Una foto publicada por el medio británico The Telegraph generó un terremoto en la Corona británica. Es que se puede ver cómo Ghislaine Maxwell, la ex pareja del millonario y acusado de más de una decena de casos de abuso sexual, Jeffrey Epstein, llegó a sentarse en el trono real en el Palacio de Buckingham. Para colmo, en la foto estaba al lado de otra celebritie denunciada por abuso y acoso sexual: el actor Kevin Spacy.
En la foto Maxwell aparece sentada en el sillón dorado tapizado en rojo donde se sentó Isabel II en su coronación en 1953. Spacy ocupa el sitio del príncipe Felipe. La fotografía podría tener una explicación (difícil), pero es, desde todos los puntos de vista, una escandalosa manera de saltarse el protocolo real.
La fotografía se cree podría haberse tomado en 2002, tres años antes de que la policía comenzara a investigar al empresario por los delitos sexuales con menores de los que después se le acusó. La imagen involucraría al duque de York, en príncipe Andrés, ya que habría sido él quien la habría permitido aunque, en realidad, se desconoce qué hacía realmente Maxwell en el Palacio.
El hijo de Isabel II ha negado en todo momento cualquier implicación en el escándalo, que ahora parece que vuelve a cercarle. Cabe destacar que, según varios expertos de la realeza británica, el trono representa un símbolo de la autoridad de un monarca y se considera una falta de respeto hacia la reina y el país que otra persona tome su lugar. La imagen se dio a conocer sólo un día después de que que Maxwell fuera arrestada por el FBI, después de descubrir la "mansión escondida" donde estaba viviendo.
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Recordemos también que en noviembre el príncipe Andrés renunció a sus actividades como miembro de la realeza por las repercusiones negativas de los escándalos que protagonizó en los últimos años. Cabe recordar que una sobreviviente de la red de trata de Epstein aseguró que el magnate la obligó a tener sexo con el duque de York en al menos tres oportunidades cuando ella tenía 17 años.Maxwell fue detenida la semana pasada por el FBI en los Estados Unidos luego de que se sospechara que se encontraba escondida en París para evitar su extradición al país del Norte, en donde todavía debe afrontar un proceso judicial en su contra por varios delitos de abuso sexual.