El 20 de marzo comenzó a regir, por un decreto del presidente Alberto Fernández, el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el cual podría extenderse hasta el próximo 12 de julio y que obligó a la gran mayoría de los artistas de este país a buscar formas de reinventarse para no quedar sumergidos en la crisis que afecta al espectáculo, en medio de la pandemia de COVID-19.
Entre ellos se encuentra Coco Sily, uno de los pioneros en llevar a cabo shows teatrales vía streaming. El humorista realizará el próximo sábado 27 de junio a través de PlateaLive, la nueva plataforma lanzada por PlateaNet que permite a los artistas seguir trabajando frente a la problemática de la pandemia y la posterior cuarentena, su tercera entrega de “La súper cátedra en cuarentena".
El capocómico propone una noche de humor donde despliega todo el histrionismo y el desparpajo que lo caracteriza, en un show para disfrutar en familia, en medio de la incertidumbre de no saber cuándo se retomará la actividad teatral en el país. En ese aspecto, Coco se vio obligado a reinventarse y a utilizar la tecnología para seguir trabajando.
En una nota con BigBang, el cómico se refirió al show que realizará el sábado 27 de este mes, el cual llevará a cabo desde un estudio especial gracias a un protocolo que sacó la Asociación de Managers Argentinos y tiene un valor de 350 pesos la entrada, y se tomó un momento para hablar de la crisis que enfrentan los artistas a causa de la cuarentena.
-Se trata de la tercera parte de tu show desde que comenzó el aislamiento. ¿Durante la función tocas temas referidos a la cuarentena?
-Hice la Cátedra en cuarentena 1, 2 y ahora hago la tercera parte. Consiste un poco en el show de la cátedra normal, adornado con cosas que tienen que ver con lo que nos sucede ahora en la actualidad, con el aislamiento y el encierro.
También hago interacción con la gente que me puede ir escribiendo durante el vivo. Durante todo el show, la gente también va a poder votar una anécdota. Al comienzo del espectáculo, voy a enumerar una serie de anécdotas, algunas ya contadas y otras no, y el público va a poder elegir cuál de todas ellas quieren que cuente al final de la función.
- ¿La tecnología te ayudó a reinventarte y no caer en la crisis en la que se ve afectada gran parte industria por la cuarentena?
-No había otra manera igualmente, o por lo menos yo no la encuentro. Esto comenzó a pasar en marzo, el mes de los lanzamientos, estrenos e inicio de las giras. A partir del aislamiento, todos los shows, el mío y el de todos, se cayeron.
Cuando pasó todo esto, yo no me imaginé nada lo que lo ocurre ahora, con la crisis que sufre la parte actoral, musical y humorística. Creí que nos quedábamos sin shows durante 20 días y que después todo iba a volver a la normalidad. Pero todo se prolongó y acá estamos.
-¿Cómo fue pasar de los shows presenciales a los hechos por streaming? ¿Te costó o te acostumbraste rápido?
-A mí me llamó la gente de PlateaNet para ver si yo tenía interés de hacer un show virtual. Al principio descreía, no creía que la gente iba a pagar para verme en medio de tanto Instagram en vivo, pero me equivoqué. A la gente le gusta porque es un show netamente teatral, porque me visto, me preparo para ellos y la entrada les da ese condimento de exclusividad.
"Cuando pasó todo esto, yo no me imaginé nada lo que lo ocurre ahora"
El valor de la entrada la bajamos a menos de la mitad de lo que lo cobrábamos en el teatro, está 350 cuando en el teatro tenía un valor superior a los 800 pesos, y ese aspecto exclusivo que te da comprar una entrada sabiendo que no todo el mundo va a ver el show, que es un espectáculo que van a poder ver solo los que adquieran el boleto, le da un plus.
Además, una sola entrada le permite a una familia entera o a una pareja que convive ver el show juntos. Una sola entrada vale para todo el grupo familiar. Me han llegado mensajes de personas y de gente que conozco que me cuentan que se visten para la ocasión, para ver el show. Preparan una comida especial y se ponen en el living a disfrutar. ¡Como si fuera una salida de sábado!
la “Cátedra del Macho” era solo el nombre. Mi espectáculo no hablaba mal de la mujer".
Con respecto a la tecnología, yo mucho no me meto en ese aspecto. Me paro frente a la cámara y actúo. Mi hijo (Sasha) es mi productor en este momento y toda la parte técnica la maneja él y la gente de PlateaNet. Estoy armando algunas sorpresitas y trato de renovar el material porque hay descuentos para los que ya vieron los primeros shows.
- ¿Cómo vivís esta cuarentena que ya lleva 90 días y promete prolongarse mucho más?
-Yo salgo por mi programa radial (Código Sily, que se emite por Radio Pop) y cumplo con todas las medidas de seguridad necesarias. Los columnistas salen desde su casa y yo hago la conducción de manera presencial. Se decidió que haya la menor cantidad de público dentro del estudio y la mayoría está saliendo al aire desde sus casas, para evitar contactos innecesarios.
Después no hago otra salida. Ahí estoy con mi operador y un productor, hay mucho protocolo de salud. Se cambian los cubre micrófonos para cada programa, te toma la temperatura antes de entrar y te rocían algo también. En el espacio nuestro somos muy precavidos, es un virus que no perdona y es, sobre todo, muy invasivo.
- Te saco de la cuarentena para hablar del show y de tu deconstrucción como persona y humorista ¿Cómo fue adaptar tu forma de ser y hacer humor en los tiempos del feminismo?
-Quiero aclarar que la “Cátedra del Macho” era solo el nombre. Mi espectáculo no hablaba de la mujer y no estaba basado en eso. Estaba dedicado a cómo nos gustaba comer o como somos los hombres cuando salimos. Tuve que reconstruirme, pero como persona. Fue más personal que del espectáculo. Gente que conozco que me ayudó mucho en mi forma de pensar.
Tuve que reconstruirme, pero como persona"
Es difícil comunicar con todo el tema de la susceptibilidad. Mi show nunca fue en contra de la mujer. Hablo en contra, metafóricamente, de la modernidad por así decir. En lo personal estoy viviendo una deconstrucción personal fuertísima a través del feminismo.
Tengo una hija militante feminista muy fuerte, que me ayudó a cambiar cosas que estaban horribles de nuestra parte, está bueno evolucionar en ese sentido. A mí lo que más me gusta de la revolución feminista es que el día de mañana no se va a hablar más de género, a mí me parece maravilloso eso. Que todos seamos calificados en cuanto a nuestras cualidades.
-El domingo es el Día del Padre. ¿Sacaste un permiso para poder ver a tus hijos o no mantenes contacto físico con ellos desde que comenzó la cuarentena?
-Con mis hijos tengo contacto solo por videollamada, salvo por Bono que sufrió en abril un caso de apendicitis y Sasha, que es mi productor, trabaja conmigo en la radio y es con el único que mantengo contacto personal desde que rige la cuarentena. Con Bono, Baltasar y Dana solo hacemos videollamadas todos los días y seguro este domingo no será la excepción.