde el día uno me dijo: 'Hablemos con claridad de lo que se viene y cómo transitarlo'. Y ahí tuvo una fortaleza durante los 11 meses que me sorprendió”, explicó.
Y a modo de ejemplo, sumó: “El COVID-19 era el fin del mundo, creía que en cada esquina se contagiaba y cuando apareció esto, cambió profundamente y sabía que la batalla era casi imposible y que los tiempos eran cortos. El primer debate fue si se hacía una cirugía o no porque el decía que prefería calidad, 'que dure lo que dure pero bien'. La hizo y eso le permitió tener varios meses de una buena calidad de vida”.
Durante su charla con el programa de América, Belocopitt explicó que tuvo la suerte de hablar en varias oportunidades con su amigo antes del final debido a que Rozín, al ver que su salud se iba deteriorando cada vez más, comenzó a llamar a sus amigos. "Estaba con una fuerza y ganas impresionantes. Los fue citando y se iba despidiendo, hasta que ya no daba más. Decía que no daba más, que había dado todo y necesitaba dormirse, que no había más”, agregó entre lágrimas.
Al mismo tiempo, el empresario reveló que el conductor decidió no dar entrevistas o hablar de su enfermedad en público para cuidar a sus hijos. "Me dijo que no quería que sus hijos vivan un año de lo que significaba hacerlo público. Hasta el último momento tuvo su humor picante y ácido, era un gran periodista, productor, se perdió un tipo extraordinario. Era un amigo que recepcionaba todo, me acompañó en la etapa de la pandemia. Cuando vi la reacción de todos tras su muerte, pensé que si existe algo más, ojalá haya visto lo que fue, porque fue fantástico y lo merecía", concluyó.