18 Agosto de 2016 06:46
Se dijo que estaba embarazada, otros sumaron que estaba separada de Martín Redrado, pero lo cierto es que Luciana Salazar posó para la revista Caras y se encargó de desmentir todos los rumores que la rodearon los últimos meses. Además, la rubia aprovechó para revelar una importante decisión de vida que tomó: venció su terror a las agujas para iniciar un complejo tratamiento de congelamiento de óvulos.
La tapa de la confesión: "Superé el dolor de la agujas".
"En mi último viaje a Miami, que se dijo que me había inseminado y que estaba embarazada, me fui a hacer una congelación de óvulos, para prolongar la posibilidad de ser madre. Será cuando Dios quiera que sea, pero mi deseo está. Es una garantía para una saber que voy a ser mamá en algún momento", detalló en la revista.
"En mi último viaje a Miami, que se dijo que me había inseminado, en realidad me fui a hacer una congelación de óvulos
El tratamiento, que dura entre 10 y 20 días en función del protocolo utilizado, consiste en una inyección diaria que estimula la producción de óvulos para aumentar los ovocitos (célula en proceso de convertirse en un óvulo maduro) y mejorar así la posibilidad de incrementar el número de embriones.
La velocidad depende de la respuesta de cada paciente y el proceso culmina con una intervención de extracción que requiere sedación. Luego, los óvulos son congelados o también vetrificados, un método de conservación más viable para preservar la fertilidad de los mismos.
El costo es de $40 mil aproximadamente, pero debe sumarse una cuota de mantenimiento mensual, que varía dependiendo de la clínica donde se lo realice. Los óvulos son mantenidos en nitrógeno líquido y a una temperatura de -197 grados para que, cuando quieran ser utilizados, mantengan la edad biológica del momento en el que fueron extraídos.
La pareja sigue unida pero sin planes de ser padres.
"La mayoría de las pacientes que vienen hoy con el objetivo de preservar su fertilidad para retrasar la maternidad superan los 38 años y es en la consulta cuando se enteran de la incidencia que tiene la edad en su capacidad de ser madres", precisó Fernando Neuspiller, director de la clínica IVI Buenos Aires.
"La mayoría de las pacientes que vienen con el objetivo de preservar su fertilidad para retrasar la maternidad superan los 38 años
Por eso, es importante que las mujeres conozcan el funcionamiento de su cuerpo y sepan la diferencia entre ser madre a los treinta y dar a luz a los cincuenta. "A los 30 años, el 70 por ciento de los óvulos que tiene una mujer son genéticamente normales, mientras que a partir de los 45 años menos del 10 por ciento presenta esta característica”.
¿Adiós a la tabla de planchar? Durante el tratamiento se desaconsejan los ejercicios físicos.
CLAVES PARA UN PROCESO EXITOSO
Entre las instrucciones preoperatorias, se aconseja:
Durante el tratamiento no se puede tener relaciones sexuales.
Se desaconsejan los ejercicios o movimientos bruscos que pueden dar dolor.
No se puede tomar alcohol ni fumar, al menos 24 horas antes de la intervención.
Se debe permanecer en ayunas durante las ocho horas previas a la intervención. Tampoco se permite ingerir agua, ni comer caramelos o chicle.
Las pacientes deberán ser acompañadas por un adulto el día de la punción.
Luego de la extracción, los especialistas recomiendan retomar la actividad normal, "tan pronto se sienta bien la paciente", pero evitar situaciones que puedan causar un aumento de temperatura corporal o provocar deshidratación. Eso sí: se debe tener cuidado porque la punción puede provocar dolores abdominales de tipo menstrual y hasta se se pueden sufrir pérdidas vaginales sanguíneas escasas durante los primeros días.
"Durante el tratamiento no se pueden tener relaciones sexuales. Se desaconsejan los ejercicios o movimientos bruscos que pueden dar dolor.
Gráfico: el proceso de congelamiento de los ovocitos.
Salazar cumplió 35 años y la decisión llega después de años de reiteradas crisis con el economista, quien aseguró que no quería tener más hijos. En su caso, el congelamiento de óvulos fue clave para asegurar su posibilidad de convertirse en mamá.
Me muero de ?? con esta foto. Tan chiquitas! #miniluli junto a mi hermana mayor
Pese a que desmintió una crisis con Redrado, el tratamiento le dará un margen de tranquilidad a la rubia, quien de esta manera evita otra complicación: el paso del tiempo.
Salazar eligió hacer el tratamiento con un médico argentino muy importante de Miami, pese a que en Argentina también se realiza.
“Tuve que ir a diario a la clínica a sacarme sangre, justo a mí que me dan pánico las agujas y me baja la presión. Me pincharon los brazos todos los días, todavía tengo las marcas. Estaba llena de moretones. Y después me tenía que dar tres inyecciones en la panza casi todas las noches durante 15 días. Ya me venía preparando en Buenos Aires, porque el proceso completo lleva un mes”, detalló la modelo.
“Tuve que ir a diario a la clínica a sacarme sangre, justo a mí que me dan pánico las agujas
Para cumplir con cada paso, Luciana viajó a Estados Unidos acompañada por una amiga y aprovechó las vacaciones que su pareja organizó con sus dos hijos: Tomás y Martina.
“Tuve que tomar pastillas anticonceptivas para cambiar el ciclo menstrual porque te lo manipulan para que ellos puedan hacer el tratamiento. Lo que tienen los americanos es que son más fríos que los argentinos, entonces les falta esa calidez. Por eso viajé con mi mejor amiga. Era un buen momento para hacerlo porque Martín se tomó unas vacaciones con sus hijos para compensar el tiempo que no pudo compartir con ellos. En esos 15 días además no podés hacer nada. No podés hacer mucho ejercicio físico y no te dejan tener relaciones porque estás tan estimulada que fácilmente podrías quedar embarazada", explicó.
Los delgados perfiles de la rubia cambiarán cuando esté embarazada.
“Fue una decisión mía, de mujer, de querer tener óvulos bien jóvenes que estén perfectos y contar con la posibilidad de ser madre más adelante. No lo conversé con Martín, es que esas cosas no hay que preguntarlas. Son decisiones individuales, pero obviamente se lo conté porque es mi pareja, pero no influye su decisión", remató.
LA PALABRA DE LOS ESPECIALISTAS
El hecho que una persona reconocida realice este tipo de prácticas visibiliza uno de los tantos tratamientos a los que las mujeres se someten para cumplir con su llamado maternal. Sobre el tema, el director de Procrearte, Carlos Carrere, remarcó que es vital tener en cuenta que “los ovarios no fabrican óvulos, los administran. La mujer nace con una cantidad limitada de ovocitos y va consumiendo todos los meses esa reserva a partir del inicio de sus menstruaciones”.
Luciana eligió a un médico argentino que trabaja en Miami.
“A los 36 ó 38 años empiezan a tener menos óvulos y la cantidad va de la mano con la calidad. A pesar de seguir siendo fértiles y de ovular casi todos los meses, la probabilidad de quedar embarazada por ciclo es menor”, agregó.
Luciana aseguró que desea armar una familia pero que esperará el momento justo.
Asimismo, el asesor científico de Procrearte, Ramiro Quintana, añadió: “Muchas mujeres optaron por el desarrollo personal o profesional o están iniciando una pareja a edades más grandes y están buscando un embarazo en forma tardía”.
“Se juzga a la mujer por tener hijos o no tenerlos. De una forma u otra, uno está siempre siendo juzgado. Nadie tiene la verdad absoluta. Existen condicionamientos sociales que han ido variando. Es muy fácil juzgar. Lo que uno tiene que hacer es respetar el derecho del otro a la elección. Es un derecho que no puede ser cambiado”, sumó.
“A la mujer se le exige demasiado. Es la que va a definir la posibilidad o no de tener un hijo. Se pretende que tengan hijos, que tengan 50 y parezcan de 40, que sean exitosas, pero que cuiden la casa. Eso no es humano”.
¿Qué pasa al descongelarlos?
El congelamiento de óvulos Luciana ya lo realizó. Pero, ¿qué pasa después? El proceso tiene varias etapas. La directora médica de Maternity Bank, Marcela Rodríguez Kubrusli, explicó que el procedimiento se inicia con la una estimulación ovulatoria y luego de su obtención se los congela. Cuando se decide utilizarlos, se descongelan y casi el 95 por ciento de los óvulos son viables.
“Las probabilidades de lograr un embarazo con óvulos vitrificados son iguales a las de quienes buscan un embarazo en forma natural”, dijo, y llenó de esperanza a todas las mujeres que, como Luciana, se lanzaron a la aventura de intentar asegurarse la maternidad.