Desde hace muchos años, Daniela Viaggiamari luchó por hacerse un lugar en el mundo del espectáculo. Tuvo experiencias en el teatro y en la televisión, pero la fama surgió a través de las redes sociales. Con diversos sketches que subió a Instagram junto a su hija Isa, se convirtió en Dani La Chepi y así surgieron otras oportunidades.
Sin dudas, su participación en MasterChef Celebrity la hizo llegar a una audiencia mucho mayor, donde se volvió una de las participantes más queridas. Ahora llegó el salto a la conducción junto a Joaquín el Pollo Álvarez en El gran juego de la oca, el programa de El Trece.
No obstante, la fama y popularidad la hicieron contar algunas de las etapas más oscuras de su vida. Un día, en la mesa de Mirtha Legrand, la Chepi contó que había vivido una dura batalla para superar el alcoholismo. En aquel momento y con su estilo, La Chepi relató: “Me encontré un día en mi casa a las dos de la tarde, en pantuflas, vaciándome una botella de vino. En muchas oportunidades estuve al borde de la muerte”.
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Por otra parte, en Podemos Hablar, en Telefe, había contado: “Fue la terapia lo que me hizo decir: ´Ya está, es demasiado´. No me gustaba lo que veía en el espejo, y lo que pasaba después de tomar y tomar, o lo que te digan al otro día. Terapia, psicólogo, psiquiatra, medicación, que para mí es el mejor invento después de la bicicleta y dije: ´Ok, sí, puedo´”.
Ahora, en una entrevista con María Laura Santillán, Dani relató: “Me fui animando de a poquito a hablar de los excesos. Y un día en el programa de Andy (Kusnetzoff) hablé. Yo estuve hasta medicada por mis excesos con el alcohol durante años. Siempre viví de noche porque trabajé en eventos desde chiquita. Eventos, eventos, eventos. Empecé por una excusa, un acontecimiento de mi vida y empecé a tomar. Y después no podía hacer nada si no tomaba”.
Y, en ese sentido, explicó: “Todo era tomando. No podía tener relaciones sexuales sin tomar. Pero no un vaso de vino, tomarme una botella de vino. Hasta que yo no estuviese en pedo no podía tener relaciones. Y en un momento me vi en peligro”.
Durante la nota, La Chepi contó cuál fue uno de los momentos más duros que vivió: “Estaba viendo V de venganza, la película de Natalie Portman. Ella se pela, y yo flasheé que tenía la cara de Natalie Portman del pedo que tenía, claramente. Venía de hacer temporada con Iliana Calabró en Mar del Plata, con toda las cortinas, extensiones, yo muy vedette y me arranqué todo, me empecé a sacar, a sacar, a sacar con la tijera, me pelé y me fui a tatuar. Cualquiera”.
Y completó: “Y un día mirándome en el espejo dije: 'Son las cuatro de la tarde y estás borracha en pantuflas en tu casa con el perro pidiéndote salir a hacer pis'. No podía ni mantenerme en la medianera. Y dije basta. Y llamé a una psicóloga, Cecilia, que me salvó la vida. Fui a una psiquiatra, me medicó y tomé muchos años medicación”.
Al ser consultada sobre cuánto duró el tratamiento para superar la adicción al alcohol, la instagramer recordó: “Estuvo en tratamiento durante cuatro, cinco años, me dieron con todo. Mi ánimo era una inestabilidad constante”.
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Enseguida aseguró cuál fue el momento en el que decidió que no iba a tomar más: “Un día conocí al padre de Isa. Yo seguía tomando un poco, no tanto, y quedé embarazada y desde ese día no existió más nada. No existió más”.
Por otra parte, recordó cómo fue el momento en el que volvió a probar un trago después de superar su adicción: “Cuando lo conocí a mi novio Javi él me trajo un vino y tenía mucho miedo yo de abrir ese vino. Y cuando pude tomar un poco lo disfruté pero porque estaba con él. Pero ya no es como antes que me gustaba el vino. No me gusta, no puedo ni siquiera un trago. Cuando fui a los Martín Fierro pedí un campari, lo tomé y me empezó a doler la panza. Encontré cómo canalizar eso que me pasaba, y que me sigue pasando”.
Y reflexionó: “Es mejor hablarlo en terapia que esconderlo tras el alcohol, o las drogas o lo que sea. Me parece que era de cobarde que tomaba ¿no? Por eso vuelvo a traer a mi papá todo el tiempo. Un día me dijo 'yo sé que está mal tomar pero no puedo evitarlo porque es mi momento'. A mí me pasaba lo mismo y dije: 'No quiero ir camino a mi papá'. Quiero ir contra eso. Para algo le pasó lo que le pasó. No digo que cambié porque para mí la gente no cambia. Pero sí modifiqué muchas cosas”.