De acuerdo con fuentes cercanas a Demi Lovato, la sobredosis que la joven cantante sufrió semanas atrás no tuvo como responsable a la heroína, como se dijo en un principio, sino a una combinación de oxicodona y fentanilo.
Demi Lovato habría consumido oxicodona con fentanilo.
El sitio web de espectáculos TMZ reconstruyó la noche en la cual la cantante terminó hospitalizada, señalando que le compró a un dealer pastillas de oxicodona que, sin que ella lo supiera, estaban "cortadas" con fentanilo, la misma droga que causó la muerte de Prince.
Cuando Lovato fue hallada en su cama respirando con dificultad y tuvo que ser tratada de inmediato con Narcan, un medicamento que revierte los efectos de los opiáceos. Trasladada a un hospital, quedó internada durante dos semanas y luego ingresó a una clínica de rehabilitación.
Una combinación fatal
La oxicodona es un fuerte analgésico derivado de la tebaína, un opiáceo que se extrae de la amapola persa. Usualmente prescrito para dolores severos, recientemente se ha convertido en el eje de un grave problema de adicción en la población estadounidense: se calcula que alrededor de 12 millones de personas la utilizan de manera recreativa.
Al igual que otros derivados del opio, su consumo produce sensaciones de euforia y relajación extrema. La sobredosis puede causar la muerte o provocar daños neurológicos permanentes por falta de oxígeno.
Al igual que la oxicodona, el fentanilo también es un opiáceo aunque es mucho más potente. Muchos laboratorios clandestinos que fabrican pastillas de oxicodona lo incluyen en la mezcla causando que muchos consumidores las consuman en dosis más altas de lo recomendable desembocando en sobredosis como la sufrida por Lovato.