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Clink canje: la escapada "romántica” de Fede y Laurita a Las Vegas

Partieron el lunes por la mañana rumbo a Estados Unidos. Pero lo hicieron por algo más que amor.

20 Marzo de 2017 05:15
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Un romance que cotiza en bolsa. Fede Bal y Laurita Fernández llegaron pasadas las cinco de la mañana al aeropuerto de Ezeiza para viajar a Las Vegas, conocida como la ciudad del pecado. El viaje llega 14 días después de que blanquearan su relación en los medios.

La "escapadita romántica" fue, en realidad, un canje para participar de un programa de TV.

El actor optó por un look camuflado: campera de jean, zapatillas deportivas, gorrita y anteojos intentaban resguardarlo de la gente. Ella, menos reservada, se plantó con un jean súper ajustado, una valija de mano naranja y su llamativa melena rubia, que podía verse desde la punta de las puertas de embarque.

El actor esperando en Ezeiza para despachar sus valijas.

Tal como lo anticipó en su momento BigBang, la primera “escapadita romántica” oficial de la pareja fue planeada desde finales de febrero, semanas antes de que anunciaran el “inicio” de su relación en la tapa de la revista Gente. ¿Por qué tanta antelación? Fueron invitados por la productora Mandarina, a cargo del nuevo ciclo de Guillermo “El Pelado” López que se sumará en breve a la grilla de El Trece.

Laurita y su valija de mano naranja, bien bajo perfil.

Pese a la promesa del blanqueo para el ciclo, los tiempos se demoraron y los ex campeones del Bailando debieron acelerar sus tiempos mediáticos. Además, su participación en Showmatch estaba y sigue en duda. De modo que así llegó los primeros días de marzo a los kioscos la portada en la que reconocían que se estaban “dando una oportunidad” (Hacé click para leer: "La historia oculta detrás del blanqueo).

La reacción del entorno del actor fue contundente (Hacé click acá para leer: "¿Qué hiciste, bolu...?") y todas las mujeres de Ideas del Sur cruzaron a Laurita y la tildaron de "zorra robanovios". Pero no les importó, los negocios no tardaron en llegar. Y ahora, tiempo de disfrutar del clink canje.