Pasaron sólo seis días desde que Prince fue encontrado muerto en el ascensor de su mansión de Minneapolis, Estados Unidos. El cantante, que no dejó establecido su testamento, poseía una fortuna valuada en 300 millones de dólares que se incrementó de modo notable tras su muerte: en los primeros cuatro días facturó ocho millones de dólares por la venta de sus discos y canciones.
El cantante fue encontrado muerto en el ascensor de su mansión de Minneapolis.
Según consignó la prensa internacional, la repentina muerte del cantante disparó sus ingresos en un 42 por ciento. Dos de sus 44 discos, Lo mejor de Prince y Purple Rain, se posicionaron en el primer y segundo lugar del chart de Billboard. En total, se vendieron cerca de 600 mil copias en los primeros tres días posteriores a su muerte, por lo que la fortuna del músico, que será heredada por su hermana Tyka Nelson, sumó USD5.994.000.
Las ventas siguieron en la Web. Según consignó Nielsen Music, se descargaron 2.3 millones de canciones del músico. La más “comprada” fue su hit Purple rain, seguida por When doves cry, Little red corvette y Let's go crazy. Las ganancias en este rubro se calculan en otros 2.3 millones de dólares.
La mansión, valuada en 7.962.600 millones de dólares, tiene cancha de tenis, spa y lago artificial.
Sólo en Amazon, por ejemplo, las 50 canciones más vendidas pertenecen a Prince. Lo mismo sucede en la plataforma iTunes, en la que las primeras 15 más descargadas son del difunto músico.
La fortuna de Prince
En sus 38 años de carrera, el cantante oriundo de Minnesota cosechó cerca de 300 millones de dólares, que se incrementan minuto a minuto gracias a las ventas digitales. Sólo el valor del portfolio con los derechos de sus canciones se estima, según especialistas, en otros 500 millones de dólares.
El cantante en la entrega 2015 de los premios Grammy.
“Hay un tremendo valor en el catálogo”, aseguró el administrador de bienes Martin Neumann al New York Times. “Para artistas como Prince, que tienen muchos años de carrera, el valor se va a incrementar muchísimo después de su muerte”, sumó.
En sus 38 años de carrera, Prince facturó cerca de 800 millones de dólares.
El músico se encargó de ser el principal beneficiario de sus productos y lideró una fuerte batalla contra la compañía discográfica Warner, la misma que lo descubrió en 1977, que casi lo deja en la quiebra. “Los contratos musicales son esclavismo”, disparó en su momento.
El conflicto se desató en 1992, cuando la compañía le ofreció un contrato por 100 millones de dólares para grabar seis discos. En su momento, el acuerdo fue el más importante de la historia musical, por encima del firmado por Michael Jackson (50 millones) y Madona (60 millones). ¿El detalle? A cambio, el artista debía cederle los derechos de todos sus hits desde 1978.
Al año siguiente, Prince abandonó su nombre artístico y renunció a la compañía. Comenzó entonces un litigio legal que duraría tres años más y en el que el músico invirtió casi toda su fortuna. Finalmente, tras su desvinculación formal, creó su propio sello Paisley Park Records y, desde entonces, fue el único beneficiado por los ingresos de sus composiciones.
La heredera y los temas inéditos
Maurice Phillips, el cuñado del artista, reconoció que Prince trabajó 154 horas consecutivas antes de morir. Fueron seis días en los que, según trascendió, preparó material inédito para, al menos, el lanzamiento de otros seis discos. En total, se estima que el músico dejó dos mil temas sin editar que podrían ser comercializados en los próximos meses.
Maurice Phillips, cuñado de Prince, reconoció que el músico trabajó 154 horas consecutivas antes de su muerte.
Quien quedará a cargo de la fortuna y de todo el material inédito será, según las leyes de Minnesota, su hermana: Tyka. El músico no dejó un testamento, no tuvo hijos y con sus dos padres fallecidos, la joven de 55 años se convirtió en la heredera principal de los casi 800 millones de dólares de su hermano.
La hermana del músico, Tyka Nelson, heredará la mayor parte de su fortuna.
Pero el dinero también deberá ser repartido entre los otros “medios hermanos” del músico. Los padres de Tyka y Prince, John Nelson y Mattie Shaw, se divorciaron en 1966. Antes de casarse con Mattie, John ya había tenido otros cinco hijos de un matrimonio anterior y, tras la separación, tuvo dos más con su nueva pareja. Aunque dos fallecieron (Lorna y Duane), Norrine, John, Sharon, Omarr y Alfred también podrían reclamar parte de los millones del músico de acuerdo a la ley estadounidense.
Tyka tuvo un poco de hambre durante el último adiós a su hermano.
El vínculo entre Prince y Tyka no siempre fue el mejor. Su hermana mayor reconoció que fue su adicción al crack lo que la distanció de su hermano menor. “
Fui una madre soltera. Tenía dos
bebés
chiquitos. Vendí mi cuerpo por comida, plata y pañales. Empeñé el auto que
Prince
me había regalado y vendí la televisión de mis hijos por droga”, reconoció en 2003, año en el que ingresó a un centro de rehabilitación.