¡Wow!
19 Febrero de 2024 12:02
¡Una argentina entre la realeza! ¿O ex-realeza? La discusión filosófica y política la debatirá cada uno de los lectores, porque lo impresionante en realidad, es que la actriz argentina Luisana Lopilato estuvo muy cerca del hijo de la reina Isabel II y de su esposa.
Es que, después de haber renunciado a los títulos de la nobleza de la casa real británica, Harry y Megan tenían que buscarse el pan de cada día. Por eso, tomaron la determinación de abrir la fundación Archewell con la que todos los años organizan los Juegos Invictus que tienen como objetivo ayudar y visibilizar la problemática de las personas con discapacidad en general, pero sobre todo los que quedaron en situación de discapacidad tras las guerras estadounidenses.
El motivo por el cual la realeza estuvo con la argentina y su marido Michael Bublé, es que durante 2025, los juegos de la realeza devenidos en estrellas de Hollywood serán nada más y nada menos que en Canadá, país que vio nacer al cantante pop. Es por eso que Harry y Meghan viajaron hasta ese frío y lúgubre país para conocer las costumbres y socializar con líderes políticos, sociales y artísticos de donde serán los Juegos Invictus. Algo parecido a lo que los Reyes hacen día tras día.
Lo llamativo es que ese tipo de visitas reales duran lo que dura un whisky on the rocks. Sin embargo, con Bublé y Lopilato, la visita duró más de un día. Empezó el jueves 15 de febrero alrededor de las 7 de la tarde cuando los cuatro tortolitos visitaron un restaurante típico canadiense.
El chef Vikram Vij expresó: "Fueron extremadamente amables. Vinieron y hablaron con el personal de cocina, fueron muy respetuosos al dejarme elegir la comida. Les pregunté si había alguna alergia o alguna cosa que no le apeteciera tener, y Meghan dijo: 'Me encanta la comida picante'. A Michael Bublé le encantaban los champiñones, por ejemplo, y a Harry le encantaban los kebabs".
La comida, que definieron como "mágica", era de tres o cuatro aperitivos de la comida local. El chusmerío real, se expidió con rapidez sobre el amor que le expresó Meghan a Harry durante toda la cena: "Siempre tenía su mano izquierda en la espalda de su pareja", dijeron entre felices y ofuscados; es que en la realeza británica, los gestos de amor en público son impúdicos.
La "gira" no terminó en esa cena. No, para nada. Durante el viernes 16 de febrero sucedió lo inesperado: el príncipe Harry y el cantante jugaron al curling. Pero ¿qué es eso? Bueno, es el juego más popular entre los canadienses.
💣 Bombita: en varias fotos, se vio a la actriz argentina con expresión de desagrado ¿Será por el conflicto entre Gran Bretaña y Argentina sobre el territorio de Islas Malvinas?
El eventazo real que tuvo las mejores fotos del fin de semana, transcurrió en el Centro Comunitario Hillcrest, lugar que queda muy cerquita de la casa de la actriz argentina. Allí, el Príncipe y el cantante se descostillaron de la risa jugando al curling en silla de ruedas, como muestra de la inclusión de las personas con discapacidad, detalle al que miran siempre los Juegos Invictus.
Ya casi al final del evento, Bublé hizo lo que hay que hacer: lucirse con la realeza. Para eso, hizo lo que mejor le sale hacer que es cantar; el marido de Luisana cantó "My Way" en una reversión en la que quedó como el mejor con Harry.
Al terminar la canción, Michael fue muy políticamente correcto y le mandó un saludo al Rey Carlos que está atravesando por un peligrosísimo cuadro oncológico: "Quién diría, los sueños pueden hacerse realidad cuando la vida te dice que estás lejos de haber terminado", dijo el cantante y añadió: "Nada te domina. En Invictus Games juegas a tu manera", expresó con un guiño definitivo al Príncipe.
Además, dijo con amor: "Un hombre, un plan que cambia la vida, hace todo lo que puede, es un visionario", expresó el cantante tal vez haciendo referencia a que dejó todo el cuadro real británico para luchar por el amor de Meghan.
Para terminar, dijo: "Nuestros deseos de curación para tu papá. Te has ganado cada día el derecho a decir -como la canción- 'lo hice a mi manera". Por su parte, Harry dio un discurso sobre los Juegos que la verdad, no tuvo nada polémico.
De hecho fue estructurado y sin sabor: "Invictus no se trata necesariamente de ganar una medalla, sino de los vínculos que se construyen entre las naciones; sobre el viaje compartido de recuperación del que forman parte los competidores y sus familias. Mientras continuamos preparándonos para el próximo año, recordemos las palabras de William Ernest Henley, el poeta cuya obra da nombre a los Juegos Invictus: 'Soy el dueño de mi destino; soy el capitán de mi alma'".
