19 Diciembre de 2016 07:35
Pasaron sólo 53 días desde que Luisana Lopilato recibió la peor de las noticias. Después de tres días de estudios por el cuadro febril que presentaba su hijo Noah, los médicos del Hospital Italiano dieron el jueves 27 de octubre con el triste diagnóstico: podría tratarse de cáncer de hígado.
La pareja se instaló a finales de octubre en Estados Unidos por el tratamiento de su hijo mayor.
Con Michael Bublé a 11.121 kilómetros de distancia, dado que se encontraba en Europa promocionando su último disco (Nobody but me), los doctores la sentaron y le dijeron: “Tiene una manchita en el hígado. No muestra distintas tonalidades, por eso es probable que sea benigno, pero hay que seguir con los estudios”.
Lopilato se encontraba a más de 11 mil kilómetros de distancia de Bublé cuando recibió la triste noticia.
Dos días más tarde, la actriz se encontró en Los Ángeles con su marido. Eligieron la ciudad por dos motivos. La pareja no sólo tiene una lujosa mansión ubicada en Beverly Hills en la cual instalarse (para conocerla por dentro, hacé click acá), sino que además la ciudad alberga uno de los mejores centros médicos para el tratamiento de niños con cáncer: el exclusivo St. Jude Children's Research Hospital.
El St. Jude Children's Research Hospital en el que Noah cumple su tratamiento.
Acompañados por los padres de Luisana, Bety y Eduardo, los Bublé recibieron la confirmación final: se trataba efectivamente de cáncer de hígado y el pequeño de sólo tres años debía comenzar esa misma semana un duro tratamiento de quimioterapia. Horas más tarde y para evitar la especulación, emitieron un triste comunicado.
Desde entonces, tanto Luisana como Michael se llamaron a silencio. Acompañados por los ocasionales viajes de sus familiares, la actriz, el cantante y la abuela materna del pequeño acompañaron todos los días a Noah. Así, el pequeño cumplió su primer tramo del tratamiento.
Brandee, la hermana de Bublé, viajó a Los Ángeles para acompañarlos por unos días.
“Están muy encerrados, casi no se comunican con nadie”, confiaron a BigBang desde el entorno de la pareja. “No suelen contestar mucho los mensajes pero, cuando lo hacen, sólo tienen palabras de agradecimiento y piden que recemos por Noah. No quieren dar muchos detalles, ni siquiera a sus íntimos, porque saben que cualquier cosa se puede filtrar y va a dar lugar a muchas especulaciones”, suman.
La pareja tiene previsto quedarse en Estados Unidos, al menos, cinco meses más.
Pese al hermetismo, Luisana y Michael se muestran optimistas. “Están contentos porque el primer tramo de la quimioterapia ya se terminó y ahora pueden pensar más en las fiestas. Poner sus cabezas en algo más positivo y alegre. Además, la fantasía de Papá Noel es una forma de que Noah también piense en otra cosa”, reconocen.
Aunque la primera parte ya pasó, el pequeño de tres años deberá regresar a la clínica a mediados de enero para poder continuar con las sesiones. “Estiman que serán tres meses más. Siempre se habló de un total de entre cuatro y cinco meses”, precisan los íntimos de la pareja. “Después, según el plan inicial, va a tener que ser operado”.
La quimioterapia, en el caso de Noah, funciona para reducir lo más posible el tumor. Sin embargo, los médicos ya les anticiparon a los angustiados papás que el pequeño deberá ingresar a quirófano para culminar con el tratamiento. “Quizás después tenga que hacer más quimio por prevención, pero eso no está confirmado”.
Pasarán las fiestas en Los Ángeles.
Encerrados en su universo personal, los amigos de Michael y Luisana entienden el hermetismo. “Uno intenta no mandarles muchos mensajes para no ser pesados, pero siempre que pueden nos responden y nos dejan un poco más tranquilos. ¿Si van a viajar en el corto plazo a la Argentina? No, no lo tienen previsto”.