08 Agosto de 2019 16:37
En enero de este año, los medios ingleses llevaron a sus titulares una bomba que impactó de lleno en la Familia Real. El príncipe William, futuro rey de Inglaterra, le había sido infiel a su mujer, Kate Middleton, nada más y nada menos que con una de las mejores amigas de la duquesa, Rose Hanbury.
Desde entonces, la Corona montó un operativo mediático para reinstalar la imagen de “matrimonio feliz”. Sin embargo, el brusco descenso de peso de Kate no pasó inadvertido por los propios ingleses, quienes de inmediato la compararon con la difunta princesa Diana.
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“¿Kate sufre bulimia como la princesa Di?”, se preguntaron desde los principales medios del Reino Unido. Si bien todos destacaron que la duquesa siempre fue delgada, coincidieron en que nunca la vieron tan flaca; en especial si se tiene en cuenta que tardó sólo dos semanas en recuperar su figura tras el nacimiento de su hijo menor, el príncipe Louis.
“Perdió el peso del bebé en tiempo récord”, señalaron. En efecto, de acuerdo a lo consignado por la prensa británica, el affaire entre William y Rose tuvo lugar en septiembre de 2017, cuando la duquesa estaba embarazada de Louis. Sin embargo, Kate se enteró de todo recién tres meses después, momento en el cual muchos señalan que habría comenzado a bajar abruptamente de peso.
Uno de los últimos actos públicos de la duquesa expuso las dos caras de la moneda. Kate se mostró hace pocas semanas en Wimbledon con su cuñada, Meghan Markle, quien dio a luz en mayo a su hijo Archie Harrison, y lució sus curvas. En ese momento, los titulares destacaron la actitud empoderada de la mujer de Harry de tomarse su tiempo para bajar de peso, pero también advirtieron que Kate estaba “demasiado delgada”.
Descontrolado y de fiesta: apareció el video de la noche en la que William le habría sido infiel a Kate Middleton
La contraofensiva del Palacio no tardó en llegar. De inmediato, comenzaron a publicarse decenas de notas en las que se hablaba de la dieta saludable que lleva la duquesa y hasta detallaron el plan de gimnasia que cumple a diario “para mantenerse”.
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Décadas atrás, Lady Di sorprendió al mundo cuando confesó que había padecido bulimia, producto de las exigencias que recibía por parte de su por entonces marido, el príncipe Carlos, y otros miembros de la Familia Real. Muchos temen que Kate también se haya sentido presionada.
“La bulimia comenzó una semana antes del compromiso. Mi marido me puso una mano en mi cintura y dijo: '¿Estás un poquito gordita? ¿No?'. Eso disparó algo en mi”, reconoció la princesa, quien al momento de anunciar su compromiso tenía sólo 19 años. “La primera vez que me midieron para el vestido tenía 73 centímetros de cintura. El día que me casé, medía 60 centímetros”, sumó.
“Si no querés que termine como tu mamá”: la presión de la Reina y el pacto de William antes de la boda con Kate
Corrían los primeros días de abril de 2007. Kate Middleton y el príncipe William llevaban cuatro años de noviazgo. Se habían conocido en el 2002, cuando coincidieron en la Universidad de Saint Andrews y tardaron un año en formalizar su relación, puertas adentro. Las primeras fotos jde la pareja llegaron recién en 2004. Todo cambió un año después, cuando ambos se recibieron y no pudieron disfrutar de la intimidad que les ofrecía la Universidad.
Mientras los medios de Inglaterra esperaban con ansias el anuncio del compromiso real, el príncipe William tomó una decisión que desconcertó incluso a la Reina: tras recibir su diploma, se sumó en octubre de 2005 a las filas del ejército británico en Westbury. El entrenamiento era de sólo seis meses, por lo que la prensa seguía especulando con la inminente boda real.
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Con William en el ejército, Kate se instaló en Londres. Se veían los fines de semana y la relación comenzó a enfriarse. “Con el tiempo, él dejó de verla. Le decía que no podía salir por su entrenamiento, pero a Kate le llegaban fotos de William de fiesta en boliches”, confiaron amigos de la pareja.
Mientras tanto, los medios comenzaron a asediar a Kate, que se había instalado en un lujoso departamento londinense que le regalaron sus padres. Con 24 años, se convirtió en una de las mujeres más fotografiadas del mundo y el acoso de los medios preocupaba a la Familia Real. “Como no era un miembro oficial, no podían hacer nada: ni siquiera ponerle protección”.
Los medios la criticaban por no tener un trabajo. La apodaron “Waity Katie” -Katie, la que espera-. “Ella odiaba ese apodo. Los medios planteaban que lo único que hacía con su vida era esperar el compromiso con William, pero no tenían en cuenta que como 'novia real' tenía muchas limitaciones. Estaba en el límite: no era miembro de la Familia Real, pero tampoco podía hacer lo que quisiera”.
El frío llamado telefónico con el que William dejó a Kate: "Esto no va a funcionar"
Mientras que la relación con William se enfriaba, Kate decidió tomar el toro por las astas y aceptó un trabajo como compradora de accesorios para el minorista británico Jigsaw. “La relación venía de mal en peor. De hecho, William la dejó por teléfono y ella estaba trabajando cuando recibió esa llamada. Nadie lo veía venir, menos ella”.
No puedo seguir adelante con esto, sencillamente no va a funcionar. No es justo para vos"
Según Kati Nicholl, autora de la biografía Kate, la futura reina, William no estaba seguro de querer seguir con el noviazgo y se sentía presionado tanto por la prensa, como por su propia familia. “El mundo entero esperaba que se casaran, pero él no estaba tan seguro de querer hacerlo. Le gustaban otras chicas, quería divertirse”.
Fue entonces cuando, agobiado por la presión, el hijo de Lady Di levantó el teléfono y dio por terminada la relación. “No puedo seguir adelante con esto, sencillamente no va a funcionar. No es justo para vos”, fueron las palabras con las de William. Kate, del otro lado del teléfono, no podía entender lo que acababa de escuchar. Después de todo, llevaba meses preparando su casamiento.
William se sentía sofocado por la relación. Era joven, tenía ganas de experimentar otras cosas"
“William se sentía sofocado por la relación. Era joven, tenía ganas de experimentar otras cosas. Todo el mundo esperaba que se casara y sentara cabeza, pero él tenía otras intenciones”, advirtieron amigos de la pareja. “Kate, por su parte, estaba preparando el casamiento. Para ella la separación fue durísima”.
El incómodo momento en el que le preguntaron a Kate por la separación con William: "En ese momento no fue algo que me hiciera feliz"
En efecto, la actual duquesa confesó el malestar que sintió tras la ruptura durante la primera entrevista que dieron como pareja el día que anunciaron su compromiso oficial. Fue en noviembre de 2010. “En ese momento no fue algo que me hiciera feliz, pero creo que con el tiempo me hizo una persona más fuerte. Me permitió conocer cosas mías que no veía. Cuando sos chico, una relación puede consumirte mucho. Así que creo que me hizo bien, aunque en ese momento no lo veía de esta manera”.
En ese momento no fue algo que me hiciera feliz, pero creo que con el tiempo me hizo una persona más fuerte"
William también habló al respecto. “Éramos chicos, acabábamos de salir de la universidad y estábamos encontrándonos como personas. Estábamos creciendo, necesitábamos un poco de tiempo y creo que en retrospectiva nos hizo muy bien”.
La separación fue un golpe duro para Kate. “Estuvo muy mal, pero por el otro lado entendió un poco el juego de William. Empezó a mostrarse en todos lados, salía todas las noches con amigos. Le mandaba un mensaje claro: 'Mirá lo que te estás perdiendo'”, señalan amigos de la pareja. Y, en efecto, William seguía atento todos los movimientos de su ex.
“Kate fue una estratega y la clave principal de su reconciliación con William tuvo mucho que ver con el hecho de que jamás habló con los medios. Tampoco le permitió a su entorno que revelaran detalles de su relación con William. Sabía que si comenzaban a filtrarse intimidades sería imposible la reconciliación”.
Por ese entonces, William y Harry organizaban un concierto en homenaje a su madre. Se cumplían diez años de la muerte de la princesa Diana y los príncipes organizaron un show a beneficio en el estadio de Wembley. Ese primero de julio de 2007, la imagen de Kate junto a su hermano y amigos no pasó inadvertida. Si bien no compartió el palco con su ex novio, la prensa coincidió en que su presencia era una confirmación del acercamiento de la pareja.
La advertencia de la Reina y el príncipe Philip a William: "No juegues con Kate si no pensás casarte con ella"
¿Cuánto tuvo que ver la Reina y el príncipe Philip en la reconciliación? Mucho. “CuandoWilliam y Kate empezaron a verse de nuevo, la Reina lo sentó y le habló con claridad. 'Si no querés que termine como tu mamá, vas a tener que casarte y comprometerte con la relación. Si no querés hacerlo, no vuelvas con ella. La vas a lastimar'”.Si no querés que termine como tu mamá, vas a tener que casarte"
“Después de la muerte de Diana, la Reina le dejó en claro a la familia real que quería que sus nietos se casaran por amor. Había aprendido de la experiencia con Carlos y no quería que ellos también se vieran atrapados en un matrimonio que los hiciera infelices. Por eso, cuando William se reconcilió con Kate, ella fue muy clara”. Lo mismo hizo su marido, el príncipe Philip. “No juegues con ella si no pensás en casarte”.
El pacto secreto de William y Kate antes de casarse
En agosto del 2007, la reconciliación era un hecho. William y Kate hicieron un viaje secreto a las islas Seychelles y fue en ese momento en el que hicieron un pacto: se iban a casar, pero todavía no pondrían fecha. “Era importante para Kate saber que el compromiso era real. Para William era sacarse un peso de encima, no querían que los medios los siguieran presionando con el tema”.
De a poco, la pareja volvió a mostrarse en público. Kate volvió a participar de eventos oficiales, fue recibida por la reina y recibió una custodia adicional que fue costeada por el príncipe Carlos. Finalmente, el 16 de noviembre de 2010 la pareja anunció su compromiso en el palacio de Buckingham.